➥Parte Única

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El os está sin editar todavía, así que si ven algún error, háganmelo saber pls

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Entallado en finas telas coloridas que revoloteaban con cualquier ligero movimiento, Harry se encontraba sentado refregando sus manos con fastidio. Evidentemente él no deseaba estar estar ahí, pero la insistencia por parte de sus compañeros fue tanta que termino aceptando.

Miles de cosas pasaban por su cabeza en ese momento, ninguna relacionada con la fuerte música que salía por las bocinas o la abrasadora multitud que lo amenazaba con tragárselo, no, para nada. Todos sus pensamientos tenían nombre y apellido, Louis Tomlinson. Quién diría que aquel chico le arruinaría tanto la psiquis, y es que no era para menos, el ojiazul era la persona más genial que conoció en toda su vida.

Pero ese no era el problema, Louis jamás era un problema. Él estaba consciente de lo jodido que se encontraba en ese momento, había cometido un error que involucraba alcohol barato y labios ajenos que le habrían cobrado su felicidad de su relación con Louis (Ex relación, mejor dicho).

 La última discusión con el castaño le había dejado un muy mal sabor de boca, si bien no buscaba justificar su "infidelidad borrosa" (así la llamaba él, ya que literalmente no recordaba casi nada del acontecimiento), le había dicho una y mil veces que estaba atiborrado de alcohol esa noche, que cualquier cosa que haya hecho fue irracional. Diablos, había besado a una chica y ni siquiera se acordaba de su rostro.

Sin embargo, Louis era orgulloso. No se subyugaba ante ninguna escena de perdón (de todas las que Harry había interpretado hasta el momento), dejándole bien claro al rizado que el alcohol no era excusa para faltarle el respeto y pisotear su confianza.

El día siguiente de la caótica fiesta en los suburbios a la que Harry había insistido en ir, el castaño recibió una llamada telefónica por parte de una vieja conocida, que le describió cada detalle de lo que presenció durante la noche. Claramente Louis dudó, confiaba mucho en el rizado y no iba a ponerse a dar por sentado los hechos, quería enfrentar a Harry antes de tomar decisiones.

Su alma cayó al suelo luego de escuchar versiones de otros conocidos que se encontraban en el lugar, para luego escuchar la temblorosa voz de su novio, que confirmaba cada una de sus sospechas. 

Decidió terminar todo, el no iba a aceptar ningún perdón vacío que dejara los labios del rizado.

Todo lo relatado anteriormente era solo una parte de todo lo que lo atormentaba, además de la culpa y el arrepentimiento punzante que habitaba a diario en su pecho. Ya no le quedaban ideas de como redimirse ante el ojiazul. Si tan solo no hubiese sido un imbécil nada de esto estaría pasando.

-¡Llegaron los tragos!- Gritó animado Caleb, elevando ligeramente su tono de voz para ser escuchado entre el estruendo, deslizó las bebidas a cada integrante del grupo, incluyéndolo. Sus amigos rodeaban la mesa, manteniendo una cómica discusión sobre que travesura deberían cometer esa noche para obtener diversión. Mientras tanto, él miraba fijamente la baldosa del suelo como si fuera lo más interesante en el mundo, atrapando su labio inferior entre sus dientes. Bebía sorbos de aquella dulzona bebida que consistía en jarabes, distintos tipos de licores y hielo. Entre más intentaba animarse, nada servía.

-...Harry, ¡Harry!- Su brazo fue sacudido, haciéndolo salir de su ensoñación. Priscila, su mejor amiga, se encontraba encarándolo con el ceño fruncido.- ¿Puedes despertar? Se supone que viniste a distraerte, no a quedarte toda la noche hecho piedra en tu asiento.- Se quejó la más baja, sujetándole la barbilla de manera suave.

Careless Whisper (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora