EL SIRVIENTE (ADAPTACIÓN)

Epilogo

2 años después

.

-¿Estas segura que aquí es a dónde quieres ir, Jessica? - pregunta Ohm confundido cuando se encontraron frente al museo Louvre de París, ella estaba conduciendo el auto y Ohm pensó que irían a algún centro comercial, ella asiente sonriendo baja del auto antes de que él siga preguntando.

-Mueve tu sexy trasero, hombre. Quiero entrar antes de que cierren - gruño y Ohm la siguió resignado, a pesar de que le gustaba el arte, hubiera preferido ir a un centro comercial, desde que Natouch se fue había evitado hacer cosas que le dejen volar la imaginación e ir a un museo es una de ellas, cada estatua y pintura le recuerda a su Natouch, su falso prometido.

Entraron al museo y Ohm lo vio increíblemente solo, era extraño, a pesar de que iba a cerrar en media hora sabía que debería estar lleno, es viernes y es temporada de turistas, pero solo hay un par de personas en smoking, un pequeño grupo de turistas y el personal de seguridad, juntos caminaron viendo los cuadros del ala este del museo, Jessica se detenía breve tiempo para detallar cada uno y seguía su camino cosa que agradecía Ohm, justo en esos momentos no estaba de ánimos para ser observador.

-¿Sabes que quiero ver? - pregunto Jessica entusiasmada, Ohm la miro y enarco una ceja esperando su respuesta - Quiero ver la Venus De Milo que está en el ala oeste. ¿Vamos, si?

-Bien - suspira Ohm resignado.

Caminaron rápidamente hasta la otra ala que Ohm no se dio cuenta que la muestra de la obra que quería ver Jessica estaba cerrada por valoración de obras pero ella tenía contactos en el museo y sabía que podría entrar sin problemas.

Las puertas estaban cerradas pero cuando el guardia vio a Jessica le dedicó una mirada enamorada y le abrió la puerta sin decir nada. Al entrar Jessica camino tranquilamente por el lugar no hay nadie en la entrada de la sala de esculturas pero ella sabe que más adelante hay gente, caminaron viendo las esculturas hasta que por el altavoz se escuchó, primero en francés y luego en inglés, que pedían cordialmente que salgan que el museo cerrará en un minuto.

-Vamos, cariño. Es hora de irnos - pidió Ohm tratando de alcanzar a Jessica que caminaba rápidamente hacia el final de la sala.

-Solo un segundo, sígueme. - Solicitó ella sin detenerse, cuando llegaron al final vio a dos personas frente a varias esculturas con unos cuadernos.

-Jessica cariño, ya basta. Vámonos, es tarde - murmuro Ohm pero aun así las otras personas le escucharon.

-Hola, Jess. - Saludo el hombre cariñosamente, la mujer a su lado le sonríe

-Hola, Erick, Fluke... – saludo Jessica sonriente, Ohm levanto la cabeza como acto reflejo al escuchar el nombre y jadeo al ver al doncel de sus sueños junto a otro hombre sonriendo, su mundo se vino abajo rápidamente. - ¿Te importa si me llevo a Erick un segundo? Tengo que discutir algo con él - Fluke no dijo nada, su vista está fija en Ohm.

Erick sabiendo lo que Jessica hacía, planeó ese encuentro por semanas, cuando supo que Fluke era el Natouch por el cual su primo llevaba dos años llorando, gritó y bailó de felicidad, iba a arreglar ese problemita con su increíblemente malhumorado primo.

-Vamos, Jessica - ordeno Erick tomándola del brazo, la prima se acerca a Ohm y susurro en su oído antes de seguir su camino.

-Espero que aproveches la oportunidad.

Ohm no podía creer que su prima haya echo eso por él, encontró a Natouch cuando él no pudo, con razón, el ni siquiera estaba en el país, él estaba en Francia y más hermoso que nunca, su cabello un poco más largo y de un castaño más claro, sus ojos expresivos y cansados, su cuerpo más definido, con más curvas que las que tenía antes, cosa que no creía que fuera posible. Con cautela se acercó un par de pasos hasta estar frente a él, se veía hermoso, toda un dios.