XLVIII

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- No me malinterpretes, señorita Akira. Estaba leyendo su iniciativa de dar de baja definitiva a uno de los bomberos de la estación 007

- Así es, hice una petición para que se revisara el caso.

- Lo hice, revisamos el caso y no comprendo exactamente que quiere ¿cuál es el motivo por el cual deberíamos despedirlo?

- ¿Difamar a la institución se le hace poco? -Mira la fotografía sobre el escritorio; era de unos niños debían ser los hijos de su superior.

- Bueno, realmente no está difamando nada. Solo estaba dando una opinión, que si bien estaba fundamentada en nada más que creencias. Tampoco creo que sea razón suficiente para echarlo. Además, no estaba en servicio, ni portaba uniforme ni credenciales de su labor.

- Yo sé que no portaba nada de eso, señor... Pero

- De nuevo, solo era un civil en una entrevista. Es internet, Román. Mis hijos ven esas cosas.

- Me está diciendo que...

- Sería muy tonto proceder a despedirlo por la tontería que dijo en un programa de la internet que solo ven los niños. Debes tranquilizarte más Akira. Desde que llegaste a esta institución solo pasas de aquí para allá queriendo cambiarlo todo. Yo sé, veo tu esfuerzo por querer hacer todo correcto y eso es lo que siempre estamos buscando precisamente, hacer las cosas de la mejor manera. Solo debes dejar de ver a todos como enemigos ¿sí?

- Sí... es solo que me hizo sentir mal. Está dudando de mis maneras y está dudando de todo un sistema. Me hizo sentir humillada con sus palabras llenas de veneno ¿cómo sé qué no está implantando sus ideas en otros? Todo lo que he estado haciendo por meses con gran esfuerzo, para hacer de esta ciudad una mejor.

- Lo sé, Akira. Tu programa de restructuración de estaciones parece tener buenos resultados.

- No vamos a despedir a ese muchacho. Que ha hecho mucho por su labor ¿no te diste cuenta de que es el chico que salvó a otro y se hizo noticia nacional? ¡Qué va, mundial! Imagina despedir a alguien que es visto como un héroe. Ya habíamos quedado claro de que no pasaba nada cuando llegó el informe de que había roto el protocolo de salvamento.

- ¿Es como que intocable o algo así?

- No digo que sea intocable, digo que no tenemos por qué alterarnos con situaciones que ni siquiera son un verdadero problema. Si te preocupa tanto, mantente informada de lo que hace. Solo no te vuelvas loca con el tema, después de todo aún hay mucho que hacer y sé que tienes por delante un gran proyecto.

- Señor, que diría si esa estación saliera ineficiente en la auditoria.

- Lo dudo mucho, se nota que ahí sí saben hacer su trabajo. Me parecería absurdo ¿por qué? ¿Pasó eso?

- No, para nada. De hecho, estoy a la espera del reporte que me entregaran.

- Recuerde señorita Akira. No se ensañe demasiado con ese joven por las cosas que dijo. Todos cuando somos unos chavales decimos tonterías. Mejor siga con su programa y deje que las cosas pasen.

- Así lo haré, Señor Merlón. De igual modo, gracias por atender mi petición tan rápido.

- No es nada, tú demuestras ser eficiente y yo también. Por favor, no vengas acá de nuevo con el mismo tema del chico si no es verdaderamente algo importante ¿bien?

- Lo prometo, no lo volveré a llamar por tonterías. Descuide, no haré caso a lo que pasó y seguiré con lo que viene.

Salió de la oficina de su jefe. Con todas las expectativas abajo. Se encerró en su propia oficina y al fin pudo gruñir con las ganas que se aguantó.

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora