Admirador Secreto || MinLix

5

—¿Seguro no podrás venir?

—Ya te he dicho que quede con Seungmin en su casa hoy, lo lamento amigo pero no podré acompañarte. —contesto del otro lado de la línea.

—Pero soy tu mejor amigo Hyunjin. —hizo un puchero el cual Hyunjin no pudo ver.

—Si, lo sé y lo siento, pero ¡Por fin estaré con Seungminnie a solas!. Y también tendrías que estar contento ¿Que no ansiabas pasar la tarde con MinHo? ¡Es tu oportunidad de hablar con el!

—¡Si lo sé! ¡Pero tengo miedo de ponerme nervioso y decir cualquier tontería! Ya sabes como me pongo cuando estoy nervioso. —lloriqueo.

—Hey vamos, no te desanimes, seguro saldrá todo bien, es solo un trabajo práctico.

—Pero- —lo interrumpe el sonido del tiembre.

—¡Oh por dios ya está aquí! —se levanto de golpe del sillón en dónde estaba sentado con el celular pegado a la oreja.

—Bien, recuerda, estate tranquilo nada malo pasará, solo harán el trabajo y ya, y con suerte podrás entablar una conversación y acercarte más a él.

—Lo haces sonar tan fácil. —vuelve a sonar el timbre. —tengo que colgar, deséame suerte.

—Suerte hermano.

Félix cuelga la llamada, suelta un gran suspiro, peina un poco su cabello y camina hacia la puerta.

—Hola —saludo un sonriente MinHo del otro lado de la puerta.

*¡Dios que sonrisa más perfecta!*

—Creí que no había nadie. —rio suavemente. Félix había quedado embobado con la sonrisa de MinHo hasta que una mano frente a el lo hizo volver a la tierra. —Oye, ¿Te encuentras bien?

—¿Eh? ¡Ah, si si! S-solo pensaba, pasa.

MinHo entro y Félix cerró la puerta a sus espaldas.

—Valla, que ambiente más tranquilo, en mi casa siempre hay ruido, no soporto a las amigas de mi mamá y sus hijas. —dejo su mochila al lado de un sillón para luego sentarse.

—Mi madre no es muy social, ella trabaja mucho y no tiene tiempo casi para nada. —dijo sentándose frente al pelinegro.

—¿Vives solo con tu mamá? —pregunto curioso.

—Eh, si, mi padre nos abandono hace un tiempo. —contestó algo incómodo.

MinHo noto la incomodidad en la mirada del pecoso y se arrepintió un poco de su pregunta.

—Lo siento, soy algo curioso, no quise incomodarte.

—No, está bien. —sonrio mostrando sus dientes.

—Okey, será mejor que comencemos con el trabajo.

—Si, tienes razón.

Ambos sacaron sus libros, apuntes y cartulinas para empezar el proyecto. Mientras MinHo leía y apuntaba algunas cosas en su cuaderno, Félix desviaba de vez en cuando su mirada hacia el mayor, MinHo parecía no notarlo, se veía tan guapo. Su mirada fija, su ceño levemente fruncido, sus labios formando una pequeña mueca y su suave respiración lo hacía ver realmente hermoso. Todas sus facciones eran realmente perfectas.

Félix sin notarlo se quedó fijamente observándolo con detenimiento.

MinHo al sentirse observado levantó su vista del libro encontrándose con los ojos marrones café del pecoso mirándole fijamente.

Félix sintió toda su carita caliente en un segundo y se imagino su cara completamente roja. Desvió su mirada rápidamente al libro el cual estaba "leyendo" y carraspeo sus garganta suavemente.