MarkHyuck | Bad Lucky

012

˚₊· ͟͟͞͞➳❥┆012┊I need your help

Corría y corría, lo más rápido que sus piernas se lo permitían. Tenía el corazón a mil y no veía la hora de llegar.

Y cuando ya se encontraba a unas cuadras sus piernas le fallaron y cayó al suelo raspando sus rodillas. Se maldijo a si mismo mientras se levantaba del suelo. El miedo que Mark pudiera salir gravemente lastimado lo tenía tan afligido que ni siquiera podía prestarle atención al ardor en su lastimadura.

Una vez llegó al maldito edificio, tocó timbre una y otra vez. Y recordó que en su visión, no había luz en el edificio. Pero para su suerte una señora estaba saliendo del mismo por lo que se aprovecho para entrar y subir las escaleras hasta el quinto piso.

Sus piernas no daban más, estaban empapadas de sangre y no dejaban de temblar. Él no dejaba de temblar.

Dió unos cuantos golpes a la puerta y nada. No hubo respuesta, lo cual logró desesperarlo aún más.

-¿Qué sucede?-Preguntó el vecino de al lado.

-¿Sabes si hay alguien en casa?-Preguntó ansioso.

-No, salieron hace un rato.-Respondió tranquilo el señor.

-¿De casualidad no tenés el numero de Taeyong no?-Indagó el menor mientras se mordía el labio y suplicaba para que el señor le diera una respuesta afirmativa.

-Si. ¿Estas bien? ¿Pasa algo? Tenes las piernas lastimadas.-Observó el más alto.

-Si, si, solo necesito llamarlo, ¿Me prestarías tu celular por favor? Es una emergencia.-El hombre frente a él buscó su teléfono y marcó el número de su vecino con quien había hablado un par de veces, y le pasó el celular al chico frente suyo.

Movía las piernas de un lado al otro mientras el celular sonaba, necesitaba que atienda, necesitaba saber que Mark estaba bien.

-¿Jaehyun?-Preguntó una voz en la otra línea.

-No, soy yo DongHyuck, Señor Taeyong ¿Mark está bien?-Un suspiro se escuchó en la otra línea lo que logró ponerle la piel de gallina al castaño.

-No Hyuck, se cayó por las escaleras, estamos en el hospital.-Respondió. DongHyuck se congeló en su lugar y un escalofrío lo recorrió.

-¿Dónde estas?-Fue lo único que logró formular. Y una vez el padre de Mark le dijo en que hospital estaba, devolvió enseguida el celular aquel muchacho y corrió escaleras abajo.

Una vez salió de aquel edificio se dispuso a seguir corriendo pero al pisar le dolía muchísimo. Quería llorar de frustración.

Más adelante vió un taxi, pero no tenía dinero con él.

Miraba hacía todos lados hasta que lo vió. Esa era su única oportunidad para llegar hasta donde estaba Mark. Asi que se acercó aquellos dos chicos. Se acercó a Renjun y Xiaojun.

-¿Hyuck?-Se asombró de verlo en frente suyo, con las rodillas lastimadas y totalmente agitado.-¿Qué te pasó? ¿Estas bien?-Preguntó Huang soltando las manos de su pareja y corriendo a su mejor amigo.

-Necesito tu ayuda Ren.-

-¿Qué necesitas?-

-Necesito que me lleves al hospital, le pasó algo a Mark.-Respondió sin más, su mejor amigo miró a su novio y los tres se encaminaron hasta el auto del mas grande.

Una vez se subieron al auto, Xiao arrancó y salieron disparados hacia el hospital. Renjun quería hablar, tenía miles de preguntas para DongHyuck pero las palabras no le salían.

Y el castaño estaba demasiado asustado como para decir algo. Su pierna no dejaba de moverse ansiosa y ya se había mordido las uñas de toda una mano.

Cuando llegaron, DongHyuck salió apresurado del auto seguido de Renjun, Dejun prefirió quedarse esperando en el auto.

Rápidamente se acercaron a la recepción y preguntaron por el canadiense. La enfermera le indicó donde estaban y se encaminaron hasta ese lugar lo más rápido que sus piernas lastimadas se lo permitieron.

Al llegar a la habitación que les indicó la doctora, el castaño vió a Mark sentado en una cama y su padre a su lado.

-Mark...-Soltó mientras se acercaba a él para abrazarlo. Pero la mirada del canadiense era extraña. Lo miraba con desconfianza, lo que hizo que DongHyuck se detuviera a mitad de su camino.

-DongHyuck...-Lo llamó Taeyong.

Pero el menor ya sabía lo que pasaba, no había llegado a tiempo a evitarlo y eso era lo que más le molestaba.

El pelinegro lo miró, y luego habló.

-¿Quién sos?-