Capítulo único

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"Todos los que vendieron drogas a policías encubiertos están arrestados"

Fue lo último que Lan Zhan escuchó antes de sentir el frío de las esposas rodear sus muñecas. Y como un hombre robusto que fácilmente lograba sacarle una cabeza de altura le sacaba del salón de clases guiándole hasta la patrulla policial.

No opuso resistencia, sabía que el resultado sería el mismo solo que tendría algunos moretones en su piel gracias a la tan sonada "brutalidad policiaca". Entrecerró los ojos ante las luces azules y rojizas brillando con tanta fuerza.

Mientras que entraba al asiento trasero de la patrulla, teniendo que compartirlo junto a otros cuatro adolescentes que no podía reconocer en un espacio considerablemente pequeño, Lan Zhan sabía que estaba jodido y que él tenía algo que ver.





"What the heck I gotta do"

Lan Zhan vivía en tranquilidad. Tenía una buena relación con su hermano mayor y su tío, sus calificaciones eran tan perfectas que ya había sido aceptado en la universidad para estudiar música. No contaba con muchos amigos, no porque no tuviera las habilidades sino que era por elección propia. Si había algo que le desagradaba, eran las personas especialmente ruidosas. Para su mala suerte, el estudiante recién transferido era la personificación del desastre.

Era perezoso. Lan Zhan había perdido la cuenta de las veces que le había visto quedarse dormido encima de su escritorio mientras que el profesor daba su clase. Encima en las clases que si se encontraba despierto no se tomaba la molestia de tomar apuntes, encima tenía la osadía de aparecerse sin haber hecho la tarea.

Lo peor, era demasiado ruidoso.

Ruidoso a un punto que Lan Zhan jamás había creído posible, reía en voz alta interrumpiendo las clases y siempre estaba compartiendo chismes junto a Huaisang con quien se había vuelto afecto.

Pero posiblemente lo peor de todo.

Aquel estúpidamente bello azabache siempre le estaba llamando.

Porque había olvidado su lápiz y quería que le prestará uno, o una pluma, incluso dos veces le había pedido una libreta prestada.

Una libreta.

Lan Zhan se preguntaba si el chico realmente iba a la escuela para estudiar. Cuando no le llamaba para pedirle suplementos escolares, era para preguntarle la hora aunque tuviera su celular entre sus manos (que no debía estar usando en horas de clases, pero parecía que a Jiang Wuxian no le importaba mucho) o que habría de almorzar en la cafetería. Lan Zhan comenzaba a creer que solo le llamaba para molestarlo.

—Lan Zhan, tienes unos ojos preciosos.

El Lan jamás había esperado tener a Jiang Wuxian completamente inclinado sobre él, con una gran sonrisa mientras que su mirada plomiza seguía fija en sus ojos. Lan Zhan sintió su pulso acelerarse mientras que las puntas de sus orejas se calentaban, su inteligente respuesta fue darle un suave empujón mientras que murmuraba un "Desvergonzado" antes de volver a concentrarse en su libro. O intentar hacerlo, dado que Jiang Wuxian solamente rio tomando asiento a su lado mientras que hablaba. Lan Zhan hacía todo lo posible para ignorarle sin éxito alguno.

La situación se fue agravando.

Se volvió más consciente del estudiante transferido. Repentinamente sus risas dejaron de ser tan molestas e incluso le hacían alzar levemente las comisuras de sus labios para su propio terror. Los lápices y plumas compartidos ahora tenían algo especial en ellos, algo que Lan Zhan no era capaz de explicar pero celosamente los guardaba en su estuche para evitar que otra persona los tomara.

Todos los que vendieron drogas a policías encubiertos están arrestados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora