𝘇𝗲𝗿𝗼. i'm spiderman

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PENSÓ EN DARSE VUELTA, en replantearse la idea de estar ahí y de lo que iba a hacer. Pero la situación no era la más cómoda, necesitaba hacer esto, o eso quería creer.

Estaba en una pequeña tienda en las oscuras calles de Queens, buscando lo que sería su cena. Su padre no estaba en una buena situación económica, pero decidió aún así a traer a su hija de Venezuela a Estados Unidos para comenzar una nueva vida. Su error fue llevársela antes de tan siquiera tener un trabajo estable, lo cual le costaba a no comer en algunas semanas sus tres comidas diarias. Cosa que la trajo a este lugar.

El lugar solo era invadido por el cajero del lugar y un tipo con una muy mala pinta, pero ella no era quien para juzgar. Kristine tenía la apariencia de una joven bonita y amable, lo cual estaba muy alejado de la realidad, agregándole que ahora sería una ladrona.

Agarró varios dulces y chocolates, una cena muy poco saludable, pero es obvio que en esta tienda no hay una buena comida. Los metió todos en su suéter y subió el cierre para no ser vista por el chico en la caja. Echó un vistazo para fijarse en que el joven sólo estaba pendiente de su celular, y decidió que ese era su momento para salir.

A paso apresurado se dirige a la puerta, con la pequeña sensación de adrenalina en su pecho, era la primera vez que robaba y estaba por lograrlo.

Sin embargo, estando a punto de tocar la manilla de dicha puerta una mano se posó en su muñeca y la sujetó bruscamente.

- Oye - Resultaba ser el chico de la caja, la habían descubierto -, será mejor que no pensaras irte sin pagar niña.

El agarre en su muñeca aumentó mientras la arrastraba por el lugar, Kristine sabía que tendría una marca para el día siguiente. La dejó frente al mostrador y saltó este rápidamente para colocarse detrás de la caja.

- Saca todo lo que te agarraste - Le dice con violencia, estaba enojado y Kristine sabía que no dudaría en golpearla si volvía a salir corriendo.

Con la cabeza gacha bajó el cierre de su suéter y comenzó a sacar todo lo que anteriormente pensaba robar.

- No tengo como pagarlo - Dijo en voz baja, no tenía la intención de que el chico se ablandara por su situación, sabía que no ocurriría.

- Pues será mejor que le largues a robar otra tienda - Habló el chico -. No quiero que vuelvas como una ladrona por aquí.

Kristine cerró los ojos y asintió levemente, aún con la cabeza gacha. Nada salió como esperaba.

El hombre con una mala pinta se hizo presente y la hizo a un lado para poner un paquete de cervezas junto con dos cajas de cigarros. El chico dio el monto a pagar, pero el hombre sólo lo tomó del cuello de su camisa y le propinó un puñetazo en la cara, noqueandolo al instante.

- Será mejor que agarres tu mierda antes de que despierte - Su grave y sombría voz se dirigió a la joven mientras tomaba sus cosas junto con dinero de la caja, también dándole unos treinta dólares a Kristine y salió del lugar.

Kristine no perdió el tiempo e hizo exactamente lo mismo.

Y para su desdicha, el golpe que el tipo le propinó al muchacho no fue tan fuerte como para mantenerlo más tiempo inconsciente. Porque precisamente estaba despertando cuando Kristine guardaba todo lo que estaba robando, así que decidió salir corriendo, lo más rápido que pudo.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗟𝗜𝗘𝗦 ✦ PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora