CAPÍTULO 13
El Elfo llamado Connor, me pide que me siente, para tranquilizarme un poco mientras me trae algo de agua. Yo, me siento en el mismo lugar de antes, pegada al Fénix, esperando que él me proteja en cualquier situación peligrosa. Observo a Connor marcharse y sigo acariciando el plumaje del Fénix. Noto cómo éste va confiando más en mi y pronto acerca su pico a mí para intentar acariciarme. Yo me relajo. No lo suficiente para liberar la tensión de mi cuerpo pero por lo menos ya no siento la necesidad de tener en la mano algo con lo que protegerme. Connor vuelve con un cuenco lleno de agua y me observa aferrada al Fénix con una mueca divertida. Agradezco el roce del agua con mi seca garganta y me doy cuenta de la sed que tenía. Cuando termino de beber agua, me atrevo a hablar con el extraño Elfo.
- Y, ¿Qué es ese lugar al que me tienes que llevar para encontrar respuestas?
- El lugar al que perteneces. – dice sin cambiar de expresión.
- ¿Está en el interior de Ignis?
- Es el centro de Ignis.
- Y si dices que tú tienes todas esas respuestas, ¿por qué no me las das tú mismo?
- Porque no soy yo quien tiene que dártelas.
- Pero alguna respuesta me podrás dar.
- Puede - contesta sin siquiera mirarme.
Me desespero intentando que me cuente algo sobre mi desconocida vida. Hago una mueca de desesperación y me quedo callada. Veo cómo Connor me observa con expresión curiosa.
- Haces muchas preguntas – dice al cabo de un rato.
Yo no contesto.
- Dentro de un rato nos iremos de aquí. Tardaremos día y medio en llegar a palacio.
- ¿Palacio? – pregunto sorprendida.
- Sí, allí encontrarás a las personas que podrán darle un sentido a todo esto.
- Decías que me has visto nacer. Tú, ¿conociste a mis padres? – pregunto, quebrándoseme la voz.
Veo un destello de sorpresa pasar por su rostro, pero al segundo, su expresión es exactamente la misma de antes.
- Sí… no… es… - suspira – Es complicado.
- No me vas a decir nada hasta que lleguemos a “palacio”. ¿verdad?
Sonríe.
- Parece que vas aprendiendo.
Después de un rato, se levanta y comienza a andar sin siquiera darme indicaciones de seguirle. Pero al ver al Fénix emprender el vuelo, me levanto y empiezo a andar junto a ellos.
- ¿Recuerdas la noche en la que encontraste a un hombre muerto después de una pelea en el bosque? – me pregunta de repente.
- ¿Cómo sabes…? – me interrumpo – Ya. Vale. Nada hasta palacio. Sí, lo recuerdo. ¿Por qué?
- El hombre que encontraste era uno de los que intentan atraparte. Yo fui el que le mató.
Yo me sorprendo. Me doy cuenta de que en cada destello de luz anaranjada, al igual que el Fénix, Connor debía de encontrase cerca. Han intentado protegerme desde el principio. Incluso puede que desde hace más tiempo del que yo misma puedo llegar a creer.
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IGNIS; El Fénix de Fuego.
FantasyHace miles de años, cuando los humanos convivían con los seres mágicos, un humano y una Fénix crearon una nueva raza, fruto del amor. Los Luxhom (humanos de luz). Magnam Silvam es un bosque lleno de secretos en el que pocas personas que han entrado...