- ¿Cuándo crees que se dé cuenta que Tsuna solo le está contestando para que lo deje en paz? – Y dormir. O fingir dormir. Como funcionara.
- A este punto no sé cómo Tsuna-sama sigue respondiendo todo bien. – Y terminado de traumatizar a todo el salón, de combo.
Bien la clase podría ser de un solo alumno y un solo profesor. O dos colegas debatiendo un tema en público. Con toda honestidad, este era el único profesor de los nuevos que parecía encontrar las respuestas al punto y correctas de Tsuna como algo maravilloso. Los demás lo encontraban molesto. El primer par de veces fue bien, y luego cayeron en el punto de creer que era un cerebrito y con ello dejar de preguntarle cosas y más bien usándolo de ejemplo ante los demás estudiantes.
Nadie hubiera creído que esto hubiera sido posible hace unos meses. Y todo era porque Tsuna solo quería que lo dejaran en paz. Y aquí estaba, cerca de tener un debate con el profesor gracias a tanta participación que estaba teniendo. ¿Lo peor?, era el profesor de arte. Repito: Arte.
- Lo siento Tsuna, tengo algo que hacer en casa hoy-
- Y yo tengo que ir a arreglar unos asuntos del apartamento. – Ambas cosas eran mentira. Esperaban que Tsuna no fuera a sacárselos en cara. – Oí que el idiota de Hibari te estaba buscando, creo que no quiere hacer el papeleo…
- ¿Quién diantres quiere hacer papeleo? – Nadie, aparentemente, por ese tono. – Al menos tiene una cafetera-
- Tsunayoshi, ¿un momento por favor? – ¿Le iba a hacer más preguntas?
Ya se enterarían después. Al menos los salvo de inventar más excusas. No tenían mucho tiempo como era, y menos con alguien de seguro noto que le habían mentido. Esa intuición podía ser aterradora. Tsuna también, pero no iban a mencionar eso.
- Deberías de haber visto el golpazo que le metió a tu yo futuro Gokudera. – ¿Cuántas veces lo había dicho ya?
De todas las cosas nunca pensó que Tsuna jugaría con Gokudera de tal forma y menos que terminaría metiéndole un puñetazo. Dos en realidad, pero era el principio no la cantidad. No era que estuviera diciendo que se mereciera el puñetazo o no, si alguien sabia eso era la persona que había metido el golpazo. Se vio venir algo no muy lindo, pero jamás algo así. Aun no podía evitar reírse cuando se acordaba.
- Apuesto a te hubiera gustado ser tú. – Vino la respuesta un tanto irritada de alguien que ya había escuchado lo mismo varias veces.
- Solo si hubiera seguido molestando a Tsuna. – Dejo de sonreír, ya no era divertido. – No tienen idea de que están tratando con el suyo, e incluso si no fuera así lo que le dicen y lo que le preguntan dan mucho y poco a la imaginación. – No quería ni pensar en cómo el Tsuna de esta época podría tomarlo. – No podemos confiar en que sigan simples instrucciones Gokudera. – No podían volverlo a hacer, no por su cuenta.
No habían recibido más que un ceño fruncido y una mirada de muerte. Solo eso. La breve admisión de que hubiera sido un buen plan si el Gokudera del futuro no hubiera ignorado las instrucciones (y su lógica) no ayudaba mucho. Había ido mal, y no habían logrado nada. A la final el otro Reborn no le dejo ver a Tsuna así que todo fallo. No valió la pena ni aunque hubieran visto al Tsuna de este tiempo, no con las consecuencias.
- ¿Tsunayoshi? – Por supuesto, por supuesto.
- Hola a ti también Hibari. – Tuvo que hacer una doble toma. Estaba seguro de que Gokudera también. – El profesor de arte lo atajo, debería de venir en cualquier momento. – De cualquier forma: - Nos vamos adelantando. – Un leve asentimiento y el prefecto no les dio más atención.
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Family of the Past
FanfictionUna muerte, una sola muerte para salvar a su familia provoco la destrucción de su vida por así decirlo, aún así, no se arrepentía de lo sucedido. No obstante, un deseo cambio todo...