Capítulo 2: ¿Qué es este sentimiento?

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Comencemos...

Han pasado 3 días desde que Sesshomaru dejó a Rin en la aldea, y esos días han sido fatídicos para Jaken. Su amo no ha descansado para nada, ha caminado y en ratos volado, además no ha pronunciado palabra alguna. El pequeño demonio verde conoce bien las expresiones de su amo y sabe que no le debe siquiera preguntar que es lo que tiene porque... Sesshomaru se encuentra visiblemente de muy mal humor. Lo único que puede hacer el  Kappa es quejarse en sus adentros, porque ahora que no está Rin no tiene con quien decir sus letanías.

Jaken: " ¡Ay! ¡Estoy tan cansado! Por lo menos cuando estaba Rin el amo Sesshomaru se tomaba sus descansos, ahora ni siquiera me deja a mi dormir. Como él es un Daiyokai no necesita alimento ni descansar a menos que realmente lo requiera, pero su pobre servidor esta llegando a su límite. ¡Y lo peor de todo es éste maldito silencio!. Ya me había acostumbrado a la chamaca ruidosa por lo menos ella no dejaba morir el ánimo aquí.."
- Su rostro se tornó triste porque recordó a la niña que siempre estaba cantando alrededor de ellos.

Ya estaba atardeciendo y Sesshomaru se detuvo cerca de un risco, permaneció de pie viendo el firmamento con una mirada confundida y molesta, lleva días así y no quiere admitir que es lo que realmente lo agobia.

Sesshomaru: "Todo al rededor tiene un hedor horrible y el silencio al cual yo ya estaba acostumbrado desde hace siglos me parece sofocante... Me molesta no poder oler ni escuchar a cierta persona y eso hace que mi orgullo se sienta herido. Yo el Gran Sesshomaru me siento inquieto por ver a una simple niña humana, solo han pasado tres días. Mi plan era volver dentro de algunos meses para que ella se adapte, pero al parecer soy yo el siente que no puede estar tranquilo sin saber si está bien. Sé que cuando me fui ella se esforzó en no llorar, lo noté por el aroma de las lagrimas que querían brotar... Por primera vez en muchos años me siento preocupado que ironía... Me niego admitir que mi estado de ánimo sea determinado por el bienestar de otra persona, por eso no quiero ir pronto, a pesar de que yo mismo me siento así por no verla..." - Tenía una expresión afligida en su rostro, su mirada ya no era de molestia sino de lamentación.

Jaken permaneció en silencio viendo a su amo parado en la nada. Él estaba dándole la espalda mientras que su sirviente aprovechó que su amo finalmente se dignó a detenerse a descansar y se echó junto a Ah-Un.

De repente pensó en su hermano Inuyasha, la última vez que lo vió fue tras esa mujer al inframundo. La duda de saber si su medio hermano murió le cruzó por la mente. Después de todo se convirtió en el heredero de Colmillo de acero y morir de una manera tan patética seria estúpido. Una idea más recorrió su mente.

Sesshomaru: "Dejé a Rin en la Aldea de esa sacerdotisa, pero creo que ahí también están los compañeros de Inuyasha, si algo pasara ¿Rin estaría segura? Después de todo esa anciana ya es senil y los idiotas que acompañaban son humanos, ¿realmente serán capaces de protegerla si algo pasará? Quizá si Inuyasha estuviera sería una mejor protección" -

Esa excusa bastó para que su semblante cambiara a una sonrisa maliciosa. Luego de 3 días sin hablar, pronunció palabra.

Sesshomaru: No estaría mal asegurarme que siguiera con vida.

Atónito porque al fin había hablado su amo, aunque sea para algo tan confuso, ya era un progreso.

Jaken: Amo bonito... ¿de quién habla?

Sesshomaru: Y a ti que te importa, Jaken. -dijo en tono frío.

Jaken: ¡Ay! En nada amo bonito, en nada. - con pavor.

El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora