Querido diario:
Hace mucho que no escribo pero quería contar como estuve últimamente. Esta semana las noches pasaban y yo era, y soy, incapaz de dormir, por eso estoy escribiendo, para desahogarme y poder descansar. Son horas eternas, que parecen días, en las que mi cabeza da vueltas sin parar; en mis pensamientos, emociones, en cosas del día a día. A la mañana no puedo empezar sin mi dosis diaria de cafeína, ya se convirtió en una especie de bucle, que se repite una y otra vez. A la noche mi cabeza se encargaba de repetir mis inseguridades y de repetir que cosas me entristecen. También se encarga de repetir ese encuentro con la chica en la calle, ahora no puedo dejar de pensar en lo lindo que sería salir con alguien, pero mi cerebro se encargará de eso más tarde. Creo que mi cerebroo y yo tuvimos suficiente por hoy, ahora voy a dormir y a repetir mi aburrida rutina.
Eso expresaba Bruno en su diario íntimo, él era un chico de 16 años que vivía en Argentina. Era un joven lindo, con pelo medianamente largo, color castaño; sus ojos eran color verde, igual a la esmeralda, su piel era de un color ámbar que brillaba a la luz del día, tenía pequeñas pecas por toda su cara, brazos y pecho. Algo que destacaba en él era su sonrisa, no era la típica dentadura con los dientes alineados perfectamente, o una sonrisa recta, es más, destacaba porque sus dientes no estaban derechos, sus colmillos sobresalían un poco, no era una sonrisa blanca y sus dientes no estaban todos juntos, había un poco de espacio entre algunos de ellos, pero cuando veías a Bruno sonreír te dabas cuenta que era una sonrisa honesta y llena de alegría.
La gente que conocía a Bruno expresaba que siempre sonreía, se mostraba alegre y contaba bromas. Sus ojos siempre tenían ese brillo natural que te hace sentir acogido en su calida alegría. Por ahí se enojaba un poco cuando perdía en algún juego con sus amigos, o cuando hablaba en la cena con su familia.
El vivía en una casa con una madre muy conservadora, lo que hacía la convivencia muy difícil ya que Bruno era más o menos lo opuesto a conservador. Siempre tenía ideas o planteos muy controversiales para su familia. De tres hijos, él era el medio, su hermano mayor se llama Lucca y el menor Francisco. La familia siempre tuvo a Bruno como el hijo rebelde, debido a todas las ideas que traía a la casa; él era vegetariano (porque una de las cosas que más amaba eran los animales, y no se imaginaba comiéndolos) lo cual ocasionó varios problemas, ya que el siendo de uno de los países donde más se consume carne, la familia no lo tomo muy bien, pero el estaba decidido de eso y fue vegetariano por 4 años y trato de ser vegano pero no pudo... También cuestionó su sexualidad por muchos años hasta que se dio cuenta que era bisexual, decidió decírselo a su familia, pero la mamá no lo tomó de la mejor manera (casi echa a su propio hijo a la calle por su sexualidad) si no hubiese sido por su padre que estaba allí y lo protegió, porque eso es lo que los padres tienen que hacer, proteger sus hijos, sus hermanos también lo apoyaron y estuvieron defendiéndolo de las cosas que su madre decía. El no dejaba de llorar esa noche, sentía que todo iba a terminar, no entendía porque una de las personas que más lo amaba estaba tan enojada por algo que él no podía decidir. Ese día escribió algo en su diario...
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La vida de Bruno
RandomEmpezamos a conocer a Bruno, mediante lo que nos cuenta en su diario, lo que le pasa en su vida y lo que lo angustia.