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Sentimos interrumpir el programa, pero se nos ha informado que en menos de doce horas más de 70 menores de edad han desaparecido sin dejar rastro alguno, por favor no salga a la calle, familiares dicen que sus hijos han sido secuestrados si tiene algo que hacer fuera de casa hágalo con cuidado.

¡A su puta madre!

El chico que grito es el grandioso Kim Taehyung. Iba tan distraído viendo su móvil que no le prestó atención a su pequeño perro Yeontan que terminó cayéndose de codos al suelo  y su móvil volando hacia quién sabe dónde, pero por reflejo Kim sostuvo su caída con las palmas de sus grandes manos.

— Joder Yeontan — se quejó poniendose de pie mientras buscaba su celular con la mirada — ¿Donde mierda está ese estúpido teléfono? Hasta parece que tiene pies para caminar.

De pronto su perro comenzó a ladrar hacia la ventana. Logrando que a Taehyung se le pusieran los pelos de punta. No le gustaba para nada cuando Yeontan ladraba fuerte, tenía un ligero trauma con los gritos pero trataba de calmarse.
Caminó hacia su mascota viendo por la el cristal solamente el pasto verde que había alrededor, no había nadie, pero su mascota no paraba de ladrar.

Trato de cargar a su perrito pero éste le gruñó para después seguir ladrando. Revisó si aún quedaban croquetas, pero se sorprendió al ver que la bolsa estaba vacía.

— En unos minutos regreso.

Avisó para después salir al exterior. El sol se estaba ocultando, aún así el barrio estaba iluminado como en todas las noches.
Cruzó unas cuantas calles hasta llegar a la tienda más cercana y comprar lo que tenía planeado; Ramen.

—¡Compremos dulces!

A unos pocos metros de el, se encontraba un grupo de adolescentes de secundaria. Unas lindas chicas que tenían toda una vida por vivir.
Taehyung tomó varios paquetes de Ramen poniéndolos en una canasta para después formarse en la fila.
En su transcurso pudo notar como un hombre vestido de negro al estilo soldado buscaba algo entre sus bolsillos simplemente no le dio importancia, el ya estaba pagando por su comida.

Al salir respiro hondo el aire que tanto le gustaba, pero que desafortunadamente compartía con las demás personas.
Siguió su camino hasta otra tienda que estaba a dos calles de ahí, está era especialmente para las mascotas.

—¡Buenas tardes señor Bang!.

— Buenas noches — le corrigió el hombre relleno — como siempre tengo lista la bolsa de croquetas para Yeontan

— Muchas gracias señor Bang

Agradeció con una sonrisa cuadrada cuando el hombre le entrego una bolsa transparente con croquetas. Está no pesaba mucho por suerte su perro no comía demasiado por qué si no ya estuviera en la calle.

— Vino tu mama

—¿Mi mamá?— Repitió Taehyung con total disgusto — ¿A que?

— Dijo que te cuidaras y mañana va a visitarte y que también no intentaras ponerle seguro a la puerta por qué ella tiene una copia de llave

Kim hizo una mueca exagerada tocando su pecho con la mano libre. El hombre se rió ante eso y Taehyung saco el dinero de sus bolsillos pagando por las croquetas y agradeciéndole al Señor Bang por haberle avisado lo de su madre.
Kim amaba a su progenitora pero no le gustaba cuando ella iba a su casa y le decía lo sucia que estaba. Cosas de mamás.

— Nos vemos

Se despidió con una reverencia saliendo del lugar viendo directo hacia el oscuro cielo, estaba nublado ninguna luz de estrella se asomaba. Alzó sus hombros y siguió su trayecto para irse a casa. Solo estaba concentrado en llegar y callar a Yeontan con comida.

Meneo juguetonamente ambas bolsas de cada mano como si fuera un niño pequeño y las hubiese seguido moviendo si no hubiera sido por qué giro su cabeza a los lados verificando la carretera sobre la presencia de algún auto pero solo encontró una camioneta negra. No le tomo importancia y cruzo la calle. El viento se estampó en su cara provocando que soltara quejidos y maldiciones en lo bajo. Pudo ver su casa a unos kilómetros, el barrio en donde vivía era silencioso y especialmente habitaban personas de la tercera edad. A Taehyung le había sorprendido aquello pero con el tiempo se acostumbro a tratar con abuelos y abuelas logrando tener casi una perfecta comunicación.

Escucho pasos los cuales no paso por alto e intento caminar más rápido  diciéndose a si mismo que no girará la cabeza ¿Que tal si alguien le quería asaltar? Ya no le sobraba dinero, solo traía sopas de ramen y croquetas.
Escucho como aquellas pisadas se acercaban cada vez más y soltó un chillido al sentir unos brazos sobre su cuerpo. Acompañados de una risa escandalosa que supo reconocer de inmediato.

—¡Idiota! — Levantó la voz Taehyung sabiendo perfectamente que aquel sujeto le había jugado una broma— Estúpido, me asustaste

— ¿El gran Kim Taehyung asustado? — Dijo de manera burlona sobre el oído del mencionado quién de inmediato se removió entre los brazos del pelinegro logrando liberarse de el— ¿Por qué sales sólo? Está oscuro y cualquier persona puede robarte el ramen

— Idiota — Repitió Taehyung dándose la vuelta para largarse ahora mismo de ahí. Quería llegar a casa de inmediato.

— Bonito culo Kim — Halagó Jungkook detrás de Taehyung — ¿No compartes?

— Déjame en paz Jeon — Giro su cabeza por el hombro logrando ver qué el contrario miraba su trasero con una sonrisa. Kim detuvo su caminata y giro sus talones enfrentando la perversa mirada que Jungkook le daba— ¿Que tanto le miras a mi culo? Y no me salgas con estupideces

— Kim— Hablo en un tono melódico— sabes bien que te deseó

— Jeon — hablo en el mismo tono que el mencionado— Sabes bien que me importa tres metros cúbicos a la raíz cuadrada de verga

— ¿Quieres ser el de arriba? No hago esto seguido, pero te dejaría follarme

—¡Ve a terapia!

Grito Taehyung para después hecharse a correr provocando que su castaño cabello diera sacudidas de arriba abajo. Si alguien lo  miraba  correr de lejos pensaría que estaba huyendo de alguna trajedia o un asesinó.

Desde hace días Jeon Jungkook no paraba de molestarlo diciéndole lo tanto que deseaba tenerlo desnudo y lo duro que le ponía la idea de tenerlo en su cama.

Era un jodido lunático.

— Idiota

Volvió a repetir Taehyung una vez que cerró la puerta detrás de él. Comenzó a caminar llamando a su perro, el cual ahora ya estaba más calmado y junto a él cenó viendo la televisión.

No había mejor compañía que su gran amigo Yeontan.

¡Jeon Idiota Jeon! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora