Parte única

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La vida era buena con él desde hacía bastantes meses, agradecía eso en verdad y se sentía afortunado de haber superado lo malo. Tenía días buenos y malos pero en definitiva había logrado dejar atrás lo peor, el declive que fue su vida en un momento y que le enseñó muchas cosas —entre ellas que pedir ayuda no era malo y no lo volvía débil—.

Hacía más de un año había caído en un episodio depresivo debido a la ruptura de su relación de casi dos años con Chittaphon alias Ten, un precioso tailandés del que se había enamorado tras conocerlo en una competencia de baile en una sala de juegos de arcade situada cerca de la universidad y aunque el no bailaba le gustaba ir a ver los increíbles pasos de baile de los concursantes. Aquella vez Ten se había lucido en serio, no creía que alguien pudiera derrotar a esa máquina de baile de sonrisa brillante, oscuros ojos felinos y cabellos pintados de la noche misma. Era tan guapo y tan talentoso que no pudo detener a su cuerpo de irlo a felicitar y, eventualmente, invitarlo a salir hasta que semanas después comenzaron un apasionado, precioso y divertido romance. Fueron meses estupendos a lado de Ten, pero inevitablemente —y por su culpa— la relación se fue enfriando y el menor no pudo soportar aquello, era difícil aceptar que el se había equivocado y había arruinado todo pero entendía la posición de Ten totalmente y aunque le dolía mucho perderlo retenerlo sería egoísta de su parte y no deseaba que el más joven lo viera como una mala persona, ya había sido suficiente con ser mal novio.

John tomó más cosas de las que podía manejar. Tenía las clases en la universidad, juntas regulares en el club de fotografía y un trabajo de medio tiempo de viernes a domingo en una tienda de música y todo está bien con Ten en ese punto, sin embargo se fue todo al carajo cuando a pesar de no ser necesario se metió de tutor de otros alumnos de la universidad —extranjeros que aún estaban terminando de dominar el coreano— y además decidió que su trabajo de medio turno del fin de semana se volviera de toda la semana. Menos tiempo para ver a Ten, menos tiempo ahora llamar o contestarle los mensajes a Ten, menos tiempo para salir con Ten, menos tiempo para ser una pareja. Más de una vez Ten le pidió un poco más de tiempo, más de una vez Ten intentó quedarse hasta tarde esperando una llamada o un mensaje, varias veces el meneo se quedó a dormir con John para ver si así pasaban algo de tiempo juntos pero aún así John llegaba cansado y Ten no insistía para no presionar. Y Ten era muy comprensivo, lo amaba por eso, pero como toda persona se cansó de no tener un poquito de la atención merecida por ser su novio y decidió romper con él.

Luego de aquel rompimiento John dejó de trabajar todos los días y dejó de ser tutor, cosas que no eran necesarias en su vida en ese momento y que no debió tomarlas por sentir presión de las otras personas, cosas que le costaron su relación. Se tomó su tiempo para sanar, buscó ayuda para acelerar el proceso y eventualmente a los meses supo que Ten estaba saliendo con otro chico... Bueno, eso no era malo, Ten merecía ser feliz con quién pudiera hacerlo feliz porque era un buen chico y John lo sabía mejor que nadie.

Pero ya se sentía bien. Dejó ir lo malo y comenzó a concentrarse en sí mismo y en sus amigos, decidió que estar sin pareja un tiempo le iba a ir bien y que definitivamente si llegaba alguien a su vida no iba a ser tan idiota como la última vez y lo — o la— escucharía más para no romper y herirle. Bueno, pero no era su prioridad encontrar pareja, se podía ser feliz sin pareja, excepto porque podía ser algo difícil encontrar alguien para tener sexo y, bueno, a él le gustaba el sexo.

Quizá podía parecerle muy tonto a las personas que John dijera que era difícil encontrar a alguien bueno para tener sexo, porque John era alto y atractivo, con un físico trabajado, carisma y buen sentido del humor. John era alguien que llamaba la atención fácilmente y claro que siempre había chicos o chicas interesadas en él, pero es que para el estadounidense no era simplemente de ver una cara linda y llevársela a la cama, le gustaba tener un poco de química al hablar también y la mayoría de las veces encontraba a dichas personas un poco huecas o muy alcoholizadas como para conversar... o consentir. Así que era difícil, no imposible pero sí difícil y por supuesto que encontró una que otra persona en su tiempo de soltería, pero no era lo suficiente.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2021 ⏰

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Mi ex, su ex y nuestro ex [JohnDo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora