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˚₊· ͟͟͞͞➳❥┆014┊"I am your soulmate"

Antes de salir de casa de Mark DongHyuck sabía que le esperaba un largo día gracias aquel japonés, y no se había equivocado. Fueron a distintos lugares, caminaron de acá para allá, comieron, y todo mientras mantenían una entretenida conversación, en la que el castaño intentó aportar pero fracasando en el intento gracias a Yuta quien de negaba a dejarlo hablar.

Y no solo eso, cuando pararon a comprar batidos en una tienda, Yuta se las había arreglado para volcar todo el contenido de su batido sobre DongHyuck.

-¿¡Qué haces!?-Chilló DongHyuck en cuanto su ropa quedó arruinada.

-¡Ups!-

-Fue un accidente Hyuck.-Soltaba Mark mientras intentaba limpiar un poco del desastre que se había causado.

DongHyuck suspiraba mientras intentaba limpiar su remera blanca, ahora tenía manchas marrones por todas partes. Parecía que no iban a desaparecer. Terminó por salir del baño, pero al hacerlo no vió ni a Mark y al peliblanco. Sus manos se hicieron un puño y observó por todo el lugar. Los vió a fuera apunto de irse o eso parecia.

-Hey ¿Me iban a dejar?-Preguntó DongHyuck llegando al lado de Mark. Yuta rodó los ojos.

-Claro que no.-Respondió Nakomoto mientras tomaba la mano del pelinegro y emprendía camino.

Mark y él parecían tan entretenidos hablando que DongHyuck quería irse de allí de una vez pero no lo haría. Sabía que si lo hacía algo malo le pasaría al canadiense, por lo que debía permanecer con ellos.

Ni siquiera se gastó en caminar a la par de aquellos dos, y le molestaba el hecho de que Mark parecía tan embobado con ese chico que ni siquiera lo había notado.

Observó bien el lugar en el que se encontraban, pasaban por una edificio el cual se había terminado de construir y solo quedaba pintar por lo que había dos personas encargándose de eso, llevando los tarros de pintura desde el suelo hasta el tercer piso.

Abrió los ojos de par en par, era ahí donde sucedería. Observó los tipos ahí arriba, y luego a Mark quien justo de había parado en el lugar.

Corrió hacía él y agarrando la trabilla de su pantalón tiró de él para alejarlo del tarro de pintura que acababa de resvalarse del tercer piso.

Acercó a Mark a él, este lo miró confundido pero en ese segundo el tarro de pintura cayó al suelo manchando el piso y las zapatillas de los presentes.

El pelinegro observó con la boca abierta lo que había pasado, Hyuck lo había salvado de que aquella pintura le cayera encima, y por alguna razón que desconocía sintió que ya lo había salvado muchas veces más antes.

Yuta los observaba también, ahora entendía quien era ese chico, era la verdadera alma gemela de Mark. Rápidamente se acercó a su mejor amigo preocupado.

-¿Estas bien? Eso casi te cae encima.-

-Si si, no te preocupes.-Respondió separándose del castaño.-Gracias por eso Hyuck.-Le sonrió al menor.

-Bueno, ya es hora de ir a casa.-Habló Nakomoto alejando al pelinegro del más bajo.

-¿Nos vemos otro día?-Preguntó Mark, DongHyuck solo suspiró mientras asentía.

Los vió irse juntos tomados de la mano charlando igual de animadamente que antes.

Y sin saber por que su corazón dolió.

...

Una semana había pasado de aquellos sucesos, y esos días fueron los peores para Mark, no entendía por qué ultimamente tenía tanta mala suerte si estaba con su alma gemela. Si tan solo supiera que no era asi.

No veía a DongHyuck hacía una semana, y aunque el menor había intentado contactarlo parar verse o solo para preguntarle como estaba, el canadiense evitaba todo contacto con él.

Porque para Mark era más importante encontrarse con Yuta y pasar tiempo con él.
Pero la mala suerte iba a seguir, y tal vez se pusiera peor.

De todas formas la idea de preguntarle a Yuta por qué nunca le avisa cuando le pasaran cosas malas jamás cruzó por su mente.

Tal vez en otro momento le hubiese importando pero parecía hipnotizado por el japonés.

Era por la noche cuando Taeyong llegó a la casa después del trabajo. Su hijo lo esperaba en su habitación tomando helado, cuando lo vió llegar lo saludó.

-¿Qué tal tu tarde hijo?-Preguntó el mayor.

-No me quejo.-

-¿Y DongHyuck?-Esa pregunta desconcertó al pelinegro.

-¿Qué tiene?-

-No sé, ya no me hablas de él, ¿Se pelearon o algo?-

-No, estamos bien, ¿Por qué?-Mark no entendía a que quería llegar su padre.

-Bueno... Llevas días teniendo mala suerte.-

-¿Y eso que tiene que ver con DongHyuck?-

-Emm, él es tu alma gemela.-Respondió Tae como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Mark comenzó a reir.-¿De qué estas hablando pa?-Su padre lo miraba sin entender.-Yuta es mi alma gemela.-Y ahí fue cuando todo tenía sentido para Taeyong.

-No, no es Yuta es DongHyuck.-A este punto Mark estaba muy confundido.

-No, es imposible Yuta no me mentiría.-Respondió seguro.

-Mark, Yuta y vos no se hablaban hace meses, ustedes ya ni siquiera eran amigos, ¿De que hablas?-Taeyong ya comenzaba a enojarse, no con su hijo, si no con el japonés.

-Voy hablar con él.-Respondió Mark mientras se levantaba de la cama de su padre y se dirigía a su habitación a buscar su celular y marcar el número de Yuta.

Se sentó en su cama, no entendía nada. ¿Por qué Yuta le mentiría con algo como eso? Si estaban peleados el mayor no hubiese respondido los mensajes de Mark en primer lugar. Además ¿Por qué no decirle que ya no eran amigos?

El japonés atendió la llamada y mantuvieron una conversación tranquila, preguntándose como estaban, que tal su día y cosas así, hasta que llegaron al motivo de la llamada.

-Mi papá me dijo que no sos mi alma gemela... ¿Eso es cierto?-Y de inmediato los nervios inundaron al mayor.

-No, yo sí soy tu alma gemela.-Respondió.

-¿Entonces por qué mi papá diría algo así?-

-Ya sabes que a tu padre nunca le caí bien.-Y Mark estuvo de acuerdo con esa respuesta.

-Tenes razón.-

-Te extraño Mark.-Reveló el mayor.

MarkHyuck | Bad LuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora