Capítulo 26

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Escucho los gritos, pero prefiero no pensar demasiado en ello. Ellos le hicieron lo mismo al pastor Nick, eso es lo que me importa. Son malas personas, no merecen otra cosa, no tenemos otra opción... Y yo, confío en Levi, y confiaré en lo que él crea que es lo correcto.

—¿Han vuelto a empezar? —la voz de Jean me devuelve a la realidad, a esa habitación en la que estoy.

—Quizá soy yo, pero diría que ahora grita más que con el capitán —dice Armin, y una pequeña risa amarga escapa de mi boca, atrayendo las miradas de todos.

—Aunque sea para salvar a Eren, se me revuelven las tripas —pienso en las palabras de Connie, quizá a mí también se me están revolviendo.

—Ahora... somos todos criminales —miro a Armin fijamente—. A nuestro enemigo actual no vamos a matarlo porque nos quiera devorar, sino porque no piensa igual que nosotros. O porque no forma parte de los nuestros. Y solo por eso sus vidas...

—Armin... —la voz de Mikasa suena suave, tratando de consolarlo.

—Te estás equivocando —me atrevo a decir—. No los matamos porque no forman parte de los nuestros, lo hacemos porque asesinan a los nuestros. Puede que ellos no vayan a devorarnos, pero nos matarán igual. ¿Es más lícito matar a los Titanes que nos devoran, cuando no son más que personas que actúan en contra de su propia voluntad? Dime, Connie —digo, dirigiéndome a él—. ¿Alguno de los habitantes de tu pueblo era un asesino? ¿Alguno de ellos merecía morir? —el horror se plasma en su cara, y no es capaz de responderme—. Yo no lo creo. Todos son personas, pero estas saben lo que hacen. Esos hombres sabían lo que hacían cuando torturaron al pastor Nick hasta matarlo. A mí no me dan ninguna pena —hay un breve silencio—. Armin, ¿pensarías igual si en vez de el pastor hubiera sido Eren, o Mikasa, o cualquiera de nosotros? ¿Cómo tan solo era un pastor de la Iglesia al que no conocías su muerte ya no tiene importancia? ¿Ya no es un crimen? Puede que Nick no fuera mi amigo, pero sí era importante para mí, y ese hombre que ahora grita en el sótano es el responsable de su atroz muerte.

—Puede que ellos no sean buenas personas... —habla por fin Armin—pero nosotros ahora tampoco lo somos.

—¿Fue el pastor Nick quién...? —la pregunta inacabada de Mikasa me pilla por sorpresa y aunque no termina su frase, la veo observar el anillo que rodea mi dedo, y no hace falta que continúe.

—Sí. Fue él —digo recordando con pena aquel día.

—¿Por qué lo hizo? —me pregunta, y yo solo puedo responderle con total sinceridad.

—No lo sé. Al principio creí que era por el dinero que Levi le había ofrecido, pero después... Simplemente no lo aceptó. 

—¿Ahora lo llamas Levi? —pregunta Jean, molesto.

—Siempre lo he hecho —respondo cohibida. Soy consciente de que he hecho algo que no debería, y en ningún momento esperé que mis amigos lo celebraran.

—Ya... Por eso lo seguías de un lado a otro, ¿no? No tenía nada que ver con que alguno de nosotros le hiciera compañía a Eren, solo podías ser tú. 

—Eso no es así... —le digo.

—¿Y cómo es entonces? ¿Qué eres para él? ¿Qué es eso de el dinero de Levi? —dice, haciendo comillas con los dedos—. ¿Es para ti ese dinero? ¿Por hacer cosas con él?

—¡Jean! —Mikasa grita, escandalizada.

Yo miro hacia él, su palabras me hieren.

—Levi me quiere —digo, pronunciando claramente cada palabra.

La oportunidad de besar tus labios (Levi y tú) [ COMPLETA Y EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora