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-Buen día Danna.-La saludó su jefe.
-Buen día señor.
-Danna, Danna.-Le sonrió acercándose al escritorio de la castaña.-Tenemos básicamente la misma edad, ¿por qué no dejas de decirme señor? Solo Isaak.-Danna sonrió y bajo su cabeza.
-Prefiero dejarlo así, no quiero que las personas malinterpreten las cosas.
-A mi me importa muy poco lo que opine la gente.-Danna sonrió.-¿Saldrías conmigo a almorzar?
-Bueno.
-A las doce.-Le guiño un ojo y entro a su oficina.-Danna suspiró y comenzó a trabajar. El tiempo había pasado con rapidez y en cuánto menos lo pensó tenía a Isaak frente a ella nuevamente.-¿Nos vamos?-Danna alzo su mirada mientras acomodaba unos documentos.
-Hum...¿por qué no mejor nos vemos allá?
-¿De verdad sigues con eso? ¿Por qué te avergüenzas?-Danna dejó a un lado lo que estaba haciendo y suspiró.
-No quiero que te señalen por salir conmigo o mucho menos que hablen mal de ti.
-Me estas hablando de tu, eso es un progreso.-Sonrío.-Quiero que sepas una cosa, a mi no me avergüenza absolutamente nada de ti.-Le guiño un ojo.-Si te hace sentir más cómoda salir sin mi esta bien, te espero allá.-Comenzó a caminar hacia el ascensor hasta que ella lo llamó.
-Tienes razón.-Le sonrió y se puso a su lado en el ascensor.-Mejor vamos juntos, ¿no?-Isaak sonrió y asintió luego de cerrar las puertas metálicas.
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-Realmente fue una mierda.-Dijo Isaak relajado.
-Lamento mucho que te haya dejado.-Soltó.-Es horrible que la persona que más amas te deje por alguien más.
-¿Lo dices por experiencia propia, no?-Danna sonrió y se soltó su cabello por primera vez. Una regla que tenía la empresa era que todas las empleadas debían tener el cabello recogido. En cuanto Isaak vio aquella melena bajar por sus hombros y ocultar un poco de su rostro sonrió como si lo que estuviera frente a él fuera una obra de arte.-Hablaré con mis superiores para que quiten la horrible regla del cabello recogido.-Danna río.
-Realmente me vendría bien, odio usar coleta.-Isaak sonrió.
-Creo que también voy a seguir tus instintos.-Sin pensarlo se retiró el saco y desabotonándose las mangas se las dobló. Danna pudo ver aquel cuerpo marcado y sonrió al verlo directamente a los ojos. Definitivamente no eran aquellos ojos color marrón que tanto amaba, pero había algo en ellos que la hacía sentir protegida.-
-Gracias.-Soltó haciendo que Isaak frunciera el ceño.-Por tratar de hacerme sentir bien.-En ese instante cientos de fotógrafos comenzaron a llenar el restaurante con flashes. Danna giró su cuerpo y vio a la pareja del momento. Con tristeza giro nuevamente su cuerpo y sonrió tristemente.
-¿Qué tienes?-Preguntó. Danna negó y él que paró de su asiento para sentarse al lado de la castaña. En ese instante la pareja se sentó frente a ellos y aquellos para de ojos marrones se clavaron sobre los suyos. Danna bajó la mirada y al instante sintió la mano de Isaak sobre la suya.
-¿Podemos irnos?-Preguntó volteando su cabeza para ver a Isaak.
-¿Pasa algo? ¿Ya te aburrí?-Preguntó. Danna negó y sonrió.
-Es solo que no me gustan los paparazzis, mucho menos los famosos.
-¿Lo dices por Jorge López y su novia?-Preguntó dirigiendo su mirada a la mesa de la pareja que conversaban animadamente.-Es un genio.-Danna asintió nerviosa y sonrió.