Capítulo 12

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Zaid veía dormir a Romina, le había prometido quedarse hasta que se quedara dormida. Era la segunda vez que la tenía en sus brazos, su muñequita hermosa. 

Solamente ha habido dos ocasiones en la que Zaid ha compartido cama con una mujer sin que pasara algo íntimo. La primera vez fue hace un año y la segunda hoy, con la misma mujer.

Le acaricio ligeramente los labios, los deseaba probar nuevamente, pero sabía que aún no podía. La arropo, prometió regresar en la mañana y así lo haría.

Zaid caminaba tranquilamente ¿Como era posible que...? Recordó una conversación que habían tenido Elian y ella, en la casa de Lily, la cual sin querer escucho.

>>> —¡Mina! ¡¿Como así?!— estaban ellos en el jardín, mientras que los demás estaban en la sala platicando, Zaid había salido a atender el correo de uno de sus clientes.

—Si, te lo juro— su muñequita sonaba muy emocionada — te lo juro rojo, nadie me había mirado así como lo hizo él, James me quiere.—

—Me alegro que ya tengas novio Minita, teniendo 16 es tu primer novio, disfrútalo. —¿Así que su muñequita ya tenía novio?

—En realidad no venía a qué me felicitaras Rojo, venía a qué me ayudaras mi loba y mi vampira no lo quieren, están enojadas conmigo cuando estoy con James —

—Es que ya encontraste a tu mate— Zaid no podía creer lo que estaba escuchando.— aunque lo trates de ignorar, sabes que es por eso—así que ya se había dado cuenta, de su conexión con él. Lo trato de ocultar tanto, por mucho tiempo, se alejó de ella por eso. Continuó con su vida normal, para que ella hiciera su vida normal.

—Mi mate es un idiota, no tengo futuro con esa persona y lo sabes — se reconocía el tono de voz melancólico —no puedo estar con una persona que lleva una lista de todas las mujeres con las que ha salido y que juega con ellas, jamás estaría con un imbecil así, no sabes lo miserable que me siento cuando tengo su presencia cerca—<<<

Esas palabras no las olvidaría nunca, era algo que lo marco. La había lastimado, a su muñequita tantas veces y no lo había notado. Agradecía tanto haber escuchado esa conversación, porque lo hizo poner los pies en la tierra.

—Mi muñequita—se acosto en el sillón de la sala, sobandose el Puente de la nariz— espero que algún día puedas entender el porque actúe así —

Romina Decanini ya se le había clavado en el pecho.

El camino a la tierra nunca se me hizo tan largo como ahorita, solo quería llegar y tratar de cambiar algo de lo que ya sabía. Llegar a casa y ver a mi tío en la cocina o peleándose con mi papá en el despacho.  Pero la casa tenía un silencio inusual.

Rowina y Adriel pasaron primero a verlo, yo estaba temblando. Zaid se fue a saludar a mi hermana y su esposo, también a sus ahijados.

—¿No quieres entrar?— me pregunto Zaid regresando a mi lado. Asentí y me quite los lentes oscuros.

—Andando— trate de tomar el coraje suficiente, cuando entre vi a mi familia alrededor de mi tío Evan, quien estaba postrado.

—Romina, sobrinita menor— hizo esfuerzo trataba de sonreírme, corrí a abrazarlo. Solo mi tío Evan pondría las caricaturas en un momento Así.

—Tío — trataba de comportarme, pero quería llorar. Él solo me abrazo y llore en su hombro — ¿Que te paso? Yo sé que eres muy fuerte.—

—Te dije que los Decanini somos hombres/mujeres de una sola persona — tosiendo — algo le está pasando a mi Andrea.—Lily le pasó un pañuelo.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora