Capítulo piloto

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Cuando el último de aquellos despojos, que alguna vez fueron personas, yacía en el suelo sin ningún signo de volver a levantarse, Alex dejó el machete apoyado en la mesa y se sentó en la silla que había al lado. Su cuerpo entero cubierto de la sangre de aquellas cosas resultaba una imagen asquerosa de mirar, su pelo negro liso se notaba sucio y dejaba ver que hacía mucho tiempo no se daba una ducha en condiciones. La habitación donde se encontraba también era un caos, por la cantidad de mesas que allí había más la gran pizarra, ahora tirada en el suelo, se notaba que era un aula de clases, todos estos detalles eran apenas percibibles por la luz de la luna que entraba por las ventanas rotas. En ese momento la puerta se abrió y una figura femenina se dislumbro por el umbral.

- Alex nos vamos, ya es momento de partir - dijo la chica al tiempo que se metía dentro del aula y su pelo castaño se agitaba por el movimiento repentino. Poseía una estatura bajita, quizá 1.50 además de ser de complexión delgada, era imposible distinguir más en aquella penumbra.

- Ah, lo sé - suspiró Alex - ya va siendo de irnos.

- ¿Por qué los mataste?- pregunta la chica mientras señalaba el grupo de más de 5 cuerpos en medio del aula.

- Antaño fueron nuestros compañeros - dijo Alex incorporandose de la silla - creo que lo minimo que podía hacer por ellos era acabar con su sufrimiento - añadió mientras se acercaba a ella y agarraba el machete.

- ¿Cómo llegamos a esta situación?- dijo tristemente ella - ¿Recuerdas cómo llegamos a esto? ¿El día que todo empezó?

Alex asintió con la cabeza mientras le tocaba el hombro. Era un día que él no pensaba olvidar nunca.

Era una mañana como cualquier otra, Alex se levantó de la cama para ir a la universidad. Mientras desayunaba decidió prender la tele para ver las noticias llevaban semanas hablando de un nuevo virus, al parecer algo que estaba preocupando mucho a los gobiernos, pero a pesar de todo seguían sin mostrar imagenes ni decir los sistomas de la enfermedad.

- Es un poco absurdo preocupar tanto a la gente sobre una nueva pandemia mundial y ni siquiera decir los sintomas de esta - pensaba Alex en voz alta.

Luego de acabar de prepararse se marchó a la universidad. Todo el día transcurrió con normalidad, efectivamente, se había acostumbrado a ver camiones del ejercito por toda la zona. Y aunque parezca raro, ya no le molestaba o incomodaba ver a los soldados armados rodeando el perímetro, llevaban ya un mes así. Pero si te acercabas a ellos a preguntar lo que pasaba nunca respondían.

El rectorado de la universidad dijo que era debido a la gravedad de la situación del virus y que estuviesen tranquilos, que no pasaría nada y las clases continuarian con normalidad.

Alex llegó al salón de clases, el salón parecían dos aulas de secundaria juntas, las ventanas estaban en la pared opuesta a las dos puertas que había para acceder al recinto además, las mesas estaban organizadas de tal manera que dejaban un pasillo en la mitad del aula; la gran pizarra, situada en la pared continua a la puerta por donde entró Alex, todavía tenía apuntes de las clases de ayer. Aproximadamente 40 alumnos estaban en el aula y aunque Alex no tuviese una mala relación con ninguno, poseía su propio grupo de amigos. Al entrar en clases se acercó donde estaban ellos platicando, una esquina del salón pegada a las ventanas y justo en las primeras filas.

- ¿Habeís visto las noticias hoy? - preguntó Laura preocupada. Laura era una chica de 1.64, pelo rubio que le caía hasta los hombros y bastante guapa. - Porque a mí todo esto de que no nos quieran decir nada ya me parece preocupante.

- Es cierto - comentando Alex metiendose a la conversación - Yo si vi las noticias esta mañana y realmente creo que es extraño alarmar tanto a la población sobre algo que aún no vemos. Por cierto buenos días chicos.

The end of the trip (sigue siendo provisional pero queda mejor que el otro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora