Sangre. Mucha sangre. Muchos gritos. Oscuridad. Jalones. Voces.
Él me está llamando, ése hombre, no, ése monstruo.
Ése monstruo que tanto amo con locura, la única persona que mataría por mi... Y hoy me lo está demostrando.
Lim JaeBeom.
-Despierta, Corazón - desperté con las suaves caricias del hombre que hace unas horas asesinó a mi madre, y a mi padre lo dejó totalmente parapléjico, y ahora está como si hubiera recibido el parto de su gata.
Me acerco más a sus labios que dulcemente besan mi oreja. Oh, si. Su voz ronca en mi oído es cautivadora. Todo en él lo es. Su respiración haciéndome cosquillas en la nuca, sus manos posadas firmemente en mis glúteos, su abdomen plano, tan pegado a mi espalda que se me hace imposible pensar que alguna vez estuvimos separados.
-Beommie~ - ronroneo cuando giro la cabeza para tenerlo en frente, sonrío cuando siento su dureza en mi trasero. Éste hombre no tiene fin.
Claro que no lo tiene.
JaeBeom sonríe cuando muevo mis caderas hacia él. Con rapidez se coloca encima de mi, agarra mis muñecas colocándolas arriba de mi cabeza, exigiendo que las deje allí. Lo hago sin timidez, a éste hombre le tengo demasiada confianza. Dejo las manos más arriba de mi cabeza, levantando mi pecho, pidiendo ser tocado por las manos que ayer ahorcaron a mi madre como si la odiara, pero la verdad es que ni él ni yo la odiamos, no... Sólo la liberamos del maltrato psicológico en el que ella y yo estábamos sometidos.
No diré más nada al respecto.
JaeBeom me besa con rudeza, sus manos asesinas acarician mi pecho con calma, como si fuera mi primera vez. Él siempre es así, al inicio es como la primera vez, aunque todo se acaba cuando le digo que me agarre del cabello. No soy un niño virgen.
JaeBeom va bajando sus besos hasta mi cuello, las cadenas de oro que lleva puestas se desplazan por mi pecho desnudo, el duro metal frío hace que mi piel arda y me retuerza debajo de su cuerpo, pidiendo más. Mis manos aprietan las almohadas debajo de mi cabeza. Abro mis piernas, JaeBeom parece entender la indirecta, púes sin esperar más se posiciona entre ellas, presionando su miembro con el mío, está duro, y yo también. Empieza a simular embestidas, chocando con mi miembro, siento la tela de sus jeans hacer una maravillosa fricción que me vuelve loco.
No debería dejarlo hacer esto, esto está muy mal. No debo dejarme doblegar por éste monstruo, es una mala persona, pero siempre vuelvo a caer, siempre lo dejo entrar, como está por suceder justo ahora.
Levanta mis piernas colocándolas en su hombro derecho, baja su cabeza dejando un camino de besos húmedos en mis muslos hasta llegar al elástico de mi bóxer, lo quita con la ayuda de sus manos. Con tortuosa lentitud separa mis piernas, dejandome en completa vulnerabilidad. ¿Estaría muy corrompido de mi parte que diga que me gusta estar así con él? Pues si lo es, no me importa. Adoro como me hace sentir.
Sostenido, seguro, libre, con vida.
Al tener mis piernas a cada lado de él, aprovecha para bajar y besar mis muslos dejándolos brillantes, "tan exquisitos" como dice siempre. Cuando llega a mi miembro erecto, goteando... No lo toca, sólo respira en él. Murmuro por lo bajo moviendo mis caderas hasta que la punta del glande roza sus labios.
-JaeBeom, por-por favor - eso fue todo lo que necesitó para devorar mi miembro. Me estremecí al sentirme cálido, con una presión maravillosa en mi miembro, causando estragos en mí. Lo mejor es que, el hombre que me vuelve loco es el que provoca todas estas sensaciones en mí.
Con su mano izquierda juega con mis testículos, apretandolos, jalandalos a su antojo. Y yo sólo abro más las piernas, dejandome hacer.
Con los ojos cerrados puedo sentir todo con más sensibilidad, todo es mejor a oscuras, no veo nada, sólo tengo que sentir, sentirlo a él. Siento todo, hasta los dedos que piden permiso para entrar en mi boca, ahí es cuando los abro y lo veo mirándome fijamente, lamo la punta de sus dedos antes de cerrar mi boca alrededor de ellos, juego con sus dedos en mi boca así como él juega con mi pene en su boca. Nos miramos el uno al otro, su mirada me quema, y no es por desagrado, no, por placer. Esos ojos tan crueles me miran con fascinación, sus ojos que sólo demuestran maldad a los demás, a mi demuestran locura. Y como dice Pablo Neruda: "Hay un cierto placer en la locura, que sólo el loco conoce"
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Psycho [(One-Shot) Bnior]
Short StoryMi novio está loco, y mata gente. One-shot. si te gustan los psicópatas, bienvenido, si no. bye bye. si no es de su agrado, sólo vayanse, no quiero comentarios de hate a los personajes, gracias. disfruten<3