Capítulo 76

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[ Red ]

─Claro que no.

Su voz entró a mi sistema haciendo un corto circuito en mi cerebro.

Estoy alucinando ─pensé─ pero cuando ya no sentí sus manos y volteé a mirar, Black estaba encima del tipo, no sólo impidiendo que me lleve sino reventando su rostro a golpes.

─¡Zane! ─escucho la voz de Ryan a lo lejos.

Levanto la vista para ver más allá. En sólo segundos se encargaron de tomar a todos los presentes, incluyendo a Kerem.

Si tan solo hubieran llegado diez minutos antes...

Vuelvo a mirar a Black, no responde al llamado de su compañero. Cegado de la ira, sigue golpeando y desquitándose con el imbécil.

No voy a detenerlo. No quiero detenerlo, por mí puede matarlo a golpes.

Aún aterrada, con miedo de que nada de esto sea real, flexiono mis piernas y me arrastro hacia atrás, lejos de ellos.

Vio de reojo cómo me alejaba y al instante dejó de golpearlo.

Creo que pensó que podía temer también de él.

Totalmente agitado y todavía arrodillado encima del hombre, busca mi mirada.

─¡Red! ─grita mi nombre entre respiraciones y jadeos.

No reacciono, ni a él, ni a su mirada, ni a su voz.

─Red ─sus manos ensangrentadas se apoyan en mis rodillas. Mis ojos vacíos lo miran sin creer lo que está pasando.

─Funcionó ─admito en voz alta.

Rápido toma su chaqueta y la coloca sobre mi cuerpo para tapar mi desnudez. Su mirada de pena y tristeza me invaden por unos segundos.

No me mires así Black. No me mires cómo si estuviera arruinada, sabes que no me gusta.

¿Por qué mi mente piensa, pero mi boca no dice nada?

─Déjame ─dice, rodeando mi cuerpo para desatar mis manos.

Mis muñecas al fin se sienten libres. Mis brazos cansados vuelven a mis costados lentamente. Mi hombro duele, demasiado, pero nada se compara con la sensación de estar viva.

Siento sus dedos en las palmas de mis manos.

Hoy fui golpeada, empujada, manoseada por tantas personas, tantas manos, por tantos dedos repugnantes, pero nunca podría confundir la bella sensación que causa su piel cuando roza la mía, su tacto en mi cuerpo, su cariño en mí.

Se demora unos segundos, supongo que, por contemplar mis marcas, pero al ver a su alrededor recuerda dónde estamos, y que en realidad no tiene unos segundos.

─La coloquemos bien ─propone refiriéndose a su chaqueta, pero al ver que mi cuerpo sigue sin reaccionar, la toma por su cuenta e intenta colocármela.

Me doy cuenta de qué intenta, y lo ayudo pasando mis brazos suavemente. Con uno de ellos no tengo problemas, pero cuando es tiempo de mover el derecho, una fuerte punzada atraviesa mi hombro del dolor.

Mi rostro puede expresar lo que estoy sintiendo.

─Lo sé. Duele.

Claro que lo sabrá, el morado puede notarse a kilómetros de distancia.

Despacio toma mi brazo y lo levanta, sabe que yo no podría hacerlo por mi propia voluntad.

─Sólo falta poco ─intenta calmarme.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora