Carta a José

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Ya había pasado dos año desde el rodaje de la película de los tres caballeros y con ella dos años de noviazgo entre el loro brasileño y el gallo mexicano, poniendo a familiares y amigos más que felices por la pareja; en Brasil porque es la pareja con la que más tiempo a durado el de plumas verdes (sin contar a la bella Rosinha Vaz, pero eso es otra historia porque entre los dos existe una relación que consiste en romper y regresar, bueno, más bien existía hasta que llego el mexicano) y en México estaban felices porque el gallo por fin se había decidido en escoger alguna pareja, solo que hubo cierta decepción, enojos y hasta pleitos con su papá al enterarse que la dichosa pareja era hombre y no mujer, pero también esa es otra historia. Aquí la cuestión es que aunque algunos no lo quisieran admitir todos estaban felices por la relación que tenían estas dos aves.

Si a Panchito le preguntaran como era su suerte con las mujeres diría que era muy buena ya que en su pueblo había varias mujeres que mostraban interés por él, pero si le preguntan como era su suerte en el amor de seguro se reiría y diría que el amor no se hizo para él pues nunca se ha visto envuelto a que una persona le robé suspiros y noches en vela, no hasta que conoció a José.

Para Panchito tratar con José fue como un partido de futbol soccer en donde empiezas a observar con calma y a medida que avanza el partido llegan los enojos, insultos, faltas y tarjetas amarillas; así que si, cuando Panchito y José se conocieron no tenían una buena relación, pero llegaba el segundo tiempo y con el una adrenalina, emoción y un sentimiento de no querer cambiar de canal, hasta que llega el primer gol haciendo que el estadio todo se vuelve fiesta para el equipo que anotó mientras que el equipo contrario comienza a frustrarse y desesperarse, pues así estaba la mente de Panchito hecha todo un lío cuando se cuestionó por primera vez que era lo que estaba empezando a sentir por el bailarín de samba y de repente llegan más goles haciendo más visible quien podría ser el equipo vencedor, hasta que de repente una noche antes del estreno de su película llega un penalti en donde todo el estadio se quedó en un silencio sepulcral porque ese gol es el que marcaría la victoria o la derrota, y ahí vemos al jugador patear la pelota y como esta se acerca a la portería burlando al portero que tuvo que aventarse para impedir que se anotará el gol pero aun así siendo insuficiente pues la pelota atravesó la portería siendo detenida por la red causando que todo el estadio se levantara gritando de emoción y felicidad al ver como por fin los picos de las dos aves se habían unido en un beso marcando así el fin del partido y el inicio de una relación.

Después de esa noche para Panchito era como estar drogado, se sentía en las nubes cada vez que miraba a su pareja y cuando este lo besaba sorpresivamente era como si una fuerza gravitacional lo arrastrara fuertemente al piso y ese cambio de emociones que le provocaba el brasileño le encantaba, lo que no le encanto fue la decisión de tener una relación a larga distancia pero tuvo que aceptar a regañadientes pues en México su familia lo necesitaba y en Brasil necesitaban a José, así que con la promesa de que los dos se enviarían constantemente cartas se despidieron.

Y ahora después de casi un año de vivir en diferentes países podemos apreciar a un gallo bien vestido de charro firmando el final de un papel-- ¡Listo! -- exclamó apreciando el producto final-- Toma -- dijo entregándole la carta a su hermano Miguel--Lee la carta que le voy a mandar al José de mi vida, a ver si esta si me la contesta-- Miguel tomó la carta entre sus manos y comenzó a leerla.

José, cuando recibas esta carta sin razón.

--¿Estas seguro de esto?-- preguntó mirando a Panchito con incredulidad.

--Por supuesto que si.

Ya sabrás que entre nosotros todo termino

--¿No lo tomará a mal? Digo, esto se dice a la cara-- Panchito soltó unas cuantas carcajadas mientras negaba con la cabeza.

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