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¡Hola otra vez! La espera fue suficiente, y sé que valdrá la pena ;) estuve pensando qué escenas poner, porque quería que este capítulo fuera especial y diera pie a unas ideas que tengo, y entre eso, mi cumpleaños y cosas de la universidad, pude actualizar hoy.

Como siempre, muchas gracias por leer y votar. Leer sus comentarios, opiniones y reacciones a las escenas es de lo que más me gusta de esto pero, en fin, si tienen alguna duda, pueden hacerla en mi Instagram (anapaulaher) que contesto más rápido.

Sin más, que lo disfruten.

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Hoy por la noche era el primer juego con el que empezaba la temporada.

Malik, Harper, Grayson y yo acabamos sentados al fondo de un lugar para comer de mala pinta en medio de la nada. Estábamos perdiéndonos la apertura del juego y seguíamos sin saber cómo llegar a las gradas, donde teníamos acordado vernos con el resto.

Grayson, a mi lado, revisó una vez más su teléfono esperando encontrarlo con vida. Lo había hecho un par de veces en menos de diez minutos.

—¿Seguros de que ninguno tiene cómo llamarlos? —nos miró, impaciente.

Harper y yo negamos.

—¿Saben qué hora es, siquiera? —reclamó, como si nos culpara de no tener cómo comunicarnos.

—Eso de las diez —miré el cielo oscuro. Afuera del local no había más que el auto en el que llegamos—. O por ahí.

Un silencio se instaló entre nosotros otra vez. En un momento, Malik lo rompió:

—No puedo creer que accedí a venir —miró desesperado a la cocina—. Y de paso acabar en este cuchitril que ni siquiera nos toma la orden.

—Trabajabas en un lugar igual —lo regañó Harper—. Sabes que ya vendrá alguien, no te inquietes.

—Si es que se dignan —resopló.

—Claro, porque nada más ver la cara con que andas, querrán venir tan rápido como puedan —insinuó ella, en un tono acusatorio.

—No es mi culpa que me ponga de malhumor que este imbécil —Malik hizo un ademán a Grayson, que lo miró sin importancia—, no sepa ubicarse en el puto mapa.

—Que yo sepa, tú tampoco supiste —refutó Grayson.

—¿Yo ofrecí traernos? No. ¿Yo estaba conduciendo? Tampoco. Tú eres el responsable de llevarnos. Nos quedaremos aquí toda la noche por tu culpa.

—Siempre haciéndote la víctima. Nunca puedes ser más optimista.

—Claro que soy la víctima. Es lo único que soy en este estúpido recorrido —Malik apretó los labios, cada vez más enfadado.

—Debiste pensar en traer un teléfono. O un cargador o...

—Paige también pudo pensarlo.

—Qué lástima que Paige es ton...

—¡¿Se pueden callar?! —los miré, harta—. Me ponen de los nervios.

Ambos cruzaron los brazos y miraron a una dirección diferente. Estaba exhausta de sus peleítas cada cinco minutos.

—Igual ya no tendremos que preocuparnos por la comida —comentó Harper, observando una camarera aproximarse.

La señora que se acercó se notaba que quería estar ahí menos que Malik. Las canas les salían de la rejilla, el uniforme del local lo llevaba decolorado y las ojeras inmensas de su rostro sólo resaltaban su expresión desganada.

Asaf y la alerta auxilioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora