Memories

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Me levanté raramente temprano, no me gustaba levantarme temprano a estas alturas de verano. Quería aprovechar porque luego en nada viene el insti y me suicidaré el primer día que tenga que madrugar. Dios no me puedo creer que quede sólo menos de un mes...

Pensé que podría aprovechar la mañana e ir a recoger un póster que pedí por internet al "Correos" del centro comercial. Pero antes desayuné y me vestí. Mañana por la mañana volvía Brooke y según me dijo Ethan al principio, Rubén no le queda mucho de estar aquí en Liverpool.

Avisé a Hayden y me dirigí al centro comercial. Cuando llegué no me extrañó no ver a mucha gente, un lunes a las 11 de la mañana, en verano. Me dirigí a la última planta donde aparentemente estaba correos, cuando giré la esquina ví el cartel y me dirigí allí, para ser estas horas intempestales había bastante cola. Entre esa cola una mirada me llamó mucho la atención, fui ampliando campo de visión y ya no era sólo una mirada, era un chico, un chico que me resultaba extrañamente familiar. No recordaba para nada de qué coño me sonaba. Era algo más alto que yo, tendría mi edad más o menos, tenía el pelo algo desordenado y castaño claro con un gorro simple, y sus ojos, me era tan familiar ese intenso azul cielo. Vestía con unos vaqueros negros y una camiseta algo ancha pero que le daba un estilo callejero. Él giró la cabeza y nuestras miradas se encontraron. Pude notar por su cara al hacer contacto que él tambien me había visto antes, y simplemente se limitó a volver la cabeza incómodo. Yo me quedé ahí, simplemente empanada por sus ojos que me habían dejado algo descolocada, trataba de recordar quién coño era. Lo que pasó después me desconcertó totalmente. Cuándo él se iba ya una chica apareció por la esquina y se dirigió hacía él, hablaron, parecía que vinieran juntos. Lo más chocante era la chica, era Hannah! Me quedé flipando, era Hannah Pinkman, mi vecina y amiga, con el chico que tan familiar me resultaba. Como ví que era la última de la fila y que no venía nadie mas decidí acercarme a saludarla y a ver si conseguía adivinar quién era él.

-Hannah!- me acerqué amablemente.

-Cheeels!- me abrazó.- ¿Qué tal? ¿Qué haces aquí?-

-Pues venía a recoger un póster, ¿y tú?- pregunté mientras el chico de ojos azules me taladraba con la mirada algo incómodo por la situación.

-Pues él tenía que recoger también un paquete- le señaló- y yo tenía que devolver un pantalón en esa tienda. Por cierto no os he presentado. Chelsea este es mi hermano Jesse- le señaló. Yo me quedé flipando totalmente.- Jesse esta es Chelsea, la vecina que te dije.- le dijo al castaño mientras mi cara era de cuadro en ese momento.

-Encantada- dije una vez que volví a la relidad.

-Igualmente.- dijo él, por primera vez abría la boca. Su voz también me era familiar. El asunto estaba en que él seguía recordándome a alguien pero no era ni mucho menos en relación con Hannah, se parecían mucho por el hecho de ser hermanos pero había algo más con este chico, con Jesse..

-Bueno supongo que ya nos veremos en el edificio, por cierto Hannah- me dirigí ya a la chica para apartar mirada con él.-¿quedamos esta tarde?-

-Sí claro, ¿por qué no?- rió.- pues ya hablamos para esta tarde que ahora nos tenemos que ir.-

-Por supuesto, yo también debería, bueno adiós chicos!- levanté la mano en señal de despedida.

-Adiós!- dijo Hannah. Jesse ni se dignó a decir nada. La verdad una intuición me decía que tenía algo que ver con Aaron...

Recogí mi póster y me fuí a casa. Después de comer mientras hablaba con Martin me acordé de que al pobre aun le debía lo de ir a hacer surf y quedamos en que si hacía buen tiempo, ese miércoles iríamos. Mañana tendríamos que ir a por Brooke y él tenía que ir con Alec a un instituto de la zona dónde vivía para ver como era y tal y para preguntar si había plaza, pues para sus padres ese era la mejor elección. Yo hubiera preferido que vinieran al mío, ambos tratamos de negociar eso y él con sus padres pero nada, fallido. De todas formas nuestras vidas no se van a terminar ni nuestra relación tampoco por el hecho de ir a institutos distintos por lo que dejamos la negociación. Además ni siquiera iríamos al mismo curso, él a un año superior. Alec en cambio estaba buscando universidad, sí que era probable que terminara en la misma que Hayden ya que a ambos le gustaba la misma rama de carreras y Alec también era de sacar notazas.

A eso de las 5 decidí pasarme por casa de Hannah. Toqué al timbre y esperé hasta que al rato abrieron.
-Ehh hola- dije algo incómoda al ver el rostro de Jesse en el otro lado de la puerta.
-Que hay, pasa- hablaba con dejadez- Hannah esta allí- señaló con la cabeza al salón donde pude ver a mi amiga. Cuando el vió que la encontré, se largó.
-Hola Hannah!- dije alegre.
-Heey Chels- contestó sonriente, esta chica siempre estaba muy feliz.
-¿Nos vamos? ¿Qué tal al "Vips"? Hace mucho que no voy y así lo descubres tú también.-sugerí
-Vale genial, antes podríamos dar una vuelta por unos puestos que han montado unas calles más abajo según Jesse.-
-Siii me encantan los mercadillos.- exclamé.
-Perfecto, dame un minuto que me vista con algo un poco más decente y nos vamos.-
El mercadillo estaba algo rebosante de gente, no solía haber muchos en Liverpool y a la gente, sobretodo señoras, les encantaba.
Hannah se compró un colgante bastante mono que vió en un puesto y yo, en un alarde de gordura, me compré regaliz, sin más. Soy rara.
Después de casi una hora y media dando vueltas por allí nos dirigimos al "Vips". Allí no había mucha gente asi que tuvimos mesa sin problemas. Nos pedimos unas quesadillas y un combo de entrantes.
Estuvimos un buueeen bueeen rato allí, y allí seguíamos. Fue entonces cuando me dí cuenta de las dos personas que estaban a un par de mesas de nosotras. Me pregunté cuanto tiempo estuvieron allí sin que me diera cuenta de su presencia... Rápida y discretamente le conté a Hannah quiénes eran porque dudaba que ella lo supieran, eran Alexia y...Alec. Estaban los dos tipo cita romántica, al principio me sorprendió la verdad el hecho de verlos allí, juntos, pero en parte todos sabíamos que terminarían así. Despues de contarle a Hannah, pensé en levantarme y saludarlos pero algo me frenó, se estaban besando. Sí señores, se estaban besando allí mismo, sin contemplaciones. Hannah me miraba con cara de " lo has visto tú también no?" y sí, definitivamente lo había visto.

Tras un rato más decidimos irnos, eso sí, teniendo cuidado de que la pareja no nos viera. Hannah tuvo que ir a el bar de su tía para hablar con ella sobre algo de su madre y yo decidí pasar por casa de Martin que me pillaba al lado. Le envié un mensaje para preguntarle por si estaba en casa, no fuera a ser que iba a ir yo y no hubiera nadie, o peor aún, estuvieran sus padres. Me dijo que sólo estaban él solo porque sus padres estaban trabajando y era obvio donde estaba Alec asi que me dirigí allí.

Abrió la puerta al segundo timbrazo.

-Hola queria Chels, pasa- dijo sonriente dejando ver su hoyuelo. Cuando pasé me cogió por la cintura y me besó. Me pilló por sorpresa pero sonreí inevitablemente en el beso.

-Vaya, ¿me echabas de menos eh?- dije bromeando.

-Bueno puede que algo, pero sin venirnos arriba eh.- dijo riendo.

-¿Qué te apetece hacer?- pregunté una vez dentro.

-¿Qué taal...un poco de 'El ataque de los clones'?- dijo poniendo cara de cómplice.

-Dios me matas por supuesto que sí ! En serio, ¿dónde has estado toda mi vida?- esa era probablemente mi película favorita de la saga 'Star Wars'. Cuando me enteré en uno de nuestros primeros encuentros en Londres que a él tambien le gustaba mucho la saga simplemente me puse loca.

-Bueno he estado algo ocupado buscándote pero aquí me tienes, bueno ¿vamos?- señaló al salón- ¿palomitas?- asentí sonriente.

-¿De mantequilla?- dije cómplice.

-La duda ofende.- sonrió.

Y con eso pasamos así el resto de la tarde, con el chico que había estado buscando mucho tiempo.

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Un tal Martin GarrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora