¡ Una nueva muerte, una nueva oportunidad!

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Nuestras sensaciones, percepciones y recuerdos edifican al mundo…
Schrödinger

***


La ocasión se tornó embarazosa, de una manera a otra toda la situación que pensaba que nunca iba a suceder, pasó. Fuertes ráfagas de viento golpeaban mi cara, y estúpidamente por mi mejilla resbalo una lágrima. ¿Por qué me debe de pasar esto a mí? ¿Por qué mi vida siempre ha sido de sufrimiento constante? ¿Por qué no morí en ese accidente junto a mis padres?

Mis dientes castañeaban, mis manos comenzaban a tener un leve trémulo pero lo peor que podía sentir era un dolor incesante y que incrementaba con el tiempo que iba caminando de un lado a otro, Desde un punto fijo y de nuevo volvía a la orilla de la playa, donde a lo lejos podía aun divisar las lucecitas del escenario creado por Mark.

¿Qué podía hacer?

Si seguía caminando a la orilla un centenar de veces, iba a terminar peor de lo que estaba. Necesitaba hacer algo contundente. Rápido.

Así que sin más, comencé a caminar de nuevo, pero esta vez con un rumbo fijo en mis pasos, ya quería que todo eso acabara, y si no me había muerto tiempo atrás es porque algo debía de hacer en este mundo. El vestido ya me sofocaba en algunas partes del cuerpo, y en la cintura me tendía apretar un poco más. Sentí un leve mareo pero seguí caminando sin importar que pasara algo. Debía de hacerlo, era ahora o nunca.

El corazón comenzó a latir un poco más rápido, los latidos ya los oía perfectamente en mi oído y comenzaban a estar tan desbocados como los pensamientos de mi mente. ¿Qué palabras diría? ¿Cómo se tornaría la situación después de lo que haría?  ¿Terminaría mal o bien?

Y sin importarme nada, absolutamente nada, ni siquiera tres chicos que pasaban a mi lado riendo y con botellas en mano, seguí caminando hasta llegar a mi destino.  Aún estaba allí.

Miraba a algún punto fijo que no lograba descifrar, su cabello estaba alborotado  por el viento, y respiraba de una manera no común, de un modo cansado. Su perfil era imponente, autoritario cuando se lo proponía, como en ese mismo momento, sonreí sin mostrar mis dientes. Y sin más me acerque por detrás sin que me notara.

-Dejémonos de rodeos, y vamos a decirnos ahora y de una vez que es lo que sentimos.- hable e hizo ademán de voltearse, pero no lo formó. Seguía de la misma manera que antes y ahora mucho más rígido, pero pude notar que la comisura de sus labios, se arqueo.

-Está bien lorent, te diré lo que siento de una vez por todas.- respiro hondo y cerró los ojos, para ese momento ya podía ver su cara mejor- quiero que seamos más que una pareja que solo folla cuando quiere debatirse entre el estrés del trabajo y  el maldito placer que producimos los dos cuando estamos juntos. Quiero que seas completamente para mi sin ninguna restricción, ni laboral ni personal, porque te quiero. Porque ya estoy cansado de vivir una vida, de soledad, de penumbras y aun sabiendo que lo único que me logra llenar eres tú. Ya no aguantaba más, quise venir a estas vacaciones a ver qué era lo que estaba haciendo mal y mejorarlo, comprender que todo esto es algo estúpido pero a la vez alucinante, quiero encontrar la forma de alejarme de ti pero a la vez encuentro la forma de estar más junto a ti. Y eso me perturba por las noche, me hace más bipolar que antes, y al pensar en ti, todo se va, todo se va a ese lugar en donde no tengo ni puta idea si es feliz o no, si es el paraíso o el infierno. Pero lo único que debes de saber es que te quiero, te quiero en mi vida, en esta o en la otra, pero te quiero. – abrió los ojos y dándome de nuevo su espalda camino dos pasos más a la orilla de la playa mojando sus zapatos negros relucientes.
De alguna forma no sabía que decir, si de esto se trataba todo pues ya tenía la certeza de que todo este tiempo Mark se había enamorado de mí, y al final yo de él.

muertes perversas (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora