6 meses antes...
Aleksandra.
Una hora más aquí y juro que iré a vomitar. Perfecto, me encuentro en la gala benéfica de los Kirgyakos, Uno de los eventos más grande del año si tan solo Anthony me dejará marchar ya lo hubiese hecho.
— Iré a buscar un vaso con agua fría Tony — le digo a mi amigo.
— Esta bien querida ve — me sonríe y se queda conversando con un director.
Anthony Maslow : 26 años de edad, presidente de la empresa de moda más famosa de toda Rusia y por supuesto mi mejor amigo.
Camino despacio hasta llegar a la barra donde se encuentran los camareros sirviendo tragos y bebidas. Tomo asiento en una de las sillas disponibles.
— ¿Desea ordenar algo señorita? — me pregunta el camarero como de 18 años.
— Un vaso con agua fría por favor — pido.
— Valla, valla si aquí tenemos a nuestra querida Aleksandra o debo decir a la zorrita de Anthony — la fastidiosa voz de Sarah suena.
— Deja de fastidiar — digo mientras observo hacia otro lado.
— Te hiciste famosa gracias a Anthony, no eres nadie sin él — dice con un tono de sarcasmo en su voz.
La observo directamente y sonrió — ¿Te duele? — cuestiono y ella me observa confundida — ¿Te duele que sea más famosa que tú? ¿Te duele que Anthony siempre esté a mi lado? ¿Te duele que solo eres una modelo fracasada? — lanzó toda la ira que tenía acumulada — ¿Sabes? Realmente no necesito de Anthony para ser lo que soy, tampoco necesito ser modelo para ser feliz. Soy la heredera de una revista, de una línea de joyerías y si eso no fuese lo suficiente soy dueña de una cadena de hoteles que llevan mi nombre a diferencia de ti a mis 22 años ya tengo una fortuna hecha por si sola y tu no eres nadie sin el dinero de tus padres.
— Eres una... — y antes que siga veo que toma su copa llena de champagne y hace el amago de tirarla encima de mi vestido pero soy más rápida y me quito de ahí.
El líquido de la copa cae sobre el traje de un hombre joven y mi mirada cae sobre la de él que me mira fijamente también y me pierdo en sus ojos azules.
— Yo lo siento señor Miller no fue mi intención — habla una toda nerviosa Sarah.
— A ella le debe una disculpa — dice el hombre sin dejarme de ver fijamente.
Me da una última mirada, sonríe y se marcha. Pero su sonrisa me recuerda al hombre misterioso que conocí aquella noche mientras estaba ebria.
Lo veo dirigirse hacia afuera y lo sigo. Le tomó el brazo pero el girar me tropiezo y el me toma en brazos. Me compongo rápidamente.
— Yo lo siento, no fui mi intención que su traje se llenara de champagne, se que no fui yo quien la arrojó pero también tengo la culpa — digo mientras miro hacia el suelo — le pagaré su traje — le observo esta vez.
— No es necesario señorita — dice con su voz grave y un flashback viene a mi cabeza de la noche de aquella borrachera.
— Disculpe... ¿Nos hemos visto en el algún lado?— tomo su brazo para evitar que se vaya.
— Lo siento pero no señorita me tengo que ir — dice.
— ALEKK!! — esa voz... esa maldita voz solo puede ser de Daniel Morgan.
Daniel Morgan : 28 años de edad, hijo de papi, heredero de la fortuna Morgan no es mucho pero si lo suficientemente para vivir cómodo y claro esta que mi ex.
Cree que aún lo amo y pues esta equivocado el niño.
Antes que se me acerque reacciono rápido y corro hacia donde está el desconocido hombre con el que acabo de hablar. Me lanzo a sus brazos y le doy un beso que al comienzo solo se queda estático pero que termina correspondiendome toma mi cintura y profundiza el beso. Sus labios se mueven tomando el control de la ahora extraña y rara situación suelto mi cartera y posicionó mis brazos en su cuello.
Nos separamos por falta de aire y nos quedamos observando fijamente. Un jalón me hace separarme de él, un jalón que me hace jadear de la fuerza.
— ¿Me puedes explicar qué diablos haces besando a Maximiliano Miller? — me pregunta furiosamente Daniel.
— Sueltala en este mismo instante Daniel — habla el aún desconocido.
Daniel me suelta y coloca uno de sus manos en la cintura y la otra la coloca en su boca — Otra vez tú, no te cansas de fastidiar verdad Maxi — expresa en un tono irónico.
— Vámonos — pronuncia el desconocido tomando mi mano y sacandome de ahí.
Me guía hacia su auto y me abre la puerta del ahora BMW estacionado frente a mis ojos. Su chófer empieza a manejar y yo aún trato de procesar lo que pasó recién.
— Disculpe mi atrevimiento hace un momento, mi intención no era besarle — pido un disculpa un poco apenada.
El hombre que ahora se que llama Maximiliano me observa y lleva su vista hacia la ventanilla del auto.
— No hay problema señorita — dice.
— Por favor detenga el auto — pido amablemente al chófer.
— No detengas el auto Esteban, llevanos a mi casa— ordena.
Simplemente me quedo callada y por primera vez en mi vida cedo a las órdenes de alguien.
...
La claridad me hace despertarme y veo los rayos del sol darme en la cara. Tapo mi cuerpo con la sábana y me acurruco más.
Un momento.
Mi habitación es totalmente oscura. Me siento apresurada en la cama y veo que esta no es mi habitación, incluso toda la pared es de cristal y veo un jardín al lado con una piscina en él.
Cierro los ojos y masajeo mis sentidos. Mi celular comienza a sonar y atiendo.
— Hola — digo aún con los ojos cerrados.
— Por Dios Aleksandra, ¿ ya vistes las noticias? — una alterada Daniela.
— La verdad no y déjame en paz Daniela es fin de semana no me toca ir a la empresa hoy — le digo a mi representante.
— Ve y observa las putas noticias — cuelga la llamada.
Tomo mi celular lo observo y desconcertada voy hacia el navegador y veo las últimas primicias.
"El magnate Maximiliano Novikov ¿Tendrá una relación con la súper modelo y empresaria Aleksandra Ferrari?."
"¿Será este el método para que la señorita Ferrari ascienda en el mundo de la moda."
"Romance secreto"
"Aleksandra Ferrari le estaba coqueteando a Maximiliano Novikov".
Buenas mis criaturitas espero les haya gustado el capitulo de hoy.
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El Mismo Diablo (1° SIA)
RomancePrimer libro de la Saga Inesperado Amor. Qué pasaría si eres contratada para el mismo Diablo? O mejor aún, ¿Qué pasaría si terminas casada con él? -Este error me estas costando muy caro señor Miller- digo molesta. - Ve y dile a la prensa la verdad s...