"¿Dónde está Chloe Mercer, la gran promesa de la industria?" anunciaban los periódicos. Tras verse en el punto de no retorno Chloe sentía que estaba perdida, por lo que tendría que volver a su ciudad natal para volver a encontrarse a sí misma, y par...
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"Cuando no haya sido tu día, ni tu semana, ni tu mes, o ni siquiera tu año. Yo estaré allí para ti. Cuando empiece a llover muchísimo, estaré ahí para ti. Como he estado antes, estaré ahí para ti. Porque tú también estás ahí para mí."
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Julie no paraba de ir de un lado a otro de la parte trasera del escenario, yo desde una silla la miraba de derecha a izquierda siguiéndole el paso.
-Jules, me estás mareando.- dije aún siguiéndola con la mirada.
-Lo siento, Chloè pero los chicos deberían estar ya aquí.- dijo parando frente a mí.
-Estarán haciendo cosas de fantasmas.- me encogí de hombros.- o haciendo el idiota que es lo más probable.- sonreí, esa idea me parecía más acertada.
-Los voy a volver a matar si no aparecen.- gritó desesperada.
-Aparecerán.- sonreí, aunque realmente comenzaba a no fiarme de mis palabras.
-Hey, Chloè.- Un chico con pantalones anchos y camiseta igual se dirigió hacia a mi.- Soy Connor, organizador del evento. Me preguntaba si querrías actuar.- el chico se veía nervioso y jugeteaba con el borde de su camisa.
-No, gracias.- sonreí y volví la atención a mi amiga.
-Oh.- musitó el chico.
-¡Chloè, no seas así con él!.- me regañó mi amiga. Yo suspiré y volví a girarme al chico.
-Querido Connor, estoy de vacaciones no pienso cantar. Adiós.- dije con una sonrisa tensa y volviendo la atención a Julie que me miraba de manera desaprobatoria. Yo me encogí de hombros.
No quería que nadie se enterase de que no podía cantar sin que me diese un ataque de ansiedad en mitad de la canción o que necesitaba beberme medio litro de vodka antes de subirme a un escenario para que no me temblasen las manos. No, no debían saberlo.
-¡Julie!.- una voz chillona hizo acto de presencia, y no tuve necesidad de girarme para saber sin problema quien era.
