Advertencia: Este fanfic involucra escenas descriptas para adultos, además de contener lenguaje fuerte y escenas violentas.
Atención: El personaje Twilight Sparkle y todo lo relacionado con el universo de My Little Pony, le pertenecen a Lauren Faust y Hasbro. Personajes mencionados en próximos capítulos pueden tener otros creadores a los cuales mencionare al final del mismo. Otros simplemente, son de mi invención y se han inspirado en otros autores, lo cual significa que no son motivo de copyright, aun así mencionare de donde saque mi inspiración de todos ellos en otras secciones.
Nos encontramos en un ambiente muy poco iluminado, una habitación, de paredes metálicas con innumerable cantidad de cableado los cuales conducían a un solo lugar. Esos cables se encontraban conectados a algo, una persona, que parecía estar sentada en una silla reclinable. De un momento a otro, el sujeto abre los ojos de manera precipitada, para luego escuchar las puertas a la habitación abriéndose.
_Señor, hay..._
_Una fuente de energía más grande, si... lo sé._ Pronuncio. _Dile al general que prepare a grupo d sus hombres. Y que se mantengan alerta, algo me dice que será difícil de conseguir._ Comento para después con un ademan pedir que se retirara.
Solo nuevamente en la oscura habitación reposo su cabeza y cuerpo en la silla, para analizar la situación presente, y una vez cómodo hablo para sus adentros.
_Demonios, cometí un grave error. Ahora ella está aquí, tuve que haber atrapado la otra fuente de energía antes de que llegara, pero no, decidí no intervenir y ahora la situación ha empeorado._ Dijo para luego hacer una pausa para toser. _Y esta maldita tos, se agrava poco a poco... sin olvidar que tengo... eso._ Comento mientras observada una pantalla emergente frente a él con el recordatorio "HOY, ASUNTO PENDIENTE". _Lo único que queda, es rezar, para que todo salga bien._
(Mientras tanto)
Se observa una enorme habitación iluminada, un hangar sostenido por gruesas vigas de acero llena de furgonetas negras, algunas de las cuales eran reparadas por mecánicos y otras por maquinaria robótica. Pero una en especial estaba rodeada por cinco hombres de aspecto rudo y físico fornido y otro el cual desencajaba totalmente con el grupo, todos ellos vistiendo un uniforme de combate negro. Un par estaba fumando, otro par jugando Póker y los dos restantes conversando, hasta que se vieron interrumpidos por un individuo ajeno a la situación.
_ ¡General Smith!_ Pronuncio alguien en voz alta para ser escuchado.
_ Que quieres cuatro ojos._ Respondió el susodicho dándose media vuelta, era un hombre caucásico de unos 40 años de edad, pelo negro corto con una cicatriz en su mejilla izquierda, intimidante y de gran liderazgo o al menos eso había escuchado el científico.
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