O c h o

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Quinto día de entrenamiento, y solo quedaban dos para irnos a Miyagi. Durante los otros días Kageyama me acompañaba todas las mañanas a mi entrenamiento, cosa que me era de gran ayuda, eso sí, nadie aún sabía de nuestra relación porque literalmente, se nos olvida decirlo. Los partidos de los chicos iban cada vez mejorando más, pero aún así perdían la mayoría de ellos. Hinata había cambiado su percepción al momento de jugar, pero nuevamente habían tenido un dramón con Tobio, pero nada que no pudiera arreglarse con el echo de que volvieron a practicar por separado.

Ahora mismo estábamos con todas las chicas en el baño, duchandonos y chismoseando. Mientras yo me refregaba mi cabello cuidadosamente, esuche a Yukie decir algo bastante descabellado, pero que a la vez me arriesgaría a realizar.

— Los chicos del equipo dijeron que los entrenadores siempre se iban a las diez de la noche a un bar a beber...— comenzó el chisme— Y se nos ocurrió la idea de hacer una pequeña fiesta nocturna, porque salían todos y llegaban bastante borrachos, así que dudo que se den cuenta...— rió suavemente mientras nos miraba en busca de aprobación.

La mánager de Shinzen que se encontraba a mi lado me miro a mi para darle una idea de que responder, yo solo me encogi de hombros mientras me volteaba a ver a Kiyoko, esta solo me ignoró. Suspire pesadamente y comenzó a quitarme el Shampoo de mi cabello.

— Bueno si ya tienen todo listo estaría bien hacer algo...— comente sutilmente— Además somos jóvenes y no hay campamento adolescente sin fiesta— mire a Yukie con una enorme sonrisa.

Todas las demás asintieron rápidamente, Kiyoko solo negó con la cabeza mientras sonreía divertida. Creo que esto será un verdadero caos, pero siempre es divertido tener buenos recuerdos para comentar en una fiesta navideña a tus nietos cuando estés arrugada como una pasita.

Luego de aquella propuesta, Yukie llamó a los chicos confirmando el plan y que hablarán con lo demás de manera secreta, ya que aún quedaban como 2 horas para que los entrenadores y profesores se fueran. Después comenzó lo que siempre anhele hacer: Noche de chicas antes de irse a una fiesta.

Estábamos todas nuevamente en nuestra habitación viendo que ponernos, ya que, queríamos vernos bien pero no exageradamente producidas. Yo por mi parte opté por unos pantalones negros apretados, una polera que me quedaba grande blanca manga corta, unas zapatillas que fueron diseñadas por un famoso basquetbolista y finalizando una trenza de lado junto con un gorrito de lana, porque Tokio era ridículamente frío en las noches.

Después me maquille lo más sencillo que pude, y también tuve que maquillar a alguna de las chicas, y peinarlas porque era bastante hábil con el cabello, según ellas.

—¡Qué trenza más linda Saeko!— comento Yukie mientras se miraba en el pequeño espejo— Esta demasiado hermosa.

Sonrei dulcemente, y luego me giré para ver a Kiyoko. Esta se había vestido con unos lindos pantalones blancos ajustados, una polera de vuelos floreada con tonos púrpura y unas lindas zapatillas blancas, parecía un verdadero ángel, mientras que yo parecía el drogadicto de la esquina pero no me quejaba, amaba estar siempre en modo vagabundo.

— Esto...— murmuró la pelinegra— ¿Puedes peinarme Saeko? Solo quiero una trenza pequeñita...— comento mientras me señalaba el sitio donde quería su trenza.

Se sentó en el suelo, y yo comencé rápidamente con mi obra maestra. Termine en menos de 5 minutos y quedo más fabulosa de lo que era. Infle el pecho orgullosa.

In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora