Parte Única

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Mamoru se sentía totalmente emocionado después de la noticia que su manager le había dado, no solo participaría del Animelo 2013 sino que le tocaría cantar nada más ni nada menos que con su tan preciada senpai, Nana Mizuki.

Cantarían juntos dos canciones, una de él (Orpheus) y una de ella (Scarlet Knight) y a pesar de que tenía memorizada ambas canciones, antes de reunirse a ensayar con ella por primera vez, entrenó muchísimo, solo para que cuando lo escuchara cantar, Nana quedara gratamente sorprendida.

El día llegó y Mamoru no podía más de la emoción, las manos le sudaban, le temblaban las piernas y sentía que su corazón se saldría de su pecho de un momento a otro, se encontraba solo con su manager en el salón de ensayo, hasta que de pronto la puerta se abrió revelando a la hermosa Nana.

-Miyano-kun, es un placer por fin poder trabajar contigo- dijo ella acompañada de una sonrisa.

-¡¿En serio?!- Mamo no pudo contener su emoción al enterarse que su senpai también quería trabajar con él.

-Claro, haremos un gran trabajo, estoy segura-

-Bueno, chicos, los dejo para que ensayen tranquilos- dijo el manager de Miyano dirigiéndose hacia la puerta, Mamo quedó perplejo, ¿se quedaría completamente solo con su onee-sama?

El ensayo se pasó más rápido de lo que hubiera esperado, o más bien, querido. Era hora de ir a casa, pero antes de eso, tomó la mayor cantidad de valor que pudo, se mentalizó para actuar como Tamaki aunque terminó tartamudeando como Yogi ante una situación difícil.

-Nana-sama, ¿Q-qui-quiere i-ir a… c-comer algo con-conmigo?- aunque ella no pareció notar su nerviosismo.

-¿Hum? ¡Claro!-

-¡No es cierto!- exclamó Nana riendo ante la historia que recién le había contado Mamo, habían tenido una velada maravillosa, comieron, hablaron, rieron, incluso cantaron un poco, la verdad es que se divertía mucho con su lindo kohai.

-¡Juro que es verdad!- dijo el menor totalmente seguro, pero también riendo.

-Esta bien, te creo… por otro lado ¿Cómo van las cosas con tu esposa?- la risa de Miyano se corto de inmediato, por un segundo lo había olvidado, pero era cierto, tenía una familia, una esposa y un hijo, pero si tan solo… hubiera conocido a Nana-sama unos años atrás… solo talvez…

-Todo bien- dijo Mamo simplemente, Mizuki capto de inmediato que había incomodado a su compañero por lo que decidió cambiar radicalmente de tema, aunque en su interior hubiera deseado que la respuesta de Miyano-kun hubiera sido otra, pero… ¡¿Qué estaba pensando?! Ella no podía meterse en medio de una familia, iba contra su moral, sus principios, sus creencias, sin embargo, nada de eso importa si se habla de am….

Había llegado el día del Animelo, en verdad los últimos ensayos habían sido bastante incomodos, cuando sus ojos se encontraban ambos quedaban hipnotizados mirándose el uno al otro, olvidándose completamente de la canción. Eso no era bueno, si eso les pasaba durante la presentación el público comenzaría a notar que algo entre ellos ocurria, no obstante, ni ellos sabían bien de que se trataba, o quizás, solo no se atrevían a admitirlo.

-Nana-sama ¡Se ve hermosa!- exclamó Mamo una vez que Mizuki llegó a su lado, sin embargo, ella extrañamente no sonrió ante su comentario-¿Ocurre algo?-

-¡Es muy injusto!- él la miro como preguntando a que se refería-Tengo tacones de 15 cm ¡y aun así parezco enana al tu lado!- Miyano no pudo evitar soltar una risita ante el comentario de su senpai la cual esta no pudo evitar acompañar, ella adoraba su risa.

-Entran en cinco, chicos- dijo uno de los productores antes de dejarlos solos en el camerino.

-Miyano-kun, yo… necesito decirte algo- Nana de pronto se había puesto seria, por lo que Mamo tomó asiento dispuesto a escucharla, lo curioso fue que aunque él se había sentado habían quedado casi a la misma altura.

-Dígame-

-Y-yo… ¡Rayos! ¡No sé cómo decirlo!- exclamó ella sintiéndose totalmente frustrada porque después de mucho ensayar lo que diría en ese momento no salían las palabras de su boca.

-¿Qué tal si lo actúas?- dijo Mamo simplemente por decir algo, la mayor lo observó por un segundo, habían muchas posibilidades de que todo saliera mal, pero ya tendría tiempo para arrepentirse después. Así que sin más, se olvidó de las vergüenzas, del resto del mundo y simplemente se lanzó.

Y lo besó.

Mamoru estaba perplejo, ¿Lo había soñado?, se pellizco, le dolió. No era un sueño, era la realidad, su senpai lo había besado. ¡SU SENPAI LO HABÍA BESADO!

-Disculpame, Miyano-kun, sé que no debería haber hecho eso, pero es que…- sus palabras se cortaron, no había excusa ¿Qué le podía decir? ¿Qué estaba enamorada de él? Si él jamás podría corresponder a sus sentimientos, pero lo siguiente fue inesperado.

Mamo se puso de pie evidenciando la diferencia de altura entre ambos, la tomó de la cintura y ella por inercia de puso de puntillas, tratando de acercarse lo más posible a su lindo kohai. Miyano también se agacho buscando la cercanía de su onee-sama y cuando estuvo lo suficientemente cerca de su oído le susurró aquellas palabras que ella tanto había esperado escuchar de él. Y dicho esto el repitió la acción de la mayor y la besó.

Había sido una actuación maravillosa, se concentraron al máximo, todo el público quedó encantado, aunque de todas maneras en algunos instantes se podía notar cierta complicidad entre ambos, la cual por todos era confundida por la complicidad que tienen los amigos cuando actúan juntos en el escenario. Pero ambos sabían que era mucho más que eso.

Era la complicidad de un amor secreto.

Secret Love (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora