Capítulo 24: Lo que depara el futuro.

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Advertencia: Este fanfic involucra escenas descriptas para adultos, además de contener lenguaje fuerte y escenas violentas.

Atención: El personaje Twilight Sparkle y todo lo relacionado con el universo de My Little Pony, le pertenecen a Lauren Faust y Hasbro. Personajes mencionados en próximos capítulos pueden tener otros creadores a los cuales mencionare al final del mismo. Otros simplemente, son de mi invención y se han inspirado en otros autores, lo cual significa que no son motivo de copyright, aun así mencionare de donde saque mi inspiración de todos ellos en otras secciones.

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Y llegamos aquí, a este preciso momento, ahora mismo escribo en tus páginas diario, en la comodidad de mi casa. Acostado en mi cama iluminado por la luz del velador. Primeramente, hay que atar cabos sueltos, estuve en aquel hospital esperando por mi ecografía y cuando me dieron los resultados me alegro saber que podía volver a mi hogar exactamente hoy. Aun así, tengo que moverme con ayuda de una silla de ruedas debido a que algunas partes de mi cuerpo tienen férulas, al menos es mejor que tener el cuerpo completamente restringido del movimiento. No obstante, no me molesta, mis amigos están más que dispuestos a ayudarme. Hoy cuando llegamos cada uno se enlisto para hacer alguna actividad que hiciera mi casa más acogedora de lo normal, ellos mismos decidieron turnarse para cuidarme, me parecía algo excesivo aun así como escribí anteriormente aunque estaba dado de alta no estaba en las mejores condiciones y necesitaría una mano amiga de vez en cuando. La que más se tomó enserio esta tarea fue Nicole, quien decidió quedarse en el cuarto donde antes dormía Twilight para ayudarme en cualquier momento, realmente era un gran detalle de su parte. Es un poco vergonzoso admitirlo pero me molesta de cierta forma que ella me vea así, tan débil, pero el ver su rostro con aquella sonrisa sincera, de felicidad por el mero hecho de ayudarme hace que me olvide de eso... creo que me desvié del tema. Como decía. mi grupo más cercano de amigos me ayudo a volver a casa, estuvimos conversando y jugando videojuegos. Poco a poco, las horas fueron pasando y en busca de otro entretenimiento distinto al de los juegos electrónicos le sugerí a Pablo que buscara en mi armario un juego de mesa, solo unos minutos faltaron hasta que se dio una situación... que jamás pensé que sucedería.

_¡SU PUTA MADRE!_ Comento con asombro mientras empezaba a reír de alegría. _Bro ¡no sabía que seguías guardando esto!_

Cuando vi aquella caja de cartón desgastada horriblemente pintada de azul y con un sticker de una Pokéball adornando su tapa la reconocí. Ni siquiera recordaba que la había traído a esta casa... supongo que la guardaba por nostalgia.

_¿Qué es eso?_ Pregunto Amanda viendo la maltrecha caja.

_Es la caja con las "Cartas del Destino Pokémon"._ Respondí con cierta vergüenza.

_¿Cómo se juega? Se escucha interesante._ Comento Nicole.

_La verdad es que... no se juega, consiste en que alguien mezcla las cartas, saca un puñado de estas y se las muestra al grupo, cada uno elige una carta y según la lógica de nosotros a los ¿8...9...10 años? el Pokémon que aparece en dicha carta te representa. Podría decirse que es como un tarot de monstruos de bolsillo._ Explicó Norman, realmente el cómo lo había dicho me hacía sentir como un tonto por pensar eso de niño pero... supongo que esa era la gracia de aquellos tiempos donde lo único que te preocupaba era perderte tu caricatura favorita.

_Suena interesante ¡probemos!_ Replico Nicole con entusiasmo.

Como no había nada mejor que hacer, ninguno objetó, así que agarre el mazo con la enorme variedad de cartas, por cada uno pedí que partieran la torre de naipes y luego agarre 10 cartas posicionando su imagen boca abajo.

Una Mágica OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora