Te veo a los ojos (es lo primero que hago cuando conozco a una mujer), me pierdo un segundo en tu belleza, dejándome conscientemente llevar por tu delicada piel y tu profunda mirada, preguntándome cuántos labios habrán besado tu boca y deseando, anhelando con ansias saber y probar el rico sabor de tus labios de un rojo carmesí .
Para cuando vuelvo en mí, te invito un rico y helado vino dulce de durazno (de barril). Te ofrezco una copa y me siento a tu lado. De pronto me doy cuenta que mi habitación ha cambiado, el ambiente en él es otro. El aire, el aroma ha cambiado. Todo huele a ti, todo tu perfume penetró cada rincón de mi habitación.
Me miras… Te miro… Y sin darme cuenta te fantaseo, te hago el amor con la mirada.
Los segundos pasan y sin aviso alguno, mi asquerosa y deliciosa fantasía de pronto es parada en freno, es cortada, es puesta en alto.
Tus labios se abren y yo atento. Tú hablas y yo te escucho.
Un te amo sale de tu boca y un te extrañé de la mía.
Tu mirada se nubla y lágrimas caen.
TE EXTRAÑÉ, me dices.
No puedo con esto y te abrazo. Los dos nos abrazamos y siento tu respirar.
TE EXTRAÑE, te digo.
Las lágrimas se fueron y reímos. Lloramos y reímos.
De un momento a otro, de una manera súbita, tú me besas; yo te beso; nos besamos; nos tocamos; nos acariciamos. Solos en la habitación a puerta cerrada.
Mi gata grita, quiere salir. Bella, insiste pero no le hago caso.
Solo escuchamos y reímos.
El reloj de la blanca pared suena, ya son las 12:00 am.
Te acaricio y en el afán de recorrer toda tu piel, nuestros labios se encuentran. Te beso y mientras sumerjo mi lengua en lo profundo de tu boca, te acaricio… Te acaricio, me desnudas y te desnudo… Nuestras miradas con ojos de fuego ardiente, nuevamente se encuentran y sin hacer ademán de una palabra. Tú ríes, yo río. No cabe duda estamos locos, pero nos gustamos, nos gustamos y nos deseamos. Nadie habla, ni tú, ni yo, pero nos tocamos y ya desnudos nos acomodamos.
De forma súbita, la atmosfera vuelva a cambiar.
Ya en la cama, desnudos haciendo el amor, el sonido de una vieja música se mezcla con tus gemidos...