Lo difícil del amor

Capítulo 1: Primera crisis

[Gulf]

Habían pasado ya un mes desde que volvimos a casa, Mew se esfuerza mucho para mantener mi estado de ánimo y Faith siempre hace cosas locas para hacerme reír así que no me puedo quejar. La psicóloga dice que el tratamiento va bien, me tomo mis pastillas y duermo lo suficiente, mis heridas ya están cicatrizando, tengo pensado hacerme un tatuaje después para borrar eso.

Hoy es un día importante Faith vuelve a estudiar y Mew ha estado trabajando desde casa, pero tiene una reunión y estaré solo, desde que salí del hospital nunca he estado solo incluso cuando voy al baño Mew está preguntando si necesito algo, sé bien que se preocupa por mí y eso me gusta, pero hay veces en que siento como si fuera una persona peligrosa. Mew piensa que en cualquier momento me puedo volver a cortar a pesar que le dije que no lo haría, creo que no confía mucho en mi palabra y lo entiendo, pero eso me desanima un poco.

- Cariño – ven ahí está de nuevo, yo en el baño con mis pensamientos y su voz interrumpe - ¿estás bien?

- Sí Mew– mi voz sonó bastante desanimada y me tapara en preguntas después.

- Ok – salí del baño y me abrazo – estuviste mucho tiempo en el baño, si quieres que me quede y cancele...

- No Mew, es tu trabajo estoy bien – tome su rostro y lo mire a los ojos – no pasara nada si me quedo unas horas solo.

- Puedo llamar a Saint.

- No, mira los demás tienen sus vidas y no molestare a nadie, no necesito una niñera todo el tiempo, tienes que confiar más en mí.

- Lo hago, solo que...

- Te amo Mew, pero por favor no me hagas sentir mal.

- Gulf – me abrazo – está bien iré y a la vuelta traeré pastel.

- Idiota – lo bese con pasión – solo ve que llegaras tarde.

- Te amo.

- Y yo a ti.

Ver a Mew de espalda es glorioso, aun me gusta su cuerpo, pero no tengo apetito sexual. Según mi doctora dice que las pastillas pueden provocar baja en el deseo sexual y Mew lo entiende, pero sé que es hombre y tengo miedo que eso lo aburra. Recuerdo que cuando la doctora dijo eso mi novio respondió "No se preocupe pasé 30 años sin deseo sexual, ya es una costumbre", ella solo rio y me dijo que mi hombre era un ángel. A pesar de eso me preocupa todo, no quiero perderlo y siento que si no mejoro luego para que me quiten las pastillas lo perderé.

Me recosté un rato y dormí como una hora y media, Mew volvería en dos horas más así que me dedique a ver televisión y justo sonó el celular.

- ¿Cómo está el desaparecido? – era Bright.

- Bien primo y tú.

- Bien, te llamaba para informarte que tendremos una reunión con los chicos este sábado y me pareció buena idea que fueras.

- No lo sé, yo...

- Debes salir un poco Gulf, no te hace bien tanto encerrado y puedes ir con Mew si quieres.

- Bright sabes que no puedo beber y que no he salido de casa desde...

- Lo sé, pero piénsalo y habla con la doctora, luego me avisas.

- Ok, te devuelvo te avisare.

- Te quiero primo y te extraño.

- Y yo a ti.

Bright y yo nos llevamos bastante bien a pesar de lo que paso con mi tío, nunca me culpo por eso, es más me dio su apoyo y seguimos en comunicación, cuando salí del hospital tres días después apareció en mi casa y me vio con las vendas, tuvimos una conversación y me reto bastante. Luego de eso me llamaba seguido para saber cómo estaba o se comunicaba con Mew.

Pesándolo bien he tenido la suerte de tener gente que me apoya, si bien no tengo padres y el único familiar directo es Bright, tengo muchos amigos que son como mi familia.

- ¿Por qué no llega? – Mew debería haber llegado, no ha llamado y ya han pasado tres horas desde la llamada de Bright – maldición no contesta el teléfono.

No quería sufrir de alguna crisis, pero se me estaba siendo imposible aguantar, es como una voz que me dice que pensar y está hablando y hablando. La doctora me dio unas pastillas que son de emergencia para estos eventos, pero no pensé que tendría que tomarlas.

- No quiero que Mew me deje – de la nada ya estaba llorando – no quiero.

- Gulf – escuche la voz de Mew llamándome – maldición Gulf, ¿qué paso?

- Mew, no me dejes, por favor no me dejes – me aferré a mi novio y lo abracé con fuerza – no llegabas y dijiste que... yo...

- Calma amor estoy aquí – Mew me tomo en brazos y me llevo a la habitación, aun no recuperaba mi peso – lo siento se alargó más de lo que pretendía, yo debería haber llamado.

- No importa... estas acá conmigo... ya no importa...

- Te tomaste la patilla.

- No, yo no quería tomarla.

- Amor la doctora dijo que son de emergencia.

- Pero yo quería superarlo por mí mismo, ya no... - no quiero depender más de pastillas.

- Solo llevas un mes no te fuerces a estar mejor, te amo y no me iré, no me aburriré y no te dejare.

- Lo siento, es que... Mew es como si algo me hablara en mi cabeza y pusiera pensamientos negativos.

- Ok, vamos a descansar y luego llamare a la psicóloga para que vallamos mañana.

- Bright llamo y nos invitó a una reunión el sábado.

- Oh, eso sería genial que salieras un poco.

- Yo no lo sé.

- Gulf, le preguntaremos a la doctora y veremos que dice – se recostó a mi lado y me abrazo.

- Gracias por amarme.

- Gracias por esperarme, ahora descansa.