Déjame volar.

Capítulo 16

Zaid Weisz, salía de una junta de su bufete de abogados, el hecho que hubiera estado en la ciudad celestial, no lo hacia descuidar su negocio.

—Bueno tengo que irme, ya tengo que ir a juicio — se despidió su asociada de él y este asintió. Hasta que su secretaria lo sacó de sus pensamientos.

—Señor Weisz, hay una persona esperándolo en su oficina— le comento y él se extraño, no había agendado ninguna  cita con ningún cliente.

—¿Quien es?— le preguntó con curiosidad.

—Una señorita, la señorita Lyne Márquez, dijo que lo conocia — Zaid asintió y camino a su oficina. No conocía a ninguna mujer con ese nombre.

Entro rápidamente —Hola disculpe, creo que no nos conocemos Señorita Marq— en eso la vio. Ahí estaba Romina Decanini, vestida de una manera poco usual en ella con un vestido formal negro y unos tacones.

—¿Qué haces aquí Romina?— desvió la mirada, ahora no tenía una explicación para darle. Había estado ignorando sus mensajes. "¿Como decirle que se había puesto celoso?" Ya que Zaid vio los estados de WhatsApp donde salían ella y Elian en un club.

—Vengo a verte Zaid — él se sentó en su silla — me has estado ignorando los mensajes y me preocupe ¿Estas bien? —

—Demasiado bien, gracias por venir y preocuparte por mi Romina. Tengo trabajo si me disculpas— la chica bajo la mirada avergonzada.

—Discúlpame por haberte molestado, no lo volveré a hacer, buen día —se fue de la oficina, sin antes mirarlo por última vez.

Me sentí como una estúpida, lo había ido a buscar, hasta me había vestido diferente, fue mala idea acostumbrarme a él.

Me deshice del vestido en el camino y de esos odiosos tacones, me cambié con mi ropa cómoda.

Me limpié las lágrimas y caminé a esa casa llena de decisión, sabia que un paso en falso ahí adentro y terminaría tocando plata bendita, encontraría más información acerca de lo que le estaba pasando a Andrea y mi tío.

Con sumo cuidado entre a esa casa, olía demasiado a antiguo y había demasiadas cosas brillantes, supuse que era plata bendecida.

Empecé a inspeccionar el lugar, con una linterna. Tenía demasiadas cosas interesantes, pude ver muchos cuadros.

Mi tío Evan había contado que los padres de Andrea, habían resguardado su hogar para que lobos y otras criaturas, no entraran a su casa. No les hacía gracia las demás criaturas de la región de Fray.

Mientras tanto en Deiley, Zaid no se podía concentrar en la defensa del caso que estaba llevando, estaba pensando en cierta azabache que vino a verlo.

—Fui un idiota —tratando de no desesperarse, se sentía mal por cómo la había echado de la oficina, la había corrido, en pocas palabras.

Tomó el teléfono y comenzó a marcarle, necesitaba disculparse y lo llevaba a buzón. No podía creer que él se haya dejado llevar por celos. Zaid Weisz nunca había sentido celos, ni se sentía inseguro, pero con Romina Decanini, su muñequita. Tenía miedo de perderla y ni siquiera era suya.

En eso le marca Lilian —¿Qué ocurre Lils? — le pregunto tratando de estar normal. — no, Romina no está aquí. ¿Por qué? — casi se le cae el teléfono cuando le dice que la llevan buscando desde hace rato — Déjame voy con mis padres, quizás los esta visitando. No te angusties Lils, tu hermanita estará bien — cuando colgó, tomo su saco y se fue de la oficina.

—Nos vemos mañana — se despidió de la secretaria y se fue, su muñequita ¿perdida? Miles de ideas se le podían ocurrir, desde que esta con Elian o esta perdida.

Al llegar a su casa vio a su madre, pintando un cuadro— Hola hijo, ¿Que pasó?—al verlo totalmente angustiado.

—Es Romina, desapareció mamá. ¿No ha venido a verte? — con algo de esperanza, Greta negó.

—No cariño, Romina no ha venido a visitarme desde antier—se le iba el aire al lobo, si tan solo hubiera, si él hubiera, solo si...

—No puede ser — Greta conocía perfectamente a su hijo y lo sabía leer como la palma de su mano, lo abrazo para que se desahogara.—Vino a visitarme hoy a mi trabajo, pero la traté muy mal, ella solo estaba preocupada por mí y yo seguía enojado—

—¿Qué pasó para que te enojaras con ella?—

—Nada— sentía vergüenza Zaid— solo no me gusto que saliera con Elian a divertirse en un club—Greta alzó la ceja.

—¿Estabas celoso? ¡Zaid Weisz! ¿La corriste de tu oficina porque estabas celoso? —lo miro con reproche — digno hijo de tú padre, saliste — se carcajeó —Los Weisz, no saben controlar los celos.

—Que te quede claro que yo solo he estado celoso de ti —Ahí estaba Dereck quien venía de unos asuntos con la manada, la abrazo por la cintura —me preocupaba perderte —se miraron a los ojos.

—Nunca podrías perderme, cariño—se besaron con amor.  Ya conocía a sus padres, así se iban a su cuarto y no salían en horas o hasta el día siguiente.

—Mamá, papá luego les rento una habitación en el hotel más lujoso de la ciudad si quieren, pero ahorita ¡Romina está desaparecida! — cortándole la inspiración a sus padres.

—Ven, creo saber cómo ayudar—dijo Greta mientras iban al cuarto de "truquitos de magia" como el mismo decía. —Le había regalado a mi ahijada un collar hace mucho tiempo, me alegro saber que nunca se lo quita—

Dereck la ayudo a colocar el mapa de la región y la magia azul claro comenzó a emanar de sus manos, recorriendo cada punto del mapa de la región.

—Así era como sabíamos dónde estabas cuando andabas con Lily por todo el mundo — le explico Dereck — ¿Que? Teníamos que saber de ti—

—Yo no tengo ningún collar — incrédulo Zaid, Dereck le dio una palmada en el hombro.

—No hacía falta campeón, tu magia y la de tu mamá están conectadas — iba a seguir preguntando más acerca de la magia que su mamá le había heredado, hasta que encontró un punto en el mapa.

—Esta en la zona de Fray—más aliviado Zad, hasta que noto algo distinto.

—Debes tener cuidado Zaid, hay más magia en esa zona que nada. No me sorprendería, tu abuelo Charles sabia que había un asentamiento en Fray de magos que odiaban tanto a los lobos y vampiros—

—Creo que la novia del hermano de Hafner, era también bruja. Tenía entendido que escaparon de Fray hace unos años — complemento Dereck, Greta asintió.

—Igual nuestra magia, nos protegerá. Tú puedes ir Zaid. Tengo entendido que ningún lobo va para allá —

—Gracias mamá, te lo agradezco—le mando mensaje a Lily "Ya se donde esta Romina, tranquila Lils. En cuanto la tenga, te mando mensaje"

Desarchivo el chat de su muñequita y le dolió ver los más de 20 mensajes, los primeros felices y los últimos ya preocupados.