V.

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- ¿Qué haces aquí, Rubius? - El primero en romper el silencio que se formó dentro de la habitación fue el albino de ojos rasgados, ignorando por completo la expresión desconcertada del pelinegro, quien permanecía a un lado del híbrido de oso.

- Uh... - Rubius formó una mueca en sus labios - Es una larga historia - Respondió con simpleza restándole importancia - No sabía que también lo conocías - Dijo esta vez refiriéndose tercero en la habitación.

- Somos mejores amigos desde niños - Explicó el menor haciendo una pausa para enfatizar sus próximas palabras - Y... Yo soy él que está realmente sorprendido de que ustedes dos se conozcan, especialmente cuando tú... - Detuvo sus palabras al percatarse de qué tal vez decirlas frente a su mejor amigo no era la mejor idea.

Rubius entendió lo que el albino iba a decir, volviendo a conectar su mirada con este para comunicarle que hacía bien en guardar silencio.

Por otro lado, Vegetta observaba la escena con semblante confundido y hasta cierto punto desorientado, pues por la confianza con la que se hablaban ambos hombres, era obvio que se conocían; Aunque no sabía hasta que punto lo hacían.
-¿Cómo... Cómo es que ustedes se conocen? - Indagó una de las tantas dudas que surgían en su mente.

Willy apartó la mirada del híbrido, formando una media sonrisa antes de repetir las mismas palabras que el híbrido le había dicho unos minutos atrás - Es una larga historia... Pero ¿Recuerdas la moderna construcción de mármol blanco que está prácticamente a espaldas de mi casa, cruzando el lago de atrás? - Vegetta asintió quedamente. - Bueno pues...

- Yo vivo ahí - Completó el híbrido

Las dudas dentro del azabache sólo continuaron aumentando, provocando que quisiera indagar más al respecto. Mas antes de siquiera poder formar otra pregunta, la voz exaltada del albino retumbó entre las cuatros paredes.

- Joder Rubius... ¿Qué te pasó? - Inquirió el menor reparando en el continuó y amplio vendaje que cubría el torso del híbrido.

- Es la razón por la que estoy aquí - Admitió Rubén, mientras veía como el de ojos rasgados se le acercaba.

Willy hizo ademán de tocar la zona herida del castaño mientras que su boca se abría para decir algo al respecto de su estado, mas al sentir la mirada amatista desconcertada sobre él, frenó sus movimientos.
Se giró entonces hacia el dueño de esta.
-Vegetta... Sé que seguramente tienes muchas dudas ahora sobre qué relación tenemos nosotros dos pero... ¿Te importaría dejarnos a solas un momento?

La forma casi demandante/suplicante con la que se dirigió a él, hizo que Vegetta no pudiera negarse, así que sólo soltó un suspiro derrotado mientras se ponía de pie - Está bien, los dejó...

Cuando este desapareció desapareció del campo visual de ambos hombres, estos volvieron a conectar sus miradas.
- Entonces Rubius... Estoy esperando - Habló el de ojos rasgados.

- ¿Qué?

- ¿Cómo te hiciste eso? - Inquirió esta vez acercándose de sobremanera al castaño. El híbrido respingo en su lugar al sentir los fríos dedos del albino recorriendo su piel lastimada.

- Yo... Caí en una trampa - Admitió con un pequeño rubor en su rostro, producto de la vergüenza que le daba recordar.

Los labios del contrario se apretaron ligeramente, antes de apartarse por completo del híbrido. - ¿Por qué te fuiste sin avisarnos, Rubius? ¿Por qué no intentaste contactarnos para decirnos dónde estabas o si estabas bien? ¿Sabes lo preocupados que estabamos por ti? ¡Creímos que Lolito te había hecho algo!

- Pensé que Mangel se los diría - Se defendió el mayor desviando la mirada - Fue al último que vi antes de irme

Willy soltó un pequeño gruñido - Eres tonto tío, sí ya habías escapado ¿Por qué volviste? Sólo viniste a lastimarte

𝕊𝕖𝕥𝕥𝕝𝕖𝕕 𝕕𝕖𝕓𝕥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora