Si la distancia es larga, el regreso es caliente.

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Shingeki no Kyojin es propiedad de Hajime Isayama.

Pairing: ErenxMikasa.
Rating: E, contenido sexual y vocabulario fuerte.
AU

Eren, de 23 años regresa nuevamente a su ciudad natal luego de 4 años en la universidad. Mikasa lo espera en casa.

La parsimoniosa voz del piloto se escuchó a lo largo del avión, anunciaba la llegada a la ciudad de donde era originario. Eran 4 años de no regresar a casa. Sus años en la universidad no permitieron que se tomara vacaciones en su ciudad natal entre escuelas de vacaciones y semestres agotadores. Sus padres viajaron 3 de esos 4 años a celebrar las fiestas más importantes con él y más allá de eso, Mikasa y Armin le visitaron el primer año de universidad. Tenía 3 años de no verlos, ni a ellos, ni a Jean, Sasha, Connie y los otros. Se encontraba ansioso por verlos nuevamente, quería ver los cambios de todos después de 4 años, en especial quería ver a Mikasa; nadie lo sabía pero habían mantenido una relación amorosa fuera del conocimiento público, a esa edad era por ser chicos inmaduros y para evitar escuchar las palabras de los otros de "una relación a distancia no funciona". Para su sorpresa, funcionó espléndidamente, Mikasa era una chica que le llamaba constantemente y le enviaba pequeños regalos a domicilio, la mayoría consistían en comida y figurillas de Spiderman. Él por su parte se encargaba de enviarle tarjetas de regalo de los lugares que ella mencionaba por las videollamadas. Su relación antes de marcharse fue muy extraña, comenzaron hablando y dándose pequeños gestos de amor: besos en las mejillas y los labios, y poco a poco exploraron más de ellos mismos llegando a experimentar con el sexo, tanto, que conocía perfectamente el cuerpo de la pelinegra y ella el de él. La última vez que se habían visto no lograron hacer ningún movimiento por la presencia de Armin, por lo que su expectativa de ese día en la tarde aumentaba proporcionalmente al tiempo que transcurría.

...

Cerca de las 10 de la mañana se encontraba siendo abrazado por su madre por quinta vez, la diferencia residía en que ahora era en su casa. Su madre le dio un beso en la frente y le indicó que su habitación estaba preparada.

-¿Verás a tus amigos hoy, cariño?

- Supongo, nos juntaremos en casa de Mikasa. - Su madre levantó una ceja, curiosa. - Creo que no vendré hasta mañana.

-Oh, han de tener mucho que hablar. - Su madre le dio leves empujones en la espalda. - Ve, ve. Tu padre y yo iremos a cenar.

Arregló una mochila con su ropa y se marchó camino a la casa de la pelinegra. El plan era ir a un restaurante nuevo para charlar con Armin y ella, y al otro día saldrían con todos los otros chicos, pero le era imposible mantenerse en casa sabiendo que ella se encontraba en la misma ciudad. Necesitaba verla, besarla y admirarla en persona; ya se encontraba cansado de verla en fotos que ella le enviaba y de masturbarse con fotos de ella en bikini que Connie había subido en su muro el año anterior.

Se anunció y aparcó en el sótano del edificio donde ella vivía. Subió al tercer nivel y tocó el timbre. En poco tiempo sintió los brazos de la chica alrededor de él al abrirse la puerta.

-¡Eren!, te extrañé. - Su camisa se humedeció con las lágrimas de la chica y un aroma a fresas inundó su olfato. - Has regresado a casa.

- Mikasa, tranquila. - Subió su mano hasta la mejilla sonrojada de la pelinegra. Y acercó sus labios para besar su mejilla y suavemente, con pequeños besos llegó a sus labios, suaves y carnosos como los recordaba. Se separaron luego de unos segundos dando pequeños besos. - ¿Entramos?

El apartamento de la chica era bastante ordenado, pintado de color crema y sillones del mismo tono, nada destacable para él. Se sentó en el sillón más largo para esperar que se sentara a su lado. Sin embargo, al regresar se sentó frente a él, corriendo el sillón para estar más cerca. Le entregó un vaso con soda y bebió del que llevaba para ella.

Oriónidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora