La Vida de una Leyenda

La Vida de una Leyenda.

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X140 D.C

Un templo en llamas se podria observar cientos de personas con kimono batallando y miles de cuerpos caídos. La guerra entre el bien y el mal comenzó hace meses atrás la alianza entre los Clanes Nakiri, Kinokuni, Isshiki y etc. Estaban encontrar de los Asesinos que se oponían a la paz duradera que firmaron hace años.

-¡Kurokiba! -grito un moreno mirando como su compañero estaba acorralado con 4 enemigos.

-¡No me jodan! -grito enfadado Kurokiba poniéndose su banda sobre su cabeza y sonreír de manera alocada mientras mostraba el filo de sus dos espadas.

-¿Donde esta Yukihira? -pregunto Takumi Aldini mientras hacia un corte profundo hacia su oponente.

-¡Allí! –

En el techo de ese templo se podria ver a un pelirrojo realizando movimientos espectaculares con su katana hacia dos que se lanzaron atacarlo. El los corto matándolos y alzo un poco la mirada al encontrarse con el causante de este disturbio.

-No creí que el Legendario Indra, un verdadero Samurái decidiera rebajarse y unirse a la alianza –

-Guarda tus monólogos, Nakiri Asahi, tu padre me ordenaron traerte a casa para dictar tus castigos de todo los problemas que causaste en esta paz con los demás clanes –

-Ahora es Saiba, Indra... No pienso volver y mucho menos al mandato de Nakiri Senzaemon -frunció el ceño Asahi.

-Como gustes... Saiba Asahi -escupió el nombre Yukihira Soma mientras desvainaba la espada.

Ambos se lanzaron y el filo de la espada fue lo que ilumino todo esta catástrofe.

...

En un gran tembló se podria observar a través de la puerta, una silueta que se quitaba su toalla mostrando si excelente figura, después otras figuras femeninas aparecieron mostrando que le ponían su vestimenta.

La puerta se abrió mostrando a una bella chica de cabello rubio acomodado en una coleta con flores, poetando un kimono bello. Ella es Nakiri Erina la futura líder del Clan Nakiri.

-¡Erina-sama! –

La nombrada volteo a ver, topándose con una chica de su edad de cabello rosado con un kimono azul. Hisako Arato una de las sirvientas leales del Clan Nakiri.

-¿Sucedió algo, Hisako? -pregunto Erina mirando a la nombrada.

-Erina-sama... ¡Ellos volvieron! -respondió la pelirosa haciendo que Erina se apresurara hacia la entrada del templo.

Cuando ambas chicas llegaron, notaron a la multitud controlada por sus familiares.

-¡Mou Erina! Te tardaste -molesto su prima Nakiri Alice.

-Ahora no Alice -dijo Erina buscando con la mirada a alguien entre la multitud.

-¡Abuelo, lo trajimos de vuelta! –

Un grupo de 4 hombres se pararon enfrente de la multitud, donde empujaron a un Saiba Asahi amordazado incapaz de moverse.

-¡Soma! –

Yukihira Soma volteo a ver y fue atrapado en un gran abrazo por su prometida Nakiri Erina.

-Uff, ese diablillo nos dio un montón de problemas -suspiro Hayama siendo atendido por Hisako.

-¿Donde se fue Aldini? -dijo Kurokiba siendo abrazado por una Nakiri Alice quien estaba haciendo un berrinche.

-Aldini-kun fue a curar sus heridas con Tadokoro-chan -dijo Isshiki Satoshi con una leve sonrisa y notar como Kinokuni Nene desvió la mirada por ser captado por este.

-Buen trabajo, no saben lo agradecido que estoy por traer devuelta a Asahi-kun -dijo Senzaemon para ver al nombrado.- guardias llévenlo al calabozo, trataremos con el enseguida

-¡Hai, Nakiri-dono! –

Los guardias se llevaron a Saiba Asahi, que pronto será tratado por los superiores del Clan Nakiri.

-Ya ya Erina, estoy bien -trato de tranquilizar Soma a su prometida que estaba sollozando.

-¿Como quieres que me tranquilice? Estaba muy preocupada por si algo te llegara a pasar -dijo la pelimiel abrazando con fuerza al pelirrojo.- pensé... Que te perdería...

-Oye -dijo Soma cálidamente.- te prometí que volvería y que me quedare junto a ti, por el resto de mi eternidad

-Soma... -musito Erina sorprendida y lo abrazo con fuerza.- yo tambien... Quiero estar contigo hasta la eternidad

El pelirrojo tomo el mentón de su bella prometida y le propino un beso, cosa que esta ultima no puso resistencia.

Ahora la paz ya no será cosa temporal... Sino más bien eterna.

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