Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5

Capítulo 178. Gatekeeper

Lith se llevó la botella y cerró el armario con llave. No quería arriesgarse a que Yurial pasara de una adicción a otra.

-En este punto, deberías haberte dado cuenta del significado de lo que te dije después del segundo examen. La vida es como un crisol. Nos empuja hasta que nos separamos y luego derrite las piezas para forjar algo nuevo.

» El molde es siempre el mismo, pero la persona que sale no lo es. Nuestras creencias y nuestras convicciones se ponen a prueba todos los días. Algunas las guardamos, otras las descartamos. Cuando sucede, una parte de nosotros muere, para nunca regresar.

» No eres la misma persona que eras cuando comenzó la Academia, al igual que no eres la misma persona que eras después de aprobar el segundo examen. Es lo mismo para todos.

» Mi única opción es aceptar el cambio o seguir llorando a mi yo pasado tanto como a Protector. Necesito mi cierre. Si retrocedo sin siquiera intentarlo, lo lamentaré toda mi vida y, tarde o temprano, ese peso me matará.

-Entiendo. -Yurial respondió.

» Yo soy igual. Sé que las cosas no pueden volver a ser como antes, pero tampoco puedo aceptar mi situación actual. A diferencia de ti, todavía tengo que encontrar una respuesta. No intentaré detenerte más. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?

-En realidad, hay dos cosas que puedes hacer. La primera es mantenerte alejado del mueble bar, la segunda es no decirles a las chicas que me he ido. -Lith había vuelto a su mejor condición y había tomado una decisión.

No puedo arriesgar sus vidas por algo como esto. No quiero perder a nadie más. Él pensó.

Lith estaba a punto de irse cuando Yurial lo detuvo parándose frente a la puerta.

-Sé que podrías derribarme con un solo puñetazo, al igual que sé que crees que estás haciendo lo correcto, pero no lo estás haciendo. Esto no es protegernos. Esto es hacernos a un lado porque piensas en nosotros como una debilidad.

» Soy consciente de que nuestra amistad no es tan profunda, empezamos a hablar de verdad hace poco, pero tu relación con Phloria debería importarte algo. Si te escapas a sus espaldas, traicionarás su confianza. Al menos ten las agallas para decirle la verdad.

Lith suspiró, Yurial tenía razón.

-Hombre, los malos hábitos son difíciles de matar. Estuve a punto de cometer el mismo error que siempre hago. Tratar a las personas como si fueran demasiado débiles o estúpidas para que su voluntad importara. Por favor, ven conmigo afuera. De lo contrario Phloria me matará.

Lith dejó que Yurial saliera primero de la tienda dimensional. Como esperaba, Phloria lo estaba esperando afuera. Cuando vio que la puerta se abría, estaba a punto de decirle a Lith lo que pensaba. Sin embargo, Yurial salió en su lugar, dejándola sorprendida y aliviada al mismo tiempo.

-Me conoces bien, ¿no? -Lith dijo.

-Déjame adivinar. Estabas a punto de escaparte y dejarnos en la oscuridad. Tal como lo hiciste con tu familia durante todos esos años. -La calma de Phloria no duró mucho. No cuando vio la mirada determinada en su rostro.

-Sí, lo estaba. Yurial ya me convenció de que no lo hiciera. No hay necesidad de regañarme de nuevo.

-¿Estás diciendo que vas a volver a la Academia con nosotros? -Phloria no podía creer lo que oía.

-No. Los enviaré de regreso, pero sólo después de explicarles la situación. Por favor, entren. Yurial, por favor, déjanos solos.

De regreso a la tienda de los chicos, Lith lanzó el hechizo Hush. No tenía idea de cómo funcionaba la magia que distorsionaba el espacio de la tienda. Lith quería estar seguro de que lo que estaba a punto de decir quedaría entre los dos.