"Paso 3: Llámame "Tuyo" Pt. 4"

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Fluke guardó silencio mientras le contaba lo que me habían dicho Flukkaron y Thiti.

—Que montaba orgías con algunos estudiantes de primer año a los que previamente seducía —dije—. Que tú y yo nos vamos a Bangkok bar a buscar chaperos adolescentes. Que los estudiantes desaparecen del campus porque yo me los llevo drogados y atados, y se los vendo a los chulos.

Se lo conté aquella misma tarde:

estábamos echados en mi enorme y espantosa cama de madera blanca de nogal. La lluvia azotaba los cristales de las ventanas. Ya empezaba a hacer frío, y la caldera de mi vieja casita no funcionaba del todo bien, así que nos habíamos tapado con la colcha.

Aquella noche hacer el amor no tuvo el mismo efecto terapéutico de siempre.

—Y, por supuesto, que ustedes tres y yo montamos orgías. Y lo peor de todo, que tú, tu padre y yo... y que tú y tu padre siempre... Fluke sacudió la cabeza y suspiró.

—Vaya, ya decía yo que habías vuelto muy preocupado de la ciudad.

—Chaperos adolescentes —dije amargamente—. Si ni siquiera soporto a los chicos de esa edad. Tantos años sufriendo precisamente porque era demasiado remilgado para acostarme con corredores y resulta que ahora me follo a todo el condenado equipo.

—Y lo de los chulos —dijo Fluke—.

Todo un clásico. Eso lo habrán sacado de las películas de terror del sábado por la noche. Y todas esas estupideces sobre mi padre y yo... Pobre papá. Cuando pienso en lo prudente que ha sido siempre... Hay gente que nunca está contenta, ¿verdad?.

Estaba apoyado en un codo, junto a mí, su cuerpo cálido en contacto con el mío. Intentaba consolarme y me acariciaba un costado. Me di cuenta, sin embargo, que no estaba demasiado preocupado por todo lo que le había contado y eso me enfureció. Sus caricias no me consolaban.

—Bueno, ¿y qué quieres hacer? — dijo Fluke—. Ya sabíamos que la gente reaccionaría así, ¿no?.

—Pero es que realmente se lo creen—murmuré.

—No pienses en todo eso —dijo Fluke—. Los rumores se van apagando y acaban por desaparecer.

—Y otro más —proseguí—, que tú me pones los cuernos con Kao y Earth. Ese me dolió.

—¿Por qué te dolió? —dijo Fluke—.

No confías en mí —añadió, segundos después.

—Earth no me preocupa en absoluto, pero Kao y tú estáis muy unidos. Kao se acuesta con todo el mundo. ¿Cómo sé que no se acostará también contigo?

—Mira —Fluke, molesto, se sentó en la cama—, ¿cuándo vas a entender que yo nunca miento?.

Ya te he dicho que entre Kao y yo nunca ha habido nada.

—De acuerdo —dije—. Sólo soy un viejo celoso.

—Pues no lo seas —dijo. Estaba sentado con las rodillas apoyadas en el pecho y miraba hacia los pies de la cama—.

Parte de tu problema —añadió — es que todavía no has aceptado totalmente el hecho de que eres gay, todavía estás demasiado condicionado por las actitudes de los heteros.

—Soy consciente de ello —admití, con cierto sarcasmo.

—No serás feliz hasta que pongas un poco de orden en tu cabeza. No seremos felices.

—¿No eres feliz conmigo?

—No pretendas hacerme decir cosas que no he dicho —musitó Fluke—. Lo único que he dicho es que tus traumas heterosexuales te complicarán la vida si no los solucionas.

El corredor de fondo (adaptación OhmFluke) -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora