Alex cayó de rodillas al suelo, tras ese repentino momento de valentía su cuerpo empezó a temblar, no se podía creer lo que acababa de pasar. Seguía sosteniendo el arma con la que acababa de quitar una vida humana. Lo que más aterraba a Alex era la facilidad con la que había apretado el gatillo. Su mente rápidamente empezó a tener un debate interno sobre toda la situación:
- Nosotros no hemos hecho nada malo porque si no lo hubiéramos hecho Pertino quizá estaría muerto.
- Pero ¿eso justifica él que hayamos arrebatado una vida?
- Si no lo hubiéramos hecho los dos estaríamos muertos.
- Tal vez podrías haber hablado con el soldado y haberle convencido de que no te matara.
- Cuando nos pusimos a llorar él dijo que tenía que matarnos sí o sí, no teníamos otra opción.
- ¿Por qué no lo dejaste simplemente inconsciente? Habrías conseguido lo mismo. ¿No crees?
- Es probable... Pero aún así..
- ¡Reconócelo en el fondo deseábamos matarlo! ¡¿Verdad?!
- No...no te equivocas, yo no quería matarlo. Fue la situación la que me hizo actuar rápidamente y disparar, yo no soy un asesino.
- Si lo somos, hemos matado a una persona...
- ¡Pero esa persona iba a matarnos!
- ¡¿Y sólo por eso crees que tienes derecho a arrebatarle tú la vida?!
- ¡Yo solo quería vivir!
...
Mientras dentro de Alex estaba ocurriendo esta discusión, el mundo real tampoco estaba en calma precisamente. Seguían escuchándose los gritos de la gente y los disparos de fondo, aunque la escalera de incendios era un lugar bastante silencioso en ese momento.
Pertino aún estaba procesándolo todo, solo había pasado un minuto de reloj desde que Alex había apretado el gatillo, pero para él parecían horas. Aún se encontraba en el suelo, aunque se había movido para apoyarse en la pared mientras contemplaba todo el espectáculo.
Su rostro mostraba una expresión de horror y sorpresa, su piel normalmente de un tono canela se había tornado de manchas rojas en su rostro. Pertino parpadeo rápidamente intentando recuperar la compostura, miró a su izquierda solo para ver el cadáver del soldado, el tiro de Alex le había atravesado justo en medio de la garganta. Lo peor de todo era que el soldado seguía vivo, aunque Pertino al ver el charco de sangre pensó que no sería por mucho tiempo. Observó el uniforme militar y vio el arma del soldado a la derecha de su cuerpo, además de la funda del revólver donde antes estaba el arma y en la parte izquierda de la cintura había lo que parecía un cuchillo militar colgando de su funda era eso o un machete.
Tras haber recobrado un poco la compostura se puso en pie, a pesar de toda la situación que acababan de pasar seguían sin estar a salvo en ese sitio, tenían que ponerse en marcha cuanto antes. Volteó a su derecha preparado para tener que devolver a Alex al mundo real y volver a correr. Se acercó despacio hacia su amigo, se arrodilló a su lado, él estaba temblando y sus ojos seguían fijos en la punta del cañón. Felizmente la sangre solo le había manchado el pantalón, aunque seguía siendo quizá demasiada teniendo en cuenta la distancia. Pertino le puso la mano lentamente en el hombro, preparado para enfrentar lo que seguramente sería un episodio de ansiedad por parte de Alex. Sin embargo cuando Pertino puso la mano en su hombro, Alex le agarró la mano:
- Tranquilo Perti - dijo Alex al tiempo que retiraba la mano de Pertino y se ponía en pie - no es momento para estar mal ¿Verdad?
Pertino se quedó asombrado, la seguridad y sangre fría que estaba demostrando Alex era algo que no se esperaba para nada.
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The end of the trip (sigue siendo provisional pero queda mejor que el otro)
Novela JuvenilAlex es un joven universitario que vive su vida tranquilamente, hasta que una mañana aquel virus del que tanto a escuchado hablar por las noticias se manifiesta en su universidad. Alex y su grupo de amigos tendrán que superar un viaje en busca de su...