CAPÍTULO XI: MUY LEJOS

38 20 45
                                    

Guayana Francesa, América del Sur

Mientras ellos bajaban de un helicóptero veían como una camioneta se acercaba a ellos, estaban sanos y salvos, todo había terminado y por fin podrían volver, apenas la camioneta se parqueó Anderson y Howie se acercaron a ellos para ayudarlos a bajar, luego decidieron que era mejor quemar el vehículo para no dejar rastros en caso de que algún rebelde hubiera sobrevivido, se alejaron y comenzó a tomar rumbo a la base.

-Bienvenidos a bordo, de nuevo-. Dijo el conductor mientras manejaba el helicóptero, por fin sonrieron, entre Anderson y Howie les curaban las heridas, mientras estaban haciendo ese proceso Robert no paraba de maldecir mientras Howie lo atendía.

-¡Agh!, Mierda-. Masculló cuando Howie estaba limpiando su herida para luego vendarla.

-Se dice gracias, Robert-. Dijo Howie tan calmado como siempre, terminó de vendarlo. -Sin embargo deberán ir a enfermería y darse un baño-.

-Sí claro, lo haremos después de comer algo-. Respondió Robert de manera sarcástica.

-De ninguna manera, primero deberán lucir presentables y luego sí podrá hacer lo que quieran-. 

-Oye Anderson, hablando de enfermería, ¿Cómo está Alice? -. Preguntó Neil mientras miraba el paisaje-.

-Un poco abatida para ser sincero, lo único que quiere y desea con ansias es que ustedes dos vuelvan-. Le mientras respondió guardaban los implementos médicos en el botiquín.

-Oh Dios, ¿Podrían distraerla mientras nos ponemos presentables? -. 

-Descuida, Katzen está encargado de eso-. 

-¿El alemán de la otra vez? -. Preguntó Robert, al parecer no simpatizaba con él pero tampoco lo odiaba, simplemente no quería estar cerca de él.

-Sí, ese mismo-. Siguieron conduciendo hasta que llegaron a la base, lo primero que hicieron fue dirigirse a las duchas, por fin después de tanto tiempo podían relajarse y sentir el calor del agua bajando por sus cuerpos, después de eso aprovecharon para afeitarse, Neil siguió conservando su estilo lampiño sin barba, sin embargo decidió cambiar su look por uno más elegante, optó por look como el de Bowie en los tiempos de Tin Machine, se puso su traje negro, se dio unos retoques  finales y salió a esperar a Robert para así reunirse con los otros dos, mientras esperaba Anderson y Howie se acercaron.

-Oye, ¿Por qué tan elegante Neil? -. Preguntó Howie que vestía un traje conformado por una chaqueta vino tinta, chaleco del mismo color, camisa blanca, corbata azul oscuro y zapatos a juego con el traje, se había cambiado el look por uno high fade con barba moderada.

-Bueno, debo sorprender a Alice, ¿No es así? -. Respondió poniéndole una mano en el hombro, luego le dirigió una mirada a Anderson que vestía un traje azul oscuro con camisa blanca, zapatos cafés y corbata café tirando a amarillo quemado, había optado por un corte taper fade (degradado) sin barba. -Vaya vaya, parece que fuéramos a una fiesta de graduación-.

-Es que vamos a una fiesta Neil, además del traje nos sienta bien-. Dijo Anderson a modo de respuesta mientras buscaba con la mirada a Robert. -¿Dónde esta Robert? -. 

-Aún está arreglándose, aunque creo que ya debería salir-. Recibió esa respuesta, notó que Neil se había apoyado casi con urgencia en Howie, lo señaló con el bastón.

 -Deberías sentarte un rato, por tu pierna-. Habló Anderson en tono de preocupación.

- Descuida, estaré bien, y volviendo a Robert, no debería tardar-. Howie le había dado una dosis cargada de morfina antes de dejarlos para que se arreglaran.

Amor, misiones y olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora