Capítulo VII

717 118 11
                                    

Habían sacado todos los juguetes sexuales del cuerpo de Jiang Cheng excepto el anillo que seguía apretando la base del pene de este. Jiang Cheng trataba de tomar dentro de su boca los dos miembros de sus novios y sentía que en cualquier momento su mandíbula se iba a desencajar, pero le encantaba mezclar los sabores de ambos en él y no se sentía lo suficientemente sucio hasta el momento.

―A-Cheng, no creo que pueda soportar mucho más sin entrar en ti, ¿estás preparado? ―le preguntó Lan Huan mientras tiraba de sus cabellos para que los ojos que eran una mezcla entre gris y celeste se fijaran en él.

―Creí que te estábamos esperando a ti ―se burló Jiang Cheng que se alejó de ellos y volvió a tenderse sobre la cama, solo que esta vez en una posición donde sus codos y rodillas eran los que lo sostenían. Con una mano se abrió el agujero para mostrarles lo dilatado que estaba y volvió a hablar―. Creo que es más que suficiente para que entren los dos.

MingJue se le iba a abalanzar nuevamente para tomarlo por completo, pero una mano lo detuvo justo en el momento exacto y XiChen habló con una atemorizante sonrisa en sus labios.

―Creo que es m turno de entrar en A-Cheng primero, A-Jue.

El correcto hombre le dio paso a su amigo para que pudiera disfrutar de unos momentos a solas con su novio mientras que él iba por más lubricante, siempre costaba más ser el segundo en entrar aunque WanYin estuviera muy preparado. Lan Huan se recostó de espaldas a la cama y sin miramientos tiró del heredero de Lotus Pier encima de él, no hubo abrazos ni caricias, el buen humor de XiChen se había esfumado y solo quería una cosa: entrar en WanYin.

Sujetó con fuerza las caderas de Jiang Cheng, quien a su vez se mordía el labio en anticipación a lo que vendría y apenas acomodando su miembro en el agujero del más joven, entró sin problemas con una sola embestida. Podía sentir como efectivamente el agujero de Jiang Cheng se encontraba dilatado por la anterior follada de MingJue, pero con unos cuantos movimientos, se volvía a apretar en torno al largo falo de XiChen.

Cada acometida era una lucha de quien mandaba a quién, pues XiChen trataba de llevar un ritmo mucho más profundo y WanYin uno más rápido y desenfrenado, pues la verdad era que estaba demasiado cerca del borde del orgasmo y si no fuera por el anillo que le impedía la liberación, ya se hubiera corrido. Debido a eso era que la desesperación iba en aumento para él y comenzaba a soltar frases que estando consciente jamás diría, aunque en cierta medida se había acostumbrado a rogar en lo que el ámbito sexual se refería.

―Por favor, quiero correrme... ¡sáquenlo! ―en una clara referencia a su circular tortura.

MingJue le hizo un gesto a Lan Huan por detrás de la espalda de Jiang Cheng sin que este lo viera, estaba preparado para penetrarlo también y sería bueno que en ese momento le retiraran el objeto, así el placer acumulado haría el que el dolor causado por la doble intrusión disminuyera y con mucha suerte no se notara. Lan Huan asintió mientras tiraba del cuerpo de Jiang Cheng sobre el suyo, así su trasero quedaba más elevado y expuesto para la entrada de Nie y podía alcanzar su rostro y besarlo.

Cuando la gruesa punta llena de lubricante de MingJue se posicionó en el lugar, el beso de XiChen se profundizó y su mano alcanzó el atrapado pene de Jiang Cheng entre sus dos cuerpos. Sin dejar de levantar sus caderas para penetrarlo, disminuyó el ritmo para que MingJue finalmente entrara y retiró con un solo movimiento rápido y eficaz el anillo. WanYin mordió su labio inferior para luego soltarlo y echar la cabeza hacia atrás, había dejado de moverse y el gutural grito fue de satisfacción pura al poder alcanzar el orgasmo que tanto había ansiado.

El espeso semen se vertió sobre el estómago de XiChen e incluso algunas gotas llegaron impulsadas hasta su cuello y rostro, pero no era como que a este le importara, pues en esos momentos de la liberación de Jiang Cheng se sintió apretar en su interior y contrario a lo que habían pensado, eso complicó las cosas para que MingJue entrara. De todas formas, lo hizo, aunque tuvo que forzar en algo su intrusión, pero una vez que su glande entró en el más joven no hubo problemas para el resto de su miembro.

Déjanos Amarte (MingXiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora