Fluir

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Sólo estar despierto fue suficiente.

De hecho pienso,
que no hubiera sido posible
despertar para ese momento
de manera consciente.

Y es que resulta irrelevante
el motivo que me hace madrugar.

Abrí la puerta y mirando al este
pude ver lo que inconscientemente
me predispone.

Respiro el aire fresco antes
de que se marche diez horas más,
y cuando todo deja de pesar.

Mi mente se vuelve un solo silencio,
sólo siento mi corazón
latiendo contra mi pecho.

Ahora estoy sentado
escribiendo
lo que estoy pensando.

Y todo está fluyendo,
¡Que novedad!

Versos desde el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora