Capítulo 25

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Capítulo 25

Seiya se giró y vio a Chibiusa detrás de él. Tanto él como Serenity se quedaron mirándola como si hubieran visto un fantasma.

-No os quedéis mirándome así, como si fuera tonta... -decía Chibiusa. –Sé que vosotros dos me estáis ocultando algo... -continuaba la princesa –sino me lo decís, lo averiguaré de todos modos, pero si me lo decís ahora no me enfadaré tanto... Fighter... -dijo dirigiéndose a Seiya –Bueno, mejor dicho, Seiya... -se corrigió ella misma.

Seiya la miraba esperando qué era lo próximo que iba a decirle la hija de su amada.

-Dime... -dijo al fin el cantante de "The three Lights".

-Antes te di la oportunidad de contarme cualquier otra cosa, no quiero tener más secretos con Fighter... bueno, contigo... -decía Chibiusa mirando a Seiya. –Eres una persona muy importante y muy querida para mí... bueno, lo es Fighter, pero... dado que sois la misma persona...

-Tranquila, te he entendido... -dijo Seiya con una de sus tiernas y sinceras sonrisas.

Seiya hizo una breve pausa, se giró para mirar la cara de Serenity para ver qué le decía esta con la mirada. Serenity asintió derramando una lágrima traicionera que descendía si querer por su mejilla por guardarle secretos a su propia hija.

-Está bien, sí, de hecho hay algo más que te estoy... bueno que tu madre y yo te estamos ocultando... -se atrevió a empezar al fin Seiya.

En ese justo momento, llegaba Endymion, seguido de Sailor Plutón, Helios, los gatos guardianes y todas las sailors incluidas Galaxia y las Starlights. Hasta Luna pelota venía flotando por los aires.

-Chibiusa... -dijo el rey Endymion en un susurro. –Creo que tal vez yo pueda explicarte algo... -intervino queriendo empezar el padre de Chibiusa. –Tu madre y yo nos enamoramos siendo muy jóvenes. Ella tenía catorce años y yo ya estaba en la universidad... un día, descubrimos que habíamos estado juntos en una vida pasada y que éramos los encargados de reconstruir Tokio, nos convertiríamos en los futuros reyes de este reino y que tendríamos a la futura princesa del Tokio de Cristal...

-Yo...-dedujo Chibiusa.

-Sí... -aceptó Endymion –por tanto, nuestra historia ya estaba prefijada por el destino... y teníamos que cumplirlo... -seguí explicando.

-Vale... ¿y qué me queréis decir con todo eso? –preguntó Chibiusa.

-Antes de casarnos, tu padre tuvo que marcharse a estudiar al extranjero... -continuaba ahora la historia Serenity –pero antes de irse me dio el anillo y nos prometimos, dejando así la promesa hecha y por cumplir de que cuando él regresara y yo alcanzara la mayoría de edad nos casaríamos... -explicaba ahora la reina –pero... -se detuvo Serenity, porque no sabía cómo seguir.

-Ahí es donde entro yo... -intervino para continuar Seiya y ayudarla –Yo viajaba con mis hermanos, Yaten y Taiki, cantando por todo el mundo buscando a nuestra princesa... la princesa del planeta Kinmoku, Kakyu... -explicaba –pero cuando llegamos a Tokio, conocí a tu madre, acabé estudiando en la misma escuela de preparatoria que ella y... me enamoré perdidamente de ella... -reconoció.

-Entiendo... -dijo Chibiusa no muy sorprendida. –Creo que... bueno... digamos que eso no me sorprende mucho... ya me imaginaba que Fighter amaba a mi madre más allá de protegerla como a una reina... -comentó la princesa.

-¿Ah sí? –preguntó Seiya. -¿Tanto se me nota? –añadió.

-Sí, por como la miras... -respondió Chibiusa -Pero, por favor, continúa...-le pidió.

Sailor Moon: Entre el deber y el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora