Capítulo 7: Tu Lugar es Junto a Mí

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Pasaron varias semanas, muchas situaciones se presentaron en el entre tiempo, tuvimos la oportunidad de pasar su cumpleaños juntos, sin dudas fue un día en el que fui absolutamente feliz, aunque me hayan hecho trabajar como mula y andar de un lado a otro con su regalo de cumpleaños, pero no importó, estaba feliz porque por primer vez lo iba a ver despedir un año de vida e iniciar otro con grandes ilusiones. Por cosas del destino tuvimos que dejar de vernos por un mes, la salud de el hombre que amo no estaba en su mejor momento, sin embargo todos y cada uno de los días trataba de alguna manera de estar presente en su vida.

DOS DE NOVIEMBRE DE DOS MIL VEINTE.

Había llegado el día que más ansiaba, el día donde estaba decidido, y como lo dije desde el día uno, un año antes de este momento, ese hombre va a ser mío, sin conocerle sabia exactamente que se trataba de el gran amor de mi vida y acá estaba. Ansioso por verlo ese día decidí vestirme bien, aunque no extremadamente arreglado, sin embargo era un momento, una fecha muy importante que sentía iba a definir el resto de mi vida. Había pasado casi un mes, 28 días para ser exacto, desde la última vez que nos habíamos visto, me emocioné como nunca al ver a mi gran amor subir al auto, lo saludé con un beso, un pacto de amor y unión, de complicidad y deseo, no sólo era poner en contacto nuestros labios, cosa que me encanta, era hacerle saber que era muy suyo y él muy mío.

Decidí dar una vuelta, ir a un sitio en Murcia con aspecto de suburbio, elegí el lugar con la mayor cantidad de árboles, decidí estacionar el auto, no preparé algo apoteósico, pero si muy especial, música de fondo que a ambos nos encantaba, era mi momento y sin mediar palabra.

-Scott ¿Quieres ser mi novio?

Su cara era un poema muy hermoso, se veía extrañado y feliz.

-¿Esto es en serio?

No lo podía creer, después de cuatro meses codo a codo le estábamos dando forma, nombre, fecha y hora a nuestro vínculo.

-Si, obvio que si...

Quien no lo podía creer era yo, me había dicho que si, el hombre a quien amo y con quien quiero estar el resto de mis días había abierto por fin el último centímetro de puerta que quedaba, me había dejado entrar completamente a su vida; feliz decidí besarlo, amo besarlo, tanto como lo amo a él...

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