Desafortunadamente hoy tenía junta para chequear con el director el progreso de los pequeños.
En estos dos meses que llevamos de clases, pocas veces me he topado con el director y en verdad lo agradecía porque me sentía tremendamente incómoda, era inevitable no recordar que me vió el seno y sentía más incomodidad porque el único hombre que me los había visto fue mi esposo, sentía que lo estaba traicionando.
Nervios es lo que siento desde que convocó la junta y peor aún si iba sin mi pequeño Jhon, hoy no tenía clases y se quiso quedarse con su abuelita, mientras que traje a mi Fiorella porque ha resentido que este menos horas con ella.
Camino a pasos lentos cargando a mi bebé y dos bolsos, uno son mis pertenencias y otro son las pertenencias de Fio.
—Buenos días, Mark -saludo cuando nos topamos a pocos pasos del salón de juntas.
—Buenos días, Kath y mini Kath —sonríe viendo a mi pequeña que apachurra un peluche.
—Aloo —mueve su pequeña manita saludándole.
Murmuro un gracias cuando abre la puerta y me permite pasar primero.
—Buenos días, espero que no les moleste que haya traído a mi pequeña —me disculpo con una sonrisa.
—Lenos diaaaas <<Buenos días>> —Fiorella me imita alargando la 'a'.
—Buenos días y no se preocupe señora Katherine —confiesa una voz grave y suave.
El director.
—Solo Katherine.
—Buenos días, Santino, ¿cómo estás? —Mark por fin hace acto de presencia aliviandome de la incomodidad de hablar con el director.
—Buenos días, bien, ¿y a ti, amigo?
—Genial.
—Pueden sentarse —invita el director, de inmediato pongo mis bolsos en la mesa, siento a mi hija en la mesa y me siento en la silla que se ve más acolchonada.
—¿Quién es la bebé más hermosa? —acaricio las mejillas regordetas y rosadas de mi pequeño clon—. Oh, pareces una princesa con ese vestido han brillante.
—Tiiii, toi cencenta <<Si, soy Cenicienta>> —ríe cuando le hago cosquillas en su pancita.
Me olvido de todo permitiendome consentir a mi pequeña hija, beso y acaricio sus mejillas, sus manitas, su cabello rubio recogido en dos colitas con moños azul pastel del mismo color de su vestido, sus pequeños pies cubiertos en calcetines azules ya que se quitó los zapatitos.
—Ayyy, que linda se ve —halaga la voz de una mujer.
Me giro y me encuentro a una pelinegra de ojos cafés.
—Gracias —agradezco sonriente—. Soy Kath, ¿y tú? No te había visto.
—Con que tú eres la famosa Katherine de la que todos hablan —bromea—. Un gusto, yo soy Samantha, educadora de tercer grado —me tiende una mano y dichosa la junto con la de ella.
—Amata <<Samantha>> —repite risueña Fio.
—Oh, ¿pero quién es esta preciosa princesa?
—Cencenta, ¿a la viste? <<Cenicienta, ¿ya la viste?>> —responde mi pequeña hija.
—Cenicienta y que si ya la viste —comento cuando Samantha me da una mirada confundida.
No entiende el idioma bebé.
—Ah, claro, pero tú eres más bella.—Pelo a vestido complal igual, mila es de Cencenta <<Pero mi vestido me lo compraron igual, mira es de Cenicienta>> —hace pucheritos.
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En la tierra como en el cielo.
Romance«-¿Me amas? -... » ↓ [Próximamente] Tras la muerte de su esposo y siendo madre de dos pequeños, Katherine se olvida por completo de relacionarse amorosamente con alguien. No es bueno tentar al destino porque en un Jardín de niños se...