11. Nunca molestas

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En cuanto acabaron, se dirigieron a sentarse en las escaleras. Alba se colocó entre las piernas de Hugo. Los monitores habían colocado mesas con dos sillas cada una delante de recepción para que se sentaran las parejas. El director se puso delante de todos y empezó a hablar:
   -Buenas noches a todos y bienvenidos a la primera edición de First Dates. Durante todo el día habéis metido parejas en la urna de recepción para escoger a los concursantes. En cada mesa hay unas preguntas que los dos debéis responder. Ahora voy a dar paso a las parejas elegidas: Diego y Laura- los dos monitores se colocaron en la primera mesa- Aine y Jorge- ellos hicieron lo mismo- Anaju y Eva- las chicas se miraron felices y ocuparon dos sillas- Candela y Lucas, Alba y Hugo- el chico la miró sonriendo y la ayudó a levantarse- Samantha y Flavio- a la chica no le apetecía demasiado, pero sería una buena oportunidad para hablar con él- y Martín y Claudia. Id colocándoos en vuestras mesas.
   Todos se sentaron. Flavio intentaba buscar la mirada de Sam, pero esta la tenía clavada en la mesa. La chica era consciente de que, si lo miraba a los ojos, lo perdonaría al instante, pero su orgullo no quería dejar que eso pasara.
   -Bueno, vamos a usar estas preguntas que según Internet son "para encoñarse en la primera cita". Vale, la primera pregunta: Si pudieses elegir a cualquier persona en el mundo, viva o muerta, ¿a quién invitarías a cenar?
   -A mi padre- contestó Hugo mirando a Alba, intentando no mostrarse tan triste como se sentía al pensar en eso. Su padre había muerto el año anterior y aún no había conseguido superarlo del todo. La chica le cogió la mano en señal de apoyo.
   -Enumerad tres cosas que creáis que tenéis en común con el otro.-continuó el director.
-Que somos unos dramáticos, que nos pillamos de la gente fácilmente y que nos cuesta hablar las cosas- respondió Flavio intentando captar la atención de Samantha. La chica levantó la mirada lentamente y se encontró con el chico esbozando una sonrisa.
-¿De qué os sentís más agradecidos?- preguntó después.
   -De tener la familia que tengo y unos amigos en los que puedo confiar de verdad- contestó Sam sin apartar la vista del chico.
   -¿Si pudieses cambiar algo de tu infancia, qué sería?
   -Que mis padres se hubieran divorciado antes en vez de pagar sus broncas conmigo y con mi hermano.- dijo Alba. Ella y Nico lo habían pasado realmente mal oyéndoles discutir todas las noches y el divorcio había sido lo mejor que les podía haber pasado.
   -Si te pudieras levantar mañana con una nueva cualidad o habilidad, ¿qué querrías que fuese?
   -Dejar de ser tan tímido y abrirme más con la gente que me importa.- respondió Flavio intentando que Sam pillara la indirecta.
   -¿Qué le preguntarías a una bola de cristal si esta te pudiese decir la verdad sobre ti, tu vida, tu futuro o sobre cualquier cosa?
  -Le preguntaría si, en el momento de mi muerte, seré feliz al pensar en todo lo que he vivido y he conseguido- contestó Sam.
  -¿Hay algo que quieras hacer desde hace  tiempo? ¿Por qué no lo has hecho todavía?
   -Volver a pillarme por alguien como lo estuve por Manu, pero tengo miedo a que vuelvan a hacerme daño y esta vez no ser capaz de volver a ser feliz- dijo Alba mientras veía la sonrisa de Hugo, que quería decirle que él nunca le haría algo así.
-Si supieras que morirás en un año, ¿cambiarías tu forma de vivir? ¿Por qué?
   -Sí, tendría el valor para terminar con lo que no me hace feliz ya y así podría buscar algo que sí lo haga. - respondió Hugo haciendo referencia a su relación con Ana, pero sin dar demasiados detalles. No le había contado a Alba nada sobre ella y estaba empezando a tener remordimientos por eso.
   -¿Qué es lo que más valoras en un amigo?
   -La confianza sobre todo, pero también que sepa decirte tanto lo que haces bien como lo que haces mal.- contestó Samantha decidida.
   -¿Qué rol juega el amor y el afecto en tu vida?
   -Yo nunca he tenido una relación seria y, normalmente, suelo ser demasiado tímido como para dar el paso cuando me gusta una chica.- dijo Flavio.
-Comparte cinco características que consideras positivas de la otra persona.
   -Que sabes escuchar, siempre te preocupas por los demás, cantas muy muy bien, haces todo lo posible por ayudar a la gente que te importa y, no sé cómo lo haces, pero consigues estar guapa hasta recién levantada- respondió Hugo. Alba se empezó a poner muy colorada pero no apartó la vista de la sonrisa del chico.
   -Dile a la otra persona algo que te guste de él o ella. Sé muy honesto.
   -Que sabes siempre qué decirme cuando estoy mal para que me sienta mejor y me haces sentir valorada- dijo Alba.
   -Si supieras que vas a morir esta noche sin hablar antes con nadie, ¿qué te arrepentirás de no haber contado nunca?
   -Que tú me gustas, aunque a veces no lo demuestre y me aleje sin razón.- contestó Flavio haciendo que Sam sonriera por primera vez en la noche.
   -¿Cuál fue la última vez que lloraste delante de alguien? ¿Y sólo?
   -Nunca he llorado delante de alguien y solo creo que desde la muerte de mi padre.- dijo Hugo.
   -Dile a la otra persona algo que ya te guste de él o ella.
   -Que eres muy dulce con todo el mundo y transmites calma en los momentos más tensos.- dijo Samantha.
   -Vale chicos, última pregunta. Si fueras a ser amigo íntimo de la otra persona, comparte algo que crees que es importante que sepa.
   -Creo que tú ya sabes todo lo que tienes que saber sobre mí.- respondió Alba.
   Entonces empezó a sonar "Big girls don't cry" y todos se levantaron de las mesas y se dirigieron a sus cabañas. Por el camino, Flavio alcanzó a Sam que iba hablando con Alba.
   -Ven un segundo, porfa.-le dijo el chico.- ¿Estás ya menos enfadada conmigo, rubia?
   -Yo no estaba enfadada- mintió Sam. Sí que lo estaba, pero con todo lo de la cita se le había pasado un poco.
   -Menos mal. ¿Hoy me acoges en tu cama?
   -Vale- respondió la chica mientras recibía un abrazo. Se metieron cada uno en su cabaña para hablar con sus monitores. Hugo se dirigía también hacia allí cuando alguien le llamó desde atrás.
   -Hugo- dijo Alba. No habían hablado desde que se habían levantado de la mesa y, después de todo lo que se habían contado, necesitaba hacerlo. Al oír su nombre, el chico se dio la vuelta.
   -Dime, bebé.- respondió mientras se acercaba a ella lentamente.
  -¿Puedo ir después a dormir contigo?- se atrevió a preguntarle- Si no te molesto, claro.
   -Tú nunca molestas- contestó él juntándose más de forma que sus labios estaban cada vez más cerca.
   Alba sentía su respiración y empezaba a sentir las mariposas en el estómago. Estaba sintiendo algo que nunca había experimentado, ni siquiera cuando estaba bien con Manu. Se estaba planteando si besarlo en ese momento cuando les interrumpieron:
   -Venga Albi, entra ya.- le decía Aine desde la puerta. Los dos chicos se separaron rápidamente.
   -Ven cuando quieras- le dijo Hugo antes de dirigirse hacia su cabaña.
   Alba entró en su cabaña y se encontró con las tres chicas y su monitora mirándola fijamente.
  -Se os veía muy juntitos- comentó Aine.- Perdón por interrumpir, por cierto.
   -"No me gusta, solo somos amigos" nininini- dijo Eva vacilándola.
  -A ver, vamos a lo importante. ¿Le has comido la boca por fin?- preguntó Sam.
   -Que no, pesadas.- respondió Alba. Prefirió no contarles que esa noche no dormiría allí para que no se pusieran a insistirle más. Además, no se sentía cómoda hablando de Hugo con Aine delante desde que había descubierto que era su hermana.
-Bueno, tú mantennos al día de las novedades- terminó Aine.- Venga, que ya es tarde.- La monitora salió de la cabaña.
   Eva y Anaju se metieron en la cama de abajo y Sam llamó a Alba para hablar con ella un rato.
   -Ahora dime la verdad. ¿Te liaste con Hugo o no?-le preguntó.
   -No- respondió intentando que no se notara la desilusión en su cara.
   -¿Vas a seguir negándome que te gusta?- dijo Samantha. Alba no respondió, lo que dio a entender que la rubia tenía razón.- Lo sabía desde el principio.
   Entonces, en ese momento se oyó a alguien petar en la puerta. Alba se dirigía hacia allí para ir a la otra cabaña, así que le abrió. La chica se sorprendió al ver a Flavio allí, pues su amiga no le había contado nada sobre que habían arreglado las cosas. Igualmente, se despidió de ella, que puso una cara que parecía un poema, y salió de la cabaña. Caminó hacia la de al lado y se quedó delante de la puerta. Estaba nerviosa, lo sabía, pero no entendía muy bien por qué. Ella y Hugo tenían la suficiente confianza como para hablar de su pasado pero pensar en dormir con él hacía que miles de mariposas se revolvieran en su estómago a la velocidad de la luz. Con los nervios a flor de piel, dió dos golpes lentos en la puerta. Oyó que la invitaban a entrar, así que lo hizo y se encontró con Gérard y Rafa que la miraban con los ojos como platos. Entonces, Hugo salió del baño y la chica esbozó una sonrisa. El chico se sentó en la cama de Flavio, ya que este no iba a utilizarla.
   -Ven aquí anda, que pareces un flan de lo nerviosa que te me has puesto illo.-le dijo Hugo. Alba se sentó a su lado y suspiró, intentando tranquilizarse un poco.
  -Ay, no sé qué me pasa.-comentó ella mirando al suelo.
   -Albitaaa- le llamó- relájate, por Dios.
   Se metieron los dos en la cama. En cuanto la chica se encontró entre los brazos del rubio, todos los nervios que tenía se esfumaron. Escuchaba el latir de su corazón y su respiración tranquila. Hugo le dio un beso en la cabeza y, mientras le acariciaba el pelo despacio, los dos se quedaron dormidos.
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Un poco intensito el capítulo, nada más.

<3

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