Fiesta (1)

15 9 0
                                    

-¡Estoy afuera de tu casa Lea! ¿Puedes por un solo día ser puntual?- gruñe Valerie desde la otra línea- necesito que me ayudes con todo.

- Calma Gorila voy saliendo- corto la llamada y me apresuro.

Bien, esta es la situación hoy es mi cumpleaños y, no, no estoy tan emocionada que digamos; Valerie es mi mejor amiga y por suerte (noten mi sarcásmo) nacimos el mismo día, como son "18 añitos llenos de alegría" según Val, debemos celebrar es por eso que está en mi casa.

Abro la puerta y solo veo muchos trapos y zapatos ¡Incluso una maleta!

-Sabia que eras Gorila, no ropero Val-

-¡No seas idiota! Ahora déjame pasar que tenemos mucho que hacer- chilla dándome todo lo que tiene en sus brazos y entrando a casa con la maleta en manos- para empezar debemos convencer a tus padres de que te dejen salir hoy...-

Si, bueno, es una de las razones por las cuales no me gusta mi cumpleaños, es como un recordatorio de que envejezco pero no crezco. Desde que tengo memoria mis padres han sido sobreprotectores conmigo, los problemas empezaron en la preparatoria, no podía quedarme en la biblioteca a estudiar, ni visitar a mis amigos o simplemente ir al cine, ellos me acompañaban a donde sea, ¡Hasta al supermercado! ¿Increíble no? Pero Val nunca se rindió, cuando teníamos 8 años me invitó al coro de la escuela, cuando teníamos 12 pasamos a la prepa y jugamos juntas en el parque,cuando salimos fuimos a la fiesta de graduación juntas y hasta ahora tiene un poder increíble sobre mis padres, siempre consigue lo que quiere.

-...pondremos ésto ahí y lue... ¿Me estas escuchando Lea?- reclama furiosa mi amiga mientras me observa más distraída de lo normal

-Claro, lo que digas, ¿Quieres algo de tomar?- digo en un intento por distraerla, pero mi pregunta queda sin respuesta cuando mi madre entra a la sala de estar con una bandeja de galletas.

-¡Val, cariño Feliz cumpleaños! No sabía que te ibas a mudar- dice mi madre con una sonrisa en la cara señalando acusadoramente su maleta y el desastre de prendas en mis manos.

-De eso le quería hablar señora Lilia, verá- empieza mi amiga con toda la naturalidad y confianza que a mí me falta- hoy tenía planes y quería incluir a Val en ellos-

-No tengo problema con que te quedes Vale- la sonrisa amplia de mi madre es notable; mientras yo esté en casa nunca hay problema.

-Pero tambien quería pedirle permiso para hacer una reunión de amigos acá- dice Val, mi madre de inmediato le da una mirada de reproche- solo serán conocidos, ustedes, el señor Leonardo, Jhosua, Mónica y sus vecinos- se apresura a decir con una sonrisa de que no rompe ni un plato.

-Valerie sabes que no me gustan éstas cosas-

-Mamá solo tengo 18 años, vivo como prisionera y no tienes queja alguna de mi, deberías al menos darme ese privilegio- reprocho. Ambas me veían sorprendidas, jamás le respondía a mi madre de esa forma, realmente no soy de opinar en éste tipo de situaciones, pero saber que cumpliré mi mayoría de edad y aún no podré tener un respiro de libertad me molestaba bastante.

-Esta bien, solo porque estaremos nosotros- accede dándose por vencida y volviendo a la cocina.

Valerie me mira extrañada, sin embargo lo ignora y subimos de inmediato las escaleras, supongo que es hora de escoger la ropa.

(...)

-He hecho un buen trabajo, te ves hermosa Lee- luego de tanto tiempo perdido nadando en prendas inservibles (porque ninguna me queda) optamos por una falda negra corta señida al cuerpo y una camisa holgada más arriba del ombligo, zapatillas rosas y el cabello semi recogido dejando ver algunas ondas sueltas, mi cuerpo no es el más formado, tengo estrías, celulitis, también granitos de pubertad, no soy la más esbelta, de hecho me siento a veces flacucha, pero Val siempre logra subirme el ánimo, ella a pesar de ser el estereotipo perfecto para cualquier hombre, no menosprecia a nadie, su figura esbelta, cabello oscuro hasta la cintura, hermosos ojos cafés son igual de deslumbrantes que su carisma y lealtad, es una gran persona sin duda- bien arreglaremos todo aquí, ya les avise que deben estar aquí a las 6, iremos con Monica por bocadillos y volveremos a pasarla bien.

-Bien será así pero si no me gusta me traeras a casa y cancelaremos todo-

-Bien- y aunque sé que no lo hará accedo porque también es su cumpleaños y verla feliz hace que yo también lo sea.

Luego de todo los chicos empezaron a llegar y nos encontramos bailando y comiendo en el jardín de mi casa. Valerie era buena, habían mesas por todos lados así como ponquesillos, jugos y aperitivos sin alcohol, mi madre lo prohibió de forma automática; mi padre ayuda en la cocina, Jhosua, mi hermano de doce años, corretea con uno de los vecinos y Valerie conversa con Mónica y Adrian, el vecino mayor.

Mónica es mi prima, cumple el mismo día que Valerie y yo, de hecho me atrevo a decir que hay cierto parecido entre todas, morenas cabello oscuro y ojos cafés, cada una deslumbrante a su manera.

Los vecinos, por otro lado, son una familia numerosa y viven a cuatro casas de la mía, crecimos yendo a la misma escuela, jugando y corriendo pero luego nos separamos un poco. Dos de ellos son hermanos, Adrian y Angel, quienes tienen otros primos que también son conocidos para mí David y Cristopher, éstos últimos son hermanos y aunque es nudo muy grande de desatar, todos los mencionados son familia.

Estoy en la mesa de las bebidas, musica sonando de fondo y risas por todos lados, doy un vistazo a los pocos invitados en busca de Mónica, sin embargo noto a otra persona, un chico moreno y de ojos claros que observa todo detenidamente, a ese no lo había visto antes.

-Se te van a salir los ojos- me sorprende Val.

-La decoración te quedó hermosa, sin duda tienes talento para esto- halago, ella estudiará decoración de interiores.

-Es primo de Adrian y Cristopher, es muy Guapo y bastante inteligente, los chicos dicen que sabe bailar muy bien- insiste ella alzando sus cejas.

-Olvídalo Val solo quiero pasar ésta noche y seguir con mi serie policiaca que, por cierto, debería estar viendo-

-Sé que el tema de tus padres te afecta cariño, pero intenta distraerte no le pongas atención a nada hoy es nuestro día-

Y tal como lo dice, disfruté mi noche, bailé hasta que me dolieron los pies y comí muchos dulces, no tormo alcohol pero la pasé tan bien que se me olvidó que había un mañana. Y si efectivamente, al día siguiente no hice más que quejarme por el dolor que me dejó tanto bailar la noche anterior. Como puedo voy a la cocina, necesito alimentos.

Mi teléfono suena desde mi cuarto y al encenderlo tengo una notificación, es un mensaje extraño.

Número desconocido:
¡Hey Lea!

Lea:
¿Disculpa?

Número desconocido:
Lo siento no es mi intención
asustarte, soy tu admirador
secreto, un placer señorita...

  ¿Admirador? Mi círculo de amistades es cerrado y aparte, fr todos tienen mi número...

www.corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora