-"¡Adelante Valentín! Acabemos con todo esto de una maldita vez y vámonos directo al infierno. "-
↬ [☆] SECUELA DE BANG BANG [☆] ↜
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—"¡Adelante Valentín! Acabemos con todo esto de una maldita vez y vámonos directo al infierno. "—
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Cambios... Nadie puede evitar los cambios aunque lo desee, estos son completamente inevitables y hay ocasiones que se salen de nuestra manos. Es curioso ver como un simple cambio puede desencadenar un sin fin de reacciones, sin importar el resultado, positivo o negativo, los cambios casi siempre son impredecibles.
Es como cambiar de casa, colegio e inclusive de trabajo, nunca sabemos qué cosas nos vamos a encontrar, y tampoco sabemos si hemos tomado la decisión correcta de dejar atrás todo lo que conocíamos por algo diferente, por nuevas sensaciones y experiencias, que van a llevarnos hasta nuestros propios límites, que casi siempre no son inimaginables.
Cambios... nadie puede librarse de ellos, y sus efectos son inevitables para nuestras vidas.
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—¿Otra vez trabajando tarde Valentín? — Daniel le preguntó al ojiazul, mientras entraba a la oficina de este, cerrando la puerta con seguro detrás de sí.
—Si, el jefe no me deja en paz. — le informo. —Desde que Manuel desertó todos están demasiado alterados. — confesó, haciéndose un poco hacia atrás en su silla, para que Ribba pudiera sentarse entre sus piernas. —Por lo visto los poderosos desean más que nunca dar con Mateo y matarlo de una vez por todas. — agregó, sintiendo como las manos del contrario se paseaban de manera descarada por todo su abdomen.
—Pero ellos jamás lo atraparan. — el menor comentó, suspirando un par de veces al sentir como Oliva acariciaba sus muslos. —Con Manuel a su lado las cosas se le han complicado mucho, si de por sí era malo que Mateo actuará por sí solo, teniendo a un ex-detective que sabe cómo funcionan las cosas, es...
—Catastrófico. — Valentín dijo, completando la frase del castaño. —Pero eso no importa ahora. — sentenció, atacando el cuello de Ribba, quien se estremeció al sentir el contacto de sus labios y dientes contra su piel. —Ahora lo único que quiero es concentrarme en vos, y en lo jodidamente lindo que sos. — comentó, desabotonando un par botones de la camisa del menor. —Me volvés loco Daniel, y lo peor de todo es que no se como lo haces. — informó, sin dejar de mover sus manos por el cuerpo ajeno.
—Menos palabras y más acción, por favor. — pidió, escuchándose desesperado, al sentir un intenso calor en la parte baja de sus pantalones. —V-valen... — gimió bajo, ya que aún habían personas en la comisaría y no quería que nadie los descubriera.
