CAPÍTULO 16

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CAPÍTULO 16

Cuando despierto, estoy en la cama en la que he dormido la última noche. Me siento limpia, y me doy cuenta de que tengo puesto un camisón diferente al de la noche anterior. Veo por el balcón que ya ha anochecido. Me siento en la cama y una punzada de dolor hace que me estalle la cabeza. Mi dolor de tripa tampoco ayuda. De pronto, entra Sarah con una bandeja de comida. Me suenan las tripas y es cuando me doy cuenta de que no he comido nada desde ésta mañana, motivo por el que puede que me haya desmayado.

-         Tienes que comer un poco. – dice Sarah depositándome la bandeja en el regazo.

Me como todo lo que me trae y  eso hace que me sienta mejor. Sarah me observa con preocupación y cuando termino, me siento muy cansada. Pero antes de que pueda comentárselo, una mujer con un vestido color crema entra a la habitación.

-         Oh, majestad. – dice Sarah levantándose para hacer una reverencia.

La reina, sin darse cuenta de que Sarah se encuentra en la habitación, se sienta a los pies de mi cama, sin quitarme la mirada de preocupación de encima.

-         ¿Cómo te encuentras? – dice, sin saber cómo seguir.

-         Bien, he comido algo y estoy mejor.

-         Ya veo.

Transcurren unos minutos de incómodo silencio hasta que yo vuelvo a hablar.

-         ¿Qué es lo que ha pasado? No logro acordarme.

-         Sarah empezó a gritar cuando te desmayaste. Hiciste demasiado esfuerzo hoy y no has comido nada desde la mañana. Te esperé para comer, y cuando fui a buscarte te vi aún concentrada. Pensé en llamarte pero…

Me siento culpable. Mi madre y yo, íbamos a pasar el día juntas, y yo he estado todo el día intentando controlar mi nuevo poder.

-         Lo siento muchísimo. De verdad. Era…necesario. Ya he hecho daño a dos personas  a las que quiero debido a tener esto que tengo. Sólo quiero poder controlarlo. Controlarlo para… no hacer daño a más personas a las que también quiero. – digo con ojos llorosos.

Mi madre queda conmovida y  se acerca más a mí para sostener mi rostro entre sus manos.

-         Hija mía, yo sólo quiero que estés bien. Cuando te he visto en el suelo inconsciente se me ha caído el alma a los pies. Ya una vez pensaba que no volvería a verte. Ahora que te he recuperado… no quiero perderte.

-         No me vas a perder. Ahora que has entrado a mi vida no podrías salir de ella así como así.

-         Me alegro de ello. Porque no podría soportarlo.

Tras esto, me doy cuenta de que Sarah ya no está en la habitación y entonces, comienzo a contarla aquello que me había preocupado.

-         He creado escarcha.

-         ¿Cómo? – pregunta mi madre, sorprendida.

-         Ha salido de mis manos, no podía creérmelo pero, al igual que creo y absorbo el fuego, también puedo crear y absorber escarcha, yo…- paro, jadeando, debido a haber hablado muy deprisa.

-         Tranquila, Alysa. Deberías descansar. Has gastado muchas energías hoy. Estás totalmente agotada…

-         Mamá.

La reina se queda callada. Mirándome fijamente, dándose cuenta a la vez que yo de que es la primera vez que la llamo por su título original. Su silencio me da pie a seguir hablando.

IGNIS; El Fénix de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora