LIX

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Fargan se rascó la barba sin dejar de observar como Alex trataba de acabarse las palomitas restantes.

- Podemos llevarlas a casa, no tienes que acabarlas para salir del cine.

- No, porque luego las estoy paseando por dónde voy.

- ¿Te gustó la película?

- Claro, fue divertida. No creo que vaya a ganar premios, pero me entretuvo mucho.

- Alex, es rápido y furioso 14. Claro que no va a ganar premios, tienen suerte de que la gente aún no se dé cuenta de que es una tontería. Por eso me encantan.

Fargan le abraza por el hombro para mantenerlo cercas mientras caminan hacia la salida.

- Cuando veníamos en camino, dijiste que querías contarme unas cosas ¿son algo casual o quieres estar en un lugar privado?

- Meh, puede ser en el auto.

- En el auto es un poco informal ¿seguro que no vas a contarme algo sumamente importante? Porque podríamos sentarnos a comer helado.

- Fargan ¿cuánta más comida quieres meterme el día de hoy? -Tira al contenedor su basura.

- Quiero que te concentres, si quieres no comes nada.

- Son diversos temas. Creo que todos son de diferentes cosas. Para empezar, extraño tenerte de vecino. No sabe igual despertar sin leche o pan porque te lo robaste la noche anterior.

- Eso ya lo he arreglado con Willy. Cuando se regrese a su escuela, voy a tratar de buscar un departamento en tu edificio.

Alex se detiene en seco y al mismo tiempo detiene a Fargan. Mirándolo fijamente, pero con mueca de seriedad.

¿Qué pasa? ¿Sorpresa? Tal vez no tenía que decirlo así, suena raro.

- Fargan no, que lo extrañe no quiere decir que esté bien. Porque seguro es porque sientes que debes cuidarme, y no es así.

- No es eso, me gusta estar cercas de ti. Es más fácil hacer cosas juntos, te prometo que voy a dejar de entrar sin permiso. Más ahora que estás viviendo con alguien más.

- Ya sé cuál es el primer tema...

El castaño se muerde el labio nervioso. Recordando los temas pendientes. Lo que sabe y hasta ahora nunca había necesitado fingir que no.

- Fargan, no es tu culpa. Lo del incendio. Tampoco es mía, no es de nadie ¿verdad?

- Claro -Pero jamás algo había sonado tan falso salir de su boca.

- Fargan, otra vez. No es tu culpa.

- El incendio no es mi culpa, Alex -Le sonríe, eso no era falso.

- Okey, vamos bien.

- Pero... Es mi culpa no haber estado dentro del edificio cuando quedaste atrapado. Tenía que cuidar de ti.

- No, para nada - Niega con su cabeza- ¿cómo podías saberlo?

- ¡Salí de casa solo para comprar cerveza y tratar de convencer a Willy de tener sexo por teléfono!

- ¿¡En la calle!? ¿Qué te pasa? Ahora estoy ofendido por el ser tan guarro que eres y admites ser.

- ¡En la calle no! Bueno, se puede en un callejón, pero no. Era para convencerlo mientras regresaba al departamento.

- ¡Fargan, basta! No hagas eso.

- ¡Además, olí el humo y no me pare a pensar que era algo más! Yo vi todas las pistas y aun así te dejé ahí. Todo por mi pito.

Un dorama de bomberos | MultishipingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora